Relatos Eróticos Autosatisfaccion

CHUPANDO P3N3 EN SANTA CRUZ DE LA SIERRA | Relatos Eróticos de Autosatisfaccion

Publicado por Gonzo el 08/01/2025

Era más joven de lo que esperaba, pero me dijo que era tranquilo, a ver, íbamos a averiguarlo, convenimos el lugar de nuestro encuentro y seguro acudimos algo nerviosos, pero excitados. Antes de empezar le recordé que solo quería chuparla, que podía hacerlo hasta sus testículos, pero que debía avisarme al momento de descargarla porque no quería recibir semen en mi boca, él estuvo de acuerdo, que solo yo iba a ser el que se la chupara y que no iba a pedir más que eso, porque además era ese su gran deseo, sentir que otro se la chupara, siendo así empezamos.

Como estábamos sentados en un sillón largo, le empecé a tocar encima el pantalón y el casi que se estremecía de placer, como no se abría el pantalón le pregunté si quería que yo se la sacara, y con una voz entrecortada de excitación me dijo que sí, entonces abrí la cremallera, completamente abierta metí mi mano en su calzoncillo y empecé a tocársela, estaba totalmente caliente, aun arrugada y pequeña, peluda y suave al tacto. Me encantó encontrarla así y no rígida de entrada, como se la tocaba dentro del calzoncillo le fascinaba, lo sé por la forma directa que me miraba a los ojos casi podía sentir sus ganas de besarme en la boca, tenía esas mismas ganas, pero mejor me contuve ante la duda.

Y a lo que vinimos, le remangué el calzoncillo, le saqué la verga que además se recargaba sobre sus bolas, todavía estaba esponjosita y pequeñita, como me gustaba. Me agaché y al hacerlo pude sentir su aroma, me sedujo más y no tarde en abrir la boca para metérmela toda, me entro de una y cerrando mis labios alrededor la tome y la chupe desde el fondo hasta casi llegar a su puntita oculta en su prepucio, pero ya desde la primera mamada comenzaba a salir su cabecita, y entonces comencé a sacarla y metérmela y en cada mamada iba tomando cuerpo esa rica verga.

Él se excitaba cada vez más, su forma de respirar tan honda junto a cortos gemidos me lo hacía saber, además se apoyó sobre el sillón y abrió más las entrepiernas, lo que dejó más liberados sus testículos, pero su pene ya iba tomando grosor y se empezaba a poner duro, era exquisito sentirlo en mi boca, como crecía, y como me llenaba la boca con su grosor, ya en poco no podía llegar hasta el fondo con mi boca porque crecía de tal modo que si lo hacía llegaba hasta mi garganta y eso no me gustaba mucho, razón por la cual me gustaban más las vergas pequeñas, esas, rígidas se podían chupar más rico. Bueno cada quien tiene sus gustos.

Había momentos en que se la agarraba con la mano y se la jalaba, y alternaba entre agarrarla para masturbarle y seguir con mamadas, sus testículos se habían puesto duros también cosa que los hacía apetecibles, pero preferí chuparle un poco más, hasta que fue él quien me pidió que también quería que le chupara las pelotas. Entonces me bajé del sillón y me puse entre sus piernas, como había soltado su calzoncillo, parte de su verga se había metido y la punta colgaba hacia afuera como mástil, entonces le dije que mejor se bajaba todo, me dijo que si, y apoyando sus manos en el sillón levantó el culo, pero no se bajaba el pantalón así que tome la iniciativa y tome su pantalón y su calzoncillo y se los bajé ambos hasta sus tobillos, volvió a acomodar su culo en el sillón y con las piernas abiertas me recibió.

Pero antes le dije que se viniera un poco más al borde, y moviendo el culo saco la verga un poco más hacia afuera, ahora si ya estaba listo, tenía la verga bien parada y los testículos expuestos, le di una gran mamada, su verga fue adentro de mi boca y la disfrute mamando intensamente, el gimió de placer y al salir de mi boca recibí su dura verga con mi mano, se la agarré bien y se la hice hacia arriba hasta que casi alcanzara su vientre, eso hizo que sus testículos salieran hacia adelante, redondos y tiesos, y no tarde en disfrutarlos.

Con mi boca abierta me fui encima sus pelotas, mame en medio, al principio no muy profundo por si acaso le causaba dolor, entonces con mi lengua y mis labios rodee ambas pelotas, tras su piel se sentía su rigidez y era una delicia, unas pelotas olorosas y duras, lamí y luego empecé a chuparlas muy suave una bola luego la otra me las iba saboreando con la boca, meneaba un poco su verga para que no perdiera rigidez y luego me sumergía en sus testículos chupándolos hasta casi metérmelos uno a uno en la boca, al principio se hizo levemente hacia atrás, entonces chupe con menos intensidad, pero poco a poco fue disfrutando de mis mamadas de testículos y me dejo que se los chupara hasta meterlos un poco en mi boca. Fue una delicia sentir sus testículos dentro de mi boca y chuparlos hasta que se escaparan de mi boca.

Luego solté su verga y cayó con todo su peso como un poste, la recibí con mi boca directamente y seguía mamando, seguí metiéndome ese pene en la boca, se movía levemente en el sillón como retorciéndose de placer, se acariciaba las entrepiernas. En eso me saqué su verga de la boca se la agarré y le di unas buenas masturbadas, me miró a los ojos totalmente excitado me volvieron las ganas de besarle, pero mejor me volvía a meter su verga en la boca y mamé un poco más.
En cada mamada podía sentir su punta bien tiesa, y todo su palo bien duro recibiendo mis mamadas, me anime a recoger sus pelotas con mi mano y acariciarlas mientras me mamaba su verga, eso lo excito aún más, casi estaba delirando encima el sillón. Me gusta lo que me haces, me dijo con su voz entrecortada y eso me dio más aliento para seguir metiéndome su verga en mi boca y disfrutarla con todas mis ganas, había momentos en que me sacaba su verga de la boca, pero era para recorrer por los costados de su palo con mi boca, llegar al borde y empezar una nueva mamada, le roce con los labios por ambos lados todo el tallo y su borde recibió también los roces de mis labios como si le estuviera besando la puntita.

Luego vinieron unas mamaditas más y estaba listo, sintió que se venía su descarga, pero estaba muy conmocionado para decirlo así que con la mano me hizo a un lado, solté su verga y él empezó a agitarla a modo de terminar de masturbarse y entre jalones, salió un gemido de su boca que se entrecorto con una fuerte respiración y sentí como se paralizó por dentro, luego empezó a saltar el semen encima su mano y el borde de su verga, habíamos acabado maravillosamente satisfechos. Esperé a que se calmara porque termino agitado y conmocionado.

Luego le ofrecí unas toallas húmedas para que se limpiara, lo hizo poniéndose de pie, se subió la ropa y nos dimos por satisfechos. ¿Te gusto? le pregunte ¡Sí, mucho! Me respondió.
Y a vos, ¿te gustaría tener una experiencia igual? Házmelo saber a mi correo ellibrodegonzo@gmail.com

 

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