Relatos Eróticos Fantasias

Fantasia espacial

Publicado por Anónimo el 30/11/-0001

Como profesional de éxito que soy, mi vida gira en torno a dos cosas: mi trabajo y el ocio. Como profesional de la Compañía de Estudios Mineros Interplanetarios la libertad de horarios es muy amplia, ya que en este puesto avanzado de exploración, las muestras para sus análisis tardan en llegar y tampoco son muchas, pero gracias a ciertos descubrimientos personales he alcanzado el éxito y reputación que les comentaba. Por otro lado, como dispongo de bastante tiempo libre , ese tiempo lo dedico , sobre todo , a las chicas.

En una base avanzada como la nuestra, no somos demasiados, como 150.000 personas y la mezcla de culturas, etnias , y demás es de lo más variopinto.
Lo que les paso a contar sucedió hace un tiempo.

Como de costumbre, había acabado mi trabajo y decidí que tenia un par de días libres, con lo que me marché con unos compañeros a tomar unos tragos.
De como llegue a casa mejor no preguntar. No lo se. Tan solo que me despertaron con una taza de café humeante, y sumamente cargado, tanto que casi lo escupo. Pasado ese primer momento en el que no sabes donde estás , me fijé en quien tenia al lado.
Rubia, como de 1,70 m , joven , aunque no supe deteminarlo, y vestida con una de mis camisas. Pensando que la noche había sido espectacular , le dediqué una de mis amplias sonrisas. La mueca que hizo, me dejó trastornado.

No pienses mal. Anoche no paso N A D A EH !!!! ¿ Entonces que haces así vestida. ? Sencillo. Tu casa es una cuadra y manche el vestido con no se que cosa comestible que había en una mesita baja.

¿ Entonces? ¿ NÁ DE NÁ ? Ni lo sueñes!!!! ¿¿¿ Con quien crees que hablas ????

Dicho esto se dio media vuelta encaminando sus pasos hacia el servicio y al cabo de unos minutos salió vestida con un vestido rojo que quitaba el hipo. Lo malo es que solo pude verla de espaldas , pero aún así, el vaivén de su culo era para suspirar por el. Lo siguiente que recuerdo de esa mañana era un tremendo dolor de cabeza y su voz que me decía:

¡¡¡ Necesitas una mujer que ponga orden en este caos.!!!!!

La verdad es que tenia razón. Mi vida no era, digamos , ejemplar. Pero eso no le había importado a las “ amigas “que por allí habían pasado. Así pues me armé de valor, y tras diez minutos en la ducha para aclarar la cabeza, empecé por poner orden en mi apartamento.
Tras tres horas de dura lucha con las bolsas de la basura, los utensilios de limpieza , y litros de sudor, aquello parecía algo así como una apartamento. Llamaron del trabajo y me marché.
A la vuelta, encontré una nota:

Adjunto la factura del tinte y la tarjeta de una empresa que te será util.

¿CANSADO DE TENER LA CASA HECHA UN ASCO ? ¿NO VAN SUS AMIGOS POR MIEDO A CONTAGIOS?

946-882-457 LLAMENOS. TENEMOS LA SOLUCIÓN GARANTIZADO

Aquello era el colmo. No sabia como había aparecido aquella mujer allí, y encima me dejaba en ridículo.

Dos días tardó mi mal humor en desaparecer. Algo así como el ritmo que llevaba en consumir cualquier cosa que tuviese alcohol y piernas, con el consiguiente desmadre de mi apartamento.
Volví a la ardua tarea de la limpieza. Está vez llene una bolsa más. Esta , de artículos sexuales de lo más variopinto, preservativos de fantasía y ropa interior cuya procedencia desconocía. Se me olvidaba. El contestador parpadeaba con un mensaje. Bueno , eran dos.
El primero de mi jefe preguntando por que no estaba en el trabajo. El segundo que si sabia el paradero de su hija.

Mierda !!!!! No me la puedo haber tirado!!!!

Si creen que esto era malo, la entrada al cuarto de baño, fue aún peor.
Allí estaba la “niñata”, como así la apodábamos. Con una braguita de látex al cual había acoplado un consolador.
Como no podía hacer nada, la desperté, obligue a ducharse y la metí en un taxi a su casa, a la vez que yo tomaba otro al trabajo.
Desde allí llamé a la compañía de limpiezas, quedando citado para esa misma tarde.

