Relatos Eróticos Fantasias

Liberar mi fantasia | Relatos Eróticos de Fantasias

Publicado por Anónimo el 30/11/-0001

Tenia el presentimiento de que podría ser una buena
oportunidad para intentar liberar alguna fantasía
aunque entonces no tenía ni la menor idea de lo que
iba a suceder.

Tan solo hacia unas semanas que había entrado a
trabajar en aquella empresa y casi no conocía a nadie,
sólo hablaba mas o menos a menudo con un compañero que
se llama Juan, y me sorprendió cuando me dijo que
debería ir a una de las fiestas que suele hacer el
joven presidente para que el ambiente fuera mas
agradable luego a diario entre todos.

A mi me pareció una buena idea y no dudé en aceptar
porque siempre es bueno poder conocer mejor a la gente
de tu entorno de trabajo, esa fiesta seria en 8 días y
ya solo tenia que convencer a mi novia, cosa que
además no seria muy difícil porque le hablaría de lo
importante que es entre los empleados el no faltar a
esas citas.

Ella se llama Sandra, tiene 28 años y resulta
atractiva. No es una belleza despampanante pero
siempre suele atraer miradas. Físicamente es castaña
clara de pelo, no tiene unas tetas grandes aunque si
deseables y eso si, tiene un culo fabuloso. En el sexo
no nos va nada mal, solemos hacerlo con frecuencia y
en general la cosa va bien. Lo único malo es que
algunas fantasías que tengo con ella son casi
irrealizables, o eso pensaba, como por ejemplo que me
gustaría verla con otro. Son cosas que ella no acepta
y si se las dijera crearía problemas porque pensaría
que ya no la quiero como antes y cosas así...

Por la calle me encanta que se vista con algo
provocativo y empiece a despertar miradas, ella no
suele acceder a vestirse así pero a veces se deja
llevar. Pensando esos días en la famosa fiesta
reconozco que en muchas ocasiones me llegué a
masturbar pensando situaciones que podrían ocurrir
aunque viendo el resultado final está claro que me
quedé muy corto.

Así fueron pasando esos días hasta que llego el
señalado. La fiesta era en una finca que tiene uno de
los dueños de la empresa en las afueras de la ciudad,
era de tarde-noche y constaba de pincheo, bebidas y
poco más. El único con el que tenia algo de confianza,
Juan, tampoco era demasiada y me contaba que solían
ser bastante aburridas aunque la gente solía beber
bastante, también que muchos iban con parejas pero que
otros tantos iban solos y claro, "buscando caza"
siempre que podían. A toda esa gente solo la conocía
un poco de vista y bueno, a pesar de esa fantasía que
me creaba la realidad me decía que quizás me iba a
aburrir bastante.

La cosa no era algo formal así que no había motivo
para trajes y vestidos glamourosos, le insistí a mi
novia que se pusiese una minifalda vaquera que me
gusta mucho y tardó un poco en convencerse. Es una
faldita ceñida por arriba que le llega por la mitad de
los muslos y que tiene algo de vuelo por la parte de
abajo, las veces que se la pone siempre anda pendiente
en tirar de ella para abajo por temor a que se le suba
y yo siempre la provoco con eso agarrándola por
ejemplo al bailar en los bares de copas. En más de una
ocasión se la subí un poco, y eso unido al tanga, hace
que el que esté detrás de ella le pueda ver todo su
precioso culo.

Como digo a pesar de sus reticencias se la acabó
poniendo, parece que mis besos y caricias surtieron el
efecto deseado. De arriba se puso una camiseta fina
con algo de escote aunque no demasiado que también me
gusta mucho de color rojo con algún dibujo. Un tanga
azul claro y un sujetador haciendo juego completaban
su conjunto y al verla ya me estaba empezando a
excitar imaginándola que pudiera ser el centro de las
miradas.

Aun no sabia que hacer exactamente, también dependería
de cómo viera la cosa por allí, pero si que tenia
ganas de "marcha" y que entonces daría todo lo que
fuese por ver cumplida mi fantasía, por de pronto al
contarme mi compañero que había bastante bebida el
objetivo no podía ser otro que emborracharla al menos
un poquito. Al final como veréis, todo se desmadró y
llegué a limites que nunca pensaba que podría
alcanzar, pero mi excitación fue máxima.

Llegamos al lugar a las 8 de la tarde bien puntuales.
El lugar era muy bonito, el típico chalet de las
afueras que solo puede pertenecer a alguien que vive
muy bien, con su piscina afuera y su casa de dos
pisos, el de abajo con un gran salón, despachos y
demás y el de arriba con las habitaciones. Nos abrió
la puerta un chico que la verdad es que no conocía de
nada, pasamos y ya todo comenzó...

Era un salón muy grande con mesas largas a todo
alrededor y en medio un montón de gente charlando
mientras sonaba una música a un volumen que permitía
la conversación. La verdad es que por un momento al no
conocer más que de vista a alguien me sentí como fuera
de lugar al igual que mi chica pero bueno, pensé que
tampoco se perdía nada por asistir a estas cosas.

