Relatos Eróticos Gays

Un Angel personal

Publicado por Alex el 01/10/2012

Angel es una amigo de años que trabaja como personal trainer e instructor de aerobox en un gimnasio cerca de mi casa. De voz muy profunda y un cuerpo muy atlético resultado de su juventud en la marina y competidor de fitness, pero lo mejor es un trasero muy voluptuoso y redondo que no deja indeferente a nadie sobre todo en esos jeans ajustados que usa. El no es gay pero es bien open mind más aún cuando me ha acompañado a los club gay de la ciudad.
Siempre le ha gustado como me visto y por lo mismo me tiene como asesor de modas incluso para comprarle la ropa interior, así que aproveché de comprarle una tanga de lycra blanca y ver cómo se le metía entre sus nalgas.
En una oportunidad lo invité a una de esas mega fiestas de blanco, así que vino a mi departamento a cambiarse ya que el lugar del evento está a unas cuadras de donde vivo. Cuando salió del baño para mi asombro traía puesto la tanga que le había comprado hace unos meses y me dijo que la tenía guardada para estrenarla ese día, se le veía increíble y con ello le daba la razón a las personas que le habían ofrecido trabajar como estriper en varias oportunidades, así que mientras se agachaba para ponerse sus pantalones veía como esa pequeña tira de tela se le incrustaba entre sus nalgas incluso dejando entrever el contorno de su orificio, eso me dejó más que caliente así que con mi palma de la mano extendida le di una buena nalgada diciéndole ahora es mi turno … plafff, esto a modo de respuesta a lo mismo que el en tono de broma me hacía en el gimnasio para decirme que moviera el trasero y dejara de conversar tanto.. El soltó una carcajada y me dice que lo pillé desprevenido pero que me sirviera para demostrar que con esfuerzo se logra el resultado que palmoteé.
Bailamos toda la noche y como el vive muy lejos decidió quedarse a dormir en mi casa como en otras oportunidades. Como era de esperar se desvistió quedando solo con la tanga puesta mientras yo hacía los mismo luciendo la misma prenda a lo que me indicó que me quedaba muy bien mientras me frotaba delicadamente mi trasero.
Ambos nos metimos a la cama que compartimos como en otras oportunidades solo que en esta ocasión se respiraba un aire diferente, de mucho mas relajo donde incluso hablamos por varios minutos mientras me daba un beso en la frente de buenas noches y me decía lo mucho que me quería. Yo le devolví su gesto con un beso en su mejilla y nos abrazamos, pasaron algunos minutos hasta que entre las sabanas sentí como su mano se posó sobre una de mis nalgas y su nariz rozaba mi cuello, nuestros pechos estaban pegados y poco a poco sentía como mi pene se endurecía y rozaba el suyo lo que provocó la misma reacción en él acompañado de un jadeo de su parte, eso me calentó tanto que no pude contener mover mi mano hasta agarran firmemente su trasero y presionar fuertemente mi pene contra el suyo; él respondió sobando todo mi trasero e intentando hurgar con uno de sus dedos entre mi tanga en dirección a mi ano, una delicia de placer que me hizo soltar un gemido que a él le provocó ponerme sobre su pecho y juntar su labios con los míos apasionadamente, su lengua se movía con mucha destreza dentro de mi boca y con sus manos me bajaba la tanga hasta sacármela por completo cosa que repetí sacando la suya.
Rodábamos por la cama en esta danza de caricias, besos y arrumacos mientras me decía que estaba deseoso de poner su pene en mi interior, giramos quedando yo de espalda en la cama, levantando mis piernas y ponerla sobre sus hombros mientras el toma parte de su saliva y la unta en mi ano para lentamente introducir su trozo de carne en mi.
El placer que sentía era maravilloso entre cada embestida energética que daba, era un animal en éxtasis que solo buscaba el placer pleno, lograr llegar lo más adentro posible con la mayor fuerza; siempre procuraba hacer una pausa y rodear mi lengua con la suya y acariciar mi cara para luego continuar bombeando frenéticamente una y otra vez. Este juego duró varios minutos hasta que un espasmo dejó en evidencia que de ese pene salía un río de semen que invadió mi interior.
Mi amigo no dejaba de repetirme lo increíble que fue el haberme penetrado y que lo excitaba mucho ver como yo lo disfrutaba y que no se imaginaba cómo sería ser penetrado por otro hombre, ante esto yo le propuse que lo averiguara, que conmigo podría experimentarlo si quería, obviamente el se río y me decía que no pero tras decirle que sería muy cuidadoso el acepto. Angel se puso a lo perrito mientras mi dedo dilataba su ano… oh al fin tendré ese trasero me decía yo , y cuando su esfínter ya no mostraba resistencia empecé poco a poco a meter mi duro pene. El gemía en una mezcla de dolor y placer, le preguntaba cómo lo sentía y me decía que era increíble y que siguiera que no parara, esto me dio el impulso para embestirlo con más fuerza y rapidez y él jadeaba fuertemente de placer pudiendo comprobar con mi otra mano que su miembro se erguía con más dureza que antes
Le dije que le mostraría todas las posiciones que me gustaban y el accedió y disfrutó cada una de ellas hasta lograr acabar dentro de ese maravilloso trasero lo que el respondió con una gran eyaculación sobre mi pecho, oh mi dios repetía una y otra vez, ahora entiendo por qué tantos hombres se hacían gay, jamás había tenido un orgasmo como ese y nunca pensó que tener algo en su trasero le podría dar tanto placer, decía sentirse culpable porque él era hombre, con una novia, que follar a un hombre era una cosa, pero ser follado era otra y que se sentía raro reconocer que lo disfrutó mucho. Yo le pregunté si estaría dispuesto en hacerlo nuevamente, no necesariamente conmigo a lo que el dijo que no, no con otra persona, solo conmigo porque se sentía mas cómodo conmigo.
Esa noche dormimos abrazados y en la mañana nos duchamos juntos mientras repetíamos nuestro desenfreno agregando unas buenas mamadas en nuestros penes logrando probar su néctar en mi boca cosa que el quiso repetir con el mío.
Desde esa oportunidad si bien él está emparejado con una mujer cuando estamos ganosos uno del otro nos juntamos y nos revolcamos de placer. Me a dicho que desde que hacemos el amor no logra tener el mismo resultado con su novia y mientras está con ella piensa en mi al punto que ya hemos hablado de vivir juntos como pareja.