A la hora acordada, sonó el timbré y cual sería mi sorpresa al encontrarme a la “ chica de Rojo “, solo que ahora vestía algo así como un mono de trabajo de color grisáceo, pero bastante ajustado.
Mientras me indicaba precios , servicios y todas las facilidades que me podían aportar, no podía dejar de mirarla. Sobre todo aquellos ojos de color verde metalizado.
Son transplantados. Me dijo.
Me era indiferente. Jamás había visto unos ojos así. Grandes, alegres , con cierta dosis de ternura , y un toque rasgado que los hacía aún más especiales.

Finalmente quedamos para el día siguiente y a la hora acordada le entregue las llaves del apartamento, indicandole que estaría dos, quizás tres días , en el trabajo.

Cuando finalmente volví no me lo pude creer. Ni cuando alquile el apartamento estaba tan limpio. Cada cosa en su sitio, la nevera llena, la despensa ordenada, camisa limpias y planchadas... TODO !!!! Hasta las pelis porno y las revista ordenadas por temas y editoriales.
Decidí en ese momento que se hiciesen cargo del orden y limpieza de mi ¿¿¿ hogar ??? Si hasta había flores. Y además naturales.

El siguiente mes fue de lo más normal, hasta que la empresa cerró, por lo que decidí contratarla personalmente. Aceptó. De forma Temporal, pero aceptó.
Preparé una habitación para ella en la planta baja y dos días más tarde se instaló.
A su vez, yo ascendí en la empresa, pasando a ser una ejecutivo de la misma, con lo que a la fuerza mi vida hubo de cambiar. Pero eso también fue una suerte. Ella se ocupaba de todo, y lo hacia a las mil maravillas.
Después de una cena en casa con los jefes , y tras recibir sus agradecimientos, decidí que se merecía algo más. Así pues, le pedí que tomase una copa conmigo.
La verdad es que después del tiempo que llevaba allí habíamos intimado un poco, y sabia que no tenia pareja de ningún tipo. Ella a su vez me pidió que le dejase unos 30 minutos para arreglarse.
Lo siguiente fue maravilloso.
Había preparado Champagne , copas y la hielera , cuando apareció ella.
Vestido Azul ajustado y hasta medio muslo, larguisimas piernas , zapato de tacón de aguja...
Pero eso no era lo mejor, si no que el vestido dejaba a las claras el tamaño de sus pechos.
Maravillosos. Redondos, en su sitio, y con unos pezones redonditos, no muy grandes, y claramente marcados en la tela. Por si esto fuera poco era de tirantes, llegando el escote hasta unos centímetros bajo el ombligo. Si esta vista ya era perturbadora, aún lo sería más cuando soltó su pelo. Largo, hasta su cintura , y del mismo color que sus ojos: verdes metalizados.

Charlamos, bebimos , bromeábamos y poco a poco la conversación fue subiendo de tono , a la par que bajaba el contenido de la botella.
Se levantó y mientras yo iba por otra botella, ella puso música.
Seguimos bebiendo y bailando, entre risas y roces. Si mi instrumento ya empezaba a dar señales de vida propia, sus pezones indicaban algo bastante parecido, ya que cada vez apuntaban más al cielo, hasta que en un arrebato la bese. Fue un beso sencillo, casi sin malicia, pero en lugar de echarse para atrás, me lo devolvió. Así empezamos a besarnos, cada vez más profundamente, juntando nuestras bocas y lenguas. Jugueteando con ellas. Introduciendola en la boca del contrario y disfrutando cada vez más. Poco a poco mi mano izquierda dejó ocupar su espalda para pasar a su trasero. Tantas noches había soñado con aquel culo, que no sabia si ahora estaba soñando. A la par, mi mano derecha se entretenía jugando con sus pechos, para acabar descubriendolos. Mi boca tomo el relevo de mi mano, y lamí , bese, y succioné haciendo que cada vez sus suspiros se elevasen más y más. No se cuanto tiempo estuve jugueteando con su culo y sus tetas, pero era delicioso. Decidí que no pararía y empece a bajar mi mano por su vientre hacia su pubis. En ese momento me detuvo. Con una sonrisa me decía que no siguiese, que parasemos allí.

¿¿¿ Estás Loca ???? ¿ Parar ahora? Si. Por favor. No sabes donde te estás metiendo.
Entre tus piernas es donde quiero meterme. Te deseo desde el primer día. No sabes la de noches que he soñado contigo.
Aún Así. No sigas. O si lo haces, dime que llegarás hasta el final.
Seré un crápula , y un aprovechado, pero hasta hoy ninguna chica se ha marchado insatisfecha.
Y jamás he faltado a mi palabra.