Cuando me empecé a animar de verdad fue cuando
estábamos hablando con una pareja y noté que detrás
había un chico que miraba bastante a mi novia, me
gustaba mucho la situación y fue cuando me empecé a
animar de verdad. El tiempo iba pasando y mi afán era
llenarle la copa a Sandra de una especie de ponche que
daban que estaba bastante bueno y además bastante
cargado de alcohol, la empezaba a notar muy alegre y
sonriendo sin parar.

Así pasamos las primeras dos horas allí, picando algo
de comer, bebiendo bastante (sobre todo ella), y
charlando con algunas personas que me sonaban de
verlas a diario pero que en muchos casos nunca había
cruzado más que un "hola" con ellos. El alcohol
empezaba a hacer algo de efecto y me sentía muy bien
viendo como ella por ejemplo ya no se preocupaba tanto
de si su falda estaba 2 o 3 centímetros fuera de su
sitio. Aparte de aquel tipo que le vi fijarse
descaradamente me fijé en un par más que iban sin
pareja y que parecían muy contentos dedicándose a
mirar a las chicas, alguna de ellas bastante atractiva
que había por allí, aunque es verdad que no abundaban
las minifaldas.

Ella no aguanta muy bien el alcohol y enseguida ya vi
q la tenia poco menos que a mi merced, las charlas con
la gente eran ya mucho mas animadas y en general el
ambiente se veía mucho mas distendido. Con la gente
empezando a salir a bailar no dude en sacarla a
aquella pista improvisada y fue cuando vi que había
que aprovechar la situación. Se pegaba a mi y no se
preocupaba lo mas mínimo si pudiera estar enseñando
algo, yo le ponía la mano en la falda y sabia que la
gente que estaba sentada podía estar viéndole parte de
su culo. Me ponía muy cachondo la situación y la
acercaba a los bordes donde había chicos para que
pudieran verla, seguro que alguno pudo ver parte de su
tanga azul claro.

Entonces no sabia como podía acabar aquello, quería
explotar la situación pero no sabia como hacerlo. Ella
seguía bebiendo y cada vez estaba mas borracha, se le
estaba empezando a notar bastante y no era cuestión de
dar un espectáculo delante de tanta gente.

Sin embargo me fastidiaba irme de la fiesta tan
pronto, veía difícil aprovechar la situación de mi
novia pero aun así me encontraba bien hablando con la
gente. Fue entonces cuando le pregunté a Juan si no
podía acostar un rato a Sandra en algún sitio para ver
si se "recuperaba" un poco y poder seguir allí mas
tiempo. Me dijo que iba a hablar con no se quien y que
enseguida me decía. Ella mientras ya solo decía
incoherencias y realmente por una parte me arrepentí
de haberla animado tanto con el dichoso ponche.

Al rato llegó mi compañero y me dijo que la llevase
arriba a una de las habitaciones, que no había
problema y que siguiese disfrutando de todo aquello.
Subí con ella intentando disimular un poco para que no
notasen que estaba tan bebida y una vez arriba nos
metimos en una habitación que estaba justo antes del
servicio del piso de arriba. Allí la acosté en la cama
y no tardó ni medio minuto en dormirse, me quedé
mirándola, con las piernas colgando un poco en el
borde de la cama, la minifalda a la altura de los
muslos y allí casi sin sentido y a merced de que me la
pudiese follar en ese momento sin ninguna dificultad.
Ese pensamiento me puso muy caliente y realmente me
faltó poco para "aprovecharme" de ella en ese momento.
Al dejarla allí y retroceder hacia la puerta vi que
quedaba justo de frente a esa posición y fue cuando me
di cuenta que si alguien pasaba por allí y echaba una
ojeada dentro la podía ver perfectamente.

Mi cabeza empezó a funcionar y me acerqué de nuevo a
ella para subirle un poco la faldita, así con las
piernas algo entreabiertas desde la puerta se le podía
ver hasta un poco del tanga. Lo siguiente que pensé
fue dejar la puerta entreabierta, cualquiera que
pasase por allí y mirase lo primero que vería sería a
mi chica en esa posición en la cama, encima la
habitación estaba justo al lado del servicio, que era
igual de frecuentado que el del piso de abajo, y era
obligado lugar de paso...

En fin, en esos momentos estaba tan caliente que
estaba dispuesto a cumplir de verdad mi fantasía de
ver a mi chica con alguien que no fuera yo. Con esos
pensamientos allí la dejé y bajé de nuevo a la fiesta.
Aunque hablé con un par de tipos no podía quitarme de
la mente la idea de mi chica allí a la vista de quien
pasase, entre el alcohol y eso estaba hiperactivo.

Lo mejor estaba por llegar, eso está claro, y todo se
empezó a fraguar cuando al cabo de una media hora fui
al servicio que había en el piso de abajo y escuché
una conversación entre dos tíos que me dejó helado (o
más bien todo lo contrario debería decir). Mientras
esperaba para entrar oí algo así:

¿Al final qué tal?, cuenta.

