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Me encanta masturbarme | Relatos Eróticos de Autosatisfaccion

Publicado por Anónimo el 30/11/-0001

El hecho de masturbarme me viene desde los primeros años de adolescencia. Me considero todavía en la edad de pajillero que todo hombre tiene, pero que muchos consiguen superar. Me gusta mucho masturbarme, hacerme pajas es lo que más me gusta. Teniendo o no pareja nunca pierdo la oportunidad de pajearme en cualquier lugar, a cualquier hora y si se tercia ante cualquier persona. Y de esto se trata mi relato, de como me masturbe una vez con cuatro chicos mas a los cuales no conocía de nada.

Preocupado por mi aspecto fisico y queriendo hacer un poco de deporte, me apunte hace un año a un gimnasio que hay cerca de mi casa. Para poder realizar mis ejercicios con mas tranquilidad y sin tener que soportar inútiles colas antes los diversos artilugios para realizar tus ejercicios, elegí una franja horaria a la cual no asistía mucha gente. Siempre asistimos los mismos: dos amigos cerca de la cuarentena, un chaval que no supera los 20 años. el monitor de unos 30 años y yo. Siempre me habían dado mucho morbo los vestuarios de un gimnasio y siempre habia querido masturbarme en uno y ahora tenia mi oportunidad.

Cuando entraba al vestuario para cambiarme siempre estaba el chaval de 20 años ya que llegábamos mas o menos a la misma hora y casi siempre lo pillaba desnudo. Después de saludarnos con un hola y preguntarnos por lo que habíamos hecho ese día, yo me limitaba a mirarlo. El tenia el cuerpo definido una polla de unos 18 cm en estado erecto (calculo yo), subíamos los dos juntos a la sala de maquinas y allí estaban los demás. Cada uno se limitaba a realizar sus ejercicios en plena concentración, soltando de vez en cuando algún chiste, alguna broma o algún comentario jocoso. Pasada una hora bajábamos todos juntos menos el monitor y nos duchábamos y nos íbamos cada uno a hacer nuestros quehaceres diarios.

Unos de esos dias tan normales, durante nuestros ejercicios habíamos estado hablando de sexo... cada uno habia contado una experiencia sexual (como siempre éramos los mismos, nos habíamos convertido en una pequeña familia). Yo al tener una gran excitación, quise bajar antes a los vestuarios para que nadie apreciase mi polla apunto de estallar. Uno de los dos amigos se bajo conmigo a los vestuarios por que tenia un poco de prisa. Al entrar en el vestuario, yo no sabia como me iba a desvestir delante de el si aun tenia mi polla dura y tiesa como un palo. De repente mi compañero me dijo:

- Tengo mi polla super dura por la conversación que hemos tenido, ¿tu no?.

- Yo si (seme ilumino el cielo).

- Voy a ducharme con agua fría a ver si s eme pasa el calentón.

Alfredo me mostró al desnudarse una polla completamente dura, de unos 20 cm y se le notaba que estaba apunto de explotar. Cuando me desnude yo, el me dijo:

- Desde luego que tu no te quedas atrás, tu tambien vas bien servido.

- Pues si, no me puedo quejar. Y yo tambien voy a ducharme con agua fría para rebajar la temperatura.

Al rato de estar duchándonos entraron los otros dos compañeros (su amigo y el chaval) y este ultimo nos dijo:

- Vaya, vaya... asi que vosotros estáis igual que nosotros, ¿eh?.

Ya al ver el panorama, me arme de valor y sugerí:

- Oíd tíos, a mi lo de la ducha fría no me ha funcionado, yo creo que, si no os importa, voy a hacerme una paja por que no puedo más.

El chaval de 20 años dijo: pues te acompaño por que a mi tambien me apetece pajearme y entonces Alfredo y su amigo tambien se animaron. Yo me senté en un banco y empecé a acariciarme mi falo, abajarme la piel poco a poco, a acariciar mi glande con los dedos. El chaval de 20 años se puso de cuclillas y se pajeaba a un ritmo frenético, gimiendo de puro placer, de vez en cuando se le escapaba un nombre de mujer... supongo que seria su novia. Estaba encantador masturbándose, unos cojones redondos le saltaban en cada sacudida... era un placer estar masturbándose con mas gente en uno de mis lugres soñados.

Alfredo estaba de pie bajo el chorro de la ducha, se masturbaba con su mano izquierda y su amigo estaba bajo de el sentado pajeándose, alternando sus ritmos manuales. De repetente, Alfredo coge el gel y se unta dos dedos de su mano derecha y se los introduce en su culo y empieza a gemir como un poseído. Al final termina a 4 patas. De repente, entra nuestro monitor, que iba buscando al chaval por que este se habia dejado su toalla. Nos quedamos helados y dejamos de masturbarnos al instante:

- Lo siento (dijo Alfredo) es que estábamos muy calientes y no hemos podido evitarlo.

- No importa (dijo el monitor) yo creo que me la voy a cascar tambien por que el calentón aun me dura.

Dicho esto se bajo los pantalones cortos, los cuales no le podían disimular la erección y se puso enfrente de mi a masturbarse. El chaval siguió masturbándose de cuclillas y sus gemidos se hicieron más fuertes y seguidos, cuando se corrió... hecho 5 chorros de leche espesa y blanquísima... y allí se quedo... sentado, apoyado en la pared, respirado fuerte y con una sonrisa de oreja a oreja.

El siguiente en correrse fu el amigo de Alfredo. Este hacia mucha fuerza con las piernas y sus 4 chorretones salieron disparados a su estomago y caray de Alfredo recibió otros 4 chorros, ya que este estaba pajeandose, encima de el. Pero a su amigo no le importo lo mas mínimo.

Quedábamos el monitor y yo por corrernos... Era como una carrera, a ver quien de los dos terminaba antes. El, encarado a mi, se pajeaba muy rápido, acariciando se los huevos y ayudándose con las piernas. Yo, me la cascaba tambien muy rápido, gemía y de vez en cuando gritaba. Los otros se levantaron y nos rodearon aun con sus pollas morcillonas. De repente los tres animadores se volvieron a coger sus pollas y comenzaron una nueva paja delante de mi. Iban muy deprisa. El monitor, soltando un alarido lleno mi estomago de leche caliente restregando la punta de su polla en mi pecho para limpiarse bien. Cuando sentí su capullo en mi me corrí, y nos de los chorros fue a parar a la barbilla del monitor. Mis otros tres compañeros se corrieron mas o menos al mismo tiempo tambien sobre mi.

Nos duchamos, durante la ducha aun cayo alguna que otra paja. Limpiamos un poco el vestuario para el siguiente turno y cada uno se fue a sus obligaciones diarias mas relajado y más contento.

Espero que les haya gustado mi relato y os dejo que me voy a hacer una paja con una amigo mientras vemos una porno. Gracias

 

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