No se lo tomó a mal. Todo lo contrario. Se arrodillo, y con suma maestría se deshizo de mis pantalones y ropa interior , dejando a la vista el acero de mi miembro. Acto seguido empezó a dar suaves besos por todos lados, arrancandome suspiros de placer, cada vez que lo hacia, y en especial cuando se dedicaba a la punta de mi pene. Poco a poco empezó a lamerlo. Lenta. Suavemente. Desde la base a la punta y nuevamente en sentido contrario, llegando hasta mis testículos, los cuales también lamía y majaseaba , haciendo que mis suspiros fuesen en aumento. No se cansaba. No dejaba nada por explorar y así me sentó con toda suavidad en el sillón y separó mis piernas, llegando cada vez con más insistencia a mi culito. No me molestaba sus atenciones a aquella parte de mi anatomía. Al revés, me encanta que me pasen la lengua por esa zona. Pero ella no la pasaba, si no que se regodeaba en ella intentando penetrarme con aquella lengua maravillosa. Poco a poco, cambio el rumbo de la situación, y con una mano y la mayor tranquilidad tomo mi pene por la base para pasar a introducirselo en su boca. Si el cielo existe, esto se acercaba mucho, pero también al infierno, por que no podía reprimir un sentimiento de placer que pocas mujeres me habían dado. En especial cuando en lugar de usar la lengua combinaba sus labios con los dientes en sus movimientos de ascenso.
El goce era infinito. Como jamás lo había sentido , y consiguiendo que fuese yo el que ronronease como un gatito , haciendo que me acercase peligrosamente al orgasmo.
Cambie de rumbo e hice que se pusiese en pie con el animo de enterrar mi cara en sus zonas más intimas y placenteras. No me anduve por las ramas. Me puse de pie y baje los tirantes del vestido , quedando este a sus pies en una escena de lo más sensual. Su braguita era azul también, y de color también metalizado. Me arrodillé y ella con suavidad me tomo de la cabeza.


-Es tu ultima oportunidad. Para antes de seguir.

-He prometido llegar hasta el final y así haré.

Acto seguido baje aquella sensual prenda , para toparme ante mis narices con su ¿¿¿¿¿ pene ????

Incrédulo ante lo que veía, le/a mire a los ojos buscando una explicación que no estaba allí, si no bastante más abajo, y como digo a la altura idónea de mi cara.

¡¡¡¡ MIERDA !!! Esto no lo esperaba Te dije, que no sabias donde te metías. Y no una, si no dos veces.
Lo sé, Lo sé. Pero tan solo en algunas fantasías me ha pasado esto, así que tomatelo con calma y dame tiempo.
Tenemos toda la noche si así lo deseas

Con un sentimiento que no podría describir, acerque mi cara a su erecto miembro, y lentamente me atreví a besarlo; una, dos.tres... y seguí, no era como había imaginado. No era repulsivo, y si bien me considero hetero , como cualquier otro tengo fantasías alocadas. Pero esta vez no era una fantasía. Lo que tenia delante, y además besaba, era de carne y hueso. Caliente, duro, palpitante y que saltaba cada vez que lo besaba. Poco a poco me animé al oír sus murmullos, pasando de los besos a lamerlo. Tampoco me molestó y oír sus suspiros cada vez más placenteros, no solo me animaba, si no que mi miembro volvía a resurgir, si cabe ante mayor incredulidad por mi parte. De los besos y lametazos pase poco a poco a introducirmela en la boca. Al principio con ciertos reparos. No me cabía, me daban arcadas, pero en cuestión de un par de minutos no solo había conseguido introducirme su glande, si no que cada vez llegaba has un poco más abajo, notando como cada vez más , palpitaba en mi interior. Jugué con su miembro, lo lamí, succiones y conseguí arrancar de su garganta gemidos de placer cada vez que unía en mis esfuerzos mis labios y dientes. Ahora me parece increíble, pero era una sensación maravillosa el conseguir que otro !!!!! hombre ¡¡¡¡¡ disfrutase a la vez que yo.

Por favor para. Me voy a correr y quiero que me penetres.
¿¿¿ Seguro de lo que dices ???? Si. No eres el único que pasa sus noches en blanco. También yo te deseo. Desde aquella noche que te traje borracho y te acosté. Desde que me instalé. Hazlo. Hazlo de una vez, y sacia mis ansias de placer.

