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Fantasia casi cumplida | Relatos Eróticos de Autosatisfaccion

Publicado por Anónimo el 30/11/-0001

Desde hace tiempo tengo una amiga que se llama Maribel, amigos comunes nos presentaron y hace tiempo que nos conocemos, ella tiene novio, se lo presente yo, y nunca ha dado imagen de sentirse atraída por el sexo femenino, vamos que es heterosexual, aunque yo sabia que ella aun era virgen, pues es un poco anticuada y le da miedo el sexo, ya sabéis... embarazos, enfermedades y demás tabúes que rodean tan fabulosas experiencias, el caso es que ha mi me gustaba de siempre y mas de una vez... había disfrutado de su compañía.

Hace un año Maribel y su novio discutieron, ella vino a mi llorando, nunca lo olvidare, ella me abrazo, era verano, su calor me invadió, y su olor corporal me cautivo, ella lloraba, yo la consolaba, le seque las lagrimas con mis manos y comencé a acariciarle los brazos, la senté en un banco y yo me arrodille delante de ella, ella llevaba pantalones cortos así que empecé a acariciarle sus piernas, al rato ella se reincorporo y me agradeció mi ayuda, desde ese día no he parado de pensar en ella que por su parte volvió con su novio.

Ella es la reina de mis fantasías lésbicas y muchas veces sueño que es mía y su cuerpo me pertenece, ella es rubita, con la piel pálida y clarita, además es inteligente y deportista lo que hace que tenga un culo 10, perfecto, es el culo mas redondito y respingón que jamás halla podido ver, además de esto hay que ser justos y decir que tiene unas tetas preciosas, una talla noventa muy bien aprovechada, ¿Que como lo se? Je je je, pues os lo cuento. Un día estuve en su casa, estudiando y la verdad es que... ¡valla pijama que tenia! la parte de arriba era una camisa de botones con mas de la mitad desabrochados, hacia ya calorcito y no llevaba sujetador con lo que cuando se inclinaba hacia delante yo disfrutaba de la vista de sus bonitas tetas, muy bien colocadas y con dos preciosos pezones.

El caso y la historia que me disponía a tratar es la siguiente, hace dos semanas me invito a su parcela a bañarnos en la piscina y a quedarme a dormir en su casa del campo así que acepte. Nada mas llegar fuimos a la habitación, soltamos las mochilas y nos fuimos a la piscina con nuestros bikinis, estábamos solas pues habíamos ido en autobús y sus padres se habían quedado en Sevilla, en casa, tenia cosas que hacer. El agua estaba perfecta y nos sumergimos en ella, yo le intentaba ahogar y ella también a mí, solo era un juego pero me permitía tocarla, cogerla de la cintura y cuando mis manos resbalaban... incluso acariciar su firme culo.

Aquello me gustaba, no quería que la tarde terminara, no quería dejar de sentir su cuerpo cerca del mío. Entonces Maribel salió del agua, desabrocho la parte de arriba de su bañador y dejando su pecho al descubierto se tumbo a tomar el sol. Entonces llego mi hora, ella se encontraba boca arriba, con los ojos cerrados tomando el sol sobre una tumbona, yo me acerque, unte crema en mis manos y las lleve... a su pecho, ella reacciono de primeras:

- ¿Que haces?

- Anda que te vas a quemar... ¡so tonta! - le replique, continuando a lo mío.

Ella entonces sonrió y cerrando sus ojos dejo que siguiera como si no le diera demasiada importancia, yo tocaba sus tetas con lujuria, masajeaba sus firmes tetas mientras sus pezones se endurecían pero no podía seguir pues sabia que si seguía ella lo hubiera notado todo, si es que no lo había hecho ya, sabia que ella no hubiera aprobado el juego, así que lo deje ahi y seguimos bañándonos y jugando.

Todo había terminado, llego la noche y tras ver la tele un buen rato nos fuimos a la cama, ella entro al baño para ducharse y cambiarse, yo ya lo había hecho, entonces salió, con una camiseta cortita y unas braguitas blancas preciosas, su camisa dejaba al descubierto toda la parte baja de sus braguitas, las cuales le estaban algo grandes, esto provocaba que la parte de atrás se el metiera por la rajita del culo, quedándole este como un tanguita, su culo, vuelvo a repetirlo era fabuloso, y yo estaba bien húmeda de solo mirarlo pero nos acostamos y nos dormimos... al menos eso debió pensar ella, quien por el calor se había destapado sin querer.

Ella dormía pero yo no, así que metiendo mi mano por debajo de mis braguitas comencé a masturbarme mientras observaba su precioso culito y parte de su chocito que por uno de los lados de sus caídas braguitas por su tamaño dejaba ver, empecé con un dedo, después pase a dos y termine con tres... hasta correrme varias veces. Después me limpie bien, volví a la cama y dormí, dormí lo que pude, jamás lo olvidare.

Sé que fui cobarde pero algún día lo intentare, o al menos eso espero.

 

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