Relatos porno de Filial
Relatos eróticos de Filial
El metro
Un dia Viernes en la tarde tuve que ir por mi hija a una academia de gimnasia , ya oscurecÃa , subimos al carro del metro que estaba muy lleno, apoye mi espalda en la pared y tome mi hija,, a su espalda quedo un hombre de unos 35 años parecÃa ejecutivo. lo que me dio tranquilidad, pero era tanta la gente que estábamos muy apretado, ...
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Relatos eróticos de Filial
Nuestro Secreto.
Mamá me trajo a este mundo siendo todavÃa una adolescente, me amamantó por los tres primeros años, siempre nos bañábamos juntos, desde que tengo uso de la memoria, la recuerdo desnuda junto a mà dentro de la bañera o en la ducha, ella me enjabonaba y yo la refregaba con la esponja.
Yo siempre he estado orgulloso de la belleza de mamá, pero en mi pubertad, cuando tocaba sus grandes tetas que me alimentaron, ahora tenÃa unas ...
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Secretos entre tÃa y sobrino
Mi nombre es Sabrina, la historia que voy a contarles sucedió cuando yo tenÃa 18 años, soy una mujer de rostro hermoso, mirada profunda, delgada y buena figura, nalgas firmes y senos grandes. A mis 18 años mi vida sexual era muy activa, perdà la virginidad a los 17 y en un año habÃa tenido relaciones con al menos 5 chicos diferentes, después de mi primera vez me convertà en una ninfómana, me masturbaba todos los dÃas y siempre estaba ...
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Al primo... se lo arrimo
Supongo que una mentira piadosa por amor es justificada y por mucho tiempo mantuve en secreto un pequeño pasaje en mi vida, a mi marido cuando de novios senti que era inevitable que tuvieramos relaciones le arme un cuento triste de como perdi la virginidad.y el no tuvo problema en aceptarlo ademas era tan caliente que llego a decirme que agradecia que me abrieran el boyo antes asi solo sentiria placer... la verdad es que efectivamente con el me ...
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Mis nuevos amores, relato filial
Soy una mujer de 39 años, no soy una vedette, apenas estoy buena, de piel blanca y suave, buenas curvas. Tuve un bebé a los 18, apenas nació, mi marido se fue con otra y nunca más lo vi.
Ese abandono me destruyó el alma, el espÃritu, para mà ya no hubo más deseo. Asà seguà durante años, pero mi juventud y mis hormonas, de a poco, comenzaron a bullir. Con cierta vergüenza propia comencé a masturbarme, hecho que se fue repitiendo con ...
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