Nuevamente se agachó para juguetear con mi miembro, pero a diferencia de la ocasión anterior, se de dico a lubricarlo. Sin poder evitarlo, quedamos tumbados en la alfombra haciendo un sesenta y nueve. Su boca alrededor de mi pene y mi lengua sobre su culito oradando su entrada. Pasaron unos minutos cuando me pidió nuevamente que la penetrase. Que se lo hiciera de una vez por todas, Que ardía de deseo Que se lo hiciese en aquella posición. Que la tratase como a otra mujer. No me arredré y levantando sus tobillos para ponerlos sobre mis hombros, quedo expuesta a mi miembro. Lo acerque a su entrada, y con suaves movimientos de presión, fui poco a poco dilatando su entrada, hasta que en un suspiro suyo, mezcla de placer y cierta sorpresa, mi pene empezó a desaparecer. No me costó. Todo lo contrario. Su entrada estaba perfectamente adaptada a los miembros de los hombres a la vez que al placer. Poco a poco conseguí introducirle todo el miembro, empezando un bombeo rítmico , cadencioso , acompañado por su suspiros y gemidos ahogados en su garganta, y mezclados con los míos. Seguí y seguí , acelerando, parando y sintiendo como mi placer era el suyo y el suyo mio. Notando como se arqueaba su espalda. Como se mordía el labio inferior hasta que no pude más, y bañados en sudor ambos explotamos de placer. El lanzando un chorro hacia el techo, dejando sus rastro por sus pechos, cara y estomago, y yo en su interior, en un orgasmo que sacudió cada célula nerviosa de mi anatomía.
Quedamos exhaustos, tendidos el uno junto al otro, y dandonos suaves besos, a la par que de vez en cuando me ofrecía su lengua , y parte del semen que recogía de encima suyo. Tal era mi grado de placer , y de sensualidad, que no dude en aceptar lo que me ofrecía. Descansamos un rato, y volvimos a las andadas. Besos , caricias , succiones. De todo. Hasta acabar nuevamente en 69. Solo que esta vez era yo el que estaba debajo con las piernas abiertas, mientras el se dedicaba a introducir , primero uno, después dos y finalmente tres de sus dedos en mi parte posterior , descubriendome un placer desconocido. Jugando en mi interior y dejandome tomar. No era la primera vez que me introducían algo en mi culito. Mamá ya lo hacia con el termómetro y con supositorios, pero nunca con tal cantidad de dedos, y haciendome suspirar de gusto. Esta vez, fui yo el que pidió ser penetrado, y no por devolver el favor. Sencillamente , quería más, y el no se hizo de rogar. Me pidió que me voltease, y allí quede a cuatro patas. Completamente a su merced. Y en contra de lo que esperaba , me penetro lenta y suavemente. Tan solo un gemido de sorpresa. No hubo gritos de dolor en mi caso. Tal era la maestría con la que me había preparado. Poco a poco la introdujo , moviendose con suavidad , y haciendo que cada vez sintiese más y más placer. El tiempo que duró su penetración lo desconozco. Tan solo se que me corrí como nunca lo había hecho, dejando la evidencia de mi placer en la alfombra , y en mis músculos tensos y sudorosos. Sintiendo como me estremecía y mi culo apretaba su miembro, haciendo que a su vez se corriese con unos increíble gemidos de placer, para nuevamente quedar abrazados sobre la alfombra y dormir de un tirón.

Nuevamente me despertó con un café y una sonrisa en sus labios.

¿ Como estás? ¿ Molesto ? ¿ Dolorido ? No en absoluto. Bueno tal vez un poco molesto.
Es Normal la primera vez.
No No es molestia física. Es ... Que tu la tienes más grande. Además el café no tiene leche. Pero no te molestes, se de donde sacarla UMMMMMMM Hoy en día, sigo trabajando en la compañía, he sentado un poco la cabeza, invito a mis jefes y compañeros a cenar y charlar. Todos alaban la belleza de mi mujer, y lo limpio y ordenado que esta todo. El toque femenino que ahora tiene mi apartamento. Pero claro ahora somo dos las mujeres que hay en casa.

Bueno tres, si contamos la nueva chica. Aunque no tenemos muy claro lo que tiene entre las piernas.

El tiempo nos lo descubrirá