Bueno, no pude estar mucho tiempo porque pensé que
entraba alguien pero vaya pasada.

¿La tocaste entonces?

Claro, lo que pude. Tenía el coño todo mojado la
cabrona, me la hubiera follado allí mismo. Sólo la
pude sobar bien.

Yo también quiero ir pero me da palo porque no se con
quien vino y si aparece el novio vaya tela...

Sí, pero yo si veo que pasa el tiempo y sigue allí
vuelvo seguro.

En ese momento se fueron de ese lugar a hablar a otro
sitio y yo me quedé totalmente alucinado, sabía que
hablaban de mi chica y por un lado sentía una especie
de celos pero por otro tenía una erección de miedo. Lo
que hice fue subir rápidamente para ver en que
condiciones estaba Sandra.

Me asomé a la habitación y a primera vista seguía en
la misma posición que cuando la dejé, casi en la misma
postura durmiendo apaciblemente. Conforme me fui
acercando ya vi alguna diferencia. La camiseta la
tenía algo subida y ahora era una especie de top
viéndosele el ombligo, además vi que tenía el
sujetador descolocado, el muy cabrón le había sobado
las tetas también. Estaba muy excitado imaginando la
situación y más aún cuando le subí la mini y vi que
tenía el tanga apartado a un lado con toda su raja a
la vista, acerqué los dedos y de verdad que estaba
húmeda. Había disfrutado sin darse cuenta casi como si
fuera un sueño para ella. Yo de verdad que estaba a
punto de reventar, quería seguir con aquello y quería
verlo, era el momento, quería ver a mi chica allí a
merced de quien quisiera aprovecharse de ella.

En este punto ya es donde comenzó de verdad la
fantasía que llevaba tanto tiempo pensando, le coloqué
el tanga en su sitio dejé la puerta entreabierta de
nuevo y luego tras buscar una posición que fuera buena
para observar acabé metiéndome en un armario (lleno de
ropa de mujer, por cierto). La situación era perfecta
porque desde allí por las rendijas tenia casi la misma
perspectiva de la cama que la gente que pudiera pasar
al lado de la puerta, además también podía ver por
otra rendija a la gente que pasaba y si se paraba o,
por supuesto, si entraba.

La situación era ideal y estaba muy excitado pensando
en lo que podría pasar. Estaba seguro que alguien
entraría a aprovecharse de la situación y además ya
había oído a aquel tío decir que después de un rato
volvería.

Así estuve un rato sin que ocurriese nada, allí entre
ropa observando como pasaba gente de vez en cuando y
solo uno que pasaba echó un vistazo para mirar dentro
de la habitación. Mi novia mientras tanto seguía en la
misma posición durmiendo y ofreciendo unas vistas
dignas de ver.

Fue entonces cuando vi como un hombre se paraba en la
puerta y se quedaba mirando, miró hacia los lados y
entró en la habitación arrimando la puerta al entrar.
En esos momentos sentí una enorme excitación, algo
fantástico estaba a punto de suceder.

El hombre tendría unos cuarenta y pico años y me
sonaba de haberlo visto en alguna ocasión, poco a poco
se fue acercando a la cama mirando a todos lados como
asegurándose de la situación, comprobó que la chica
dormía y se puso a sus pies mirándola.

En mi excitación tenia miedo de hacer algún ruido pero
pude controlarlo y seguir mirando por las rendijas sin
perderme detalle. El hombre empezó a acariciarle las
piernas con mucho cuidado y al ver que ella no se
movía se le veía muy excitado y tocando ya todo lo que
podía. Desde mi posición podía ver como le abría las
piernas y le empezó a subir la mini hasta dejar a la
vista su tanga.

Se agachó y la empezó a besar por las piernas hasta ir
subiendo poco a poco, al asegurarse que ella estaba a
su merced fue hasta su cara para observarla bien.
Sandra estaba en un estado semiconsciente y seguro que
disfrutando de todas esas sensaciones aunque sin darse
verdadera cuenta. El tipo se agachó sobre ella y le
dio un beso en la boca que ella correspondió, pensaría
que era uno más de los que le daba yo; al ver que
podía hacer lo que quisiera ya no se pudo aguantar y
se empezó a quitar la ropa. Yo estaba cada vez más
excitado, y aun quedaba tanto tiempo para disfrutar...

Le levantó las piernas para quitarle el tanga y una
vez sin él le abrió las piernas al máximo para poder
verle bien el coño. En esa posición se fue a su
camiseta y se la empezó a quitar también, luego el
sujetador, y allí estaba ella totalmente desnuda a
merced de un auténtico desconocido. De repente me di
cuenta de lo que iba a hacer, se colocó sobre la cama
y arrimó su polla a su boca, ella la abrió y empezó a
chupársela suavemente. Eso me puso a cien y casi me
corro en ese momento, ella seguia en ese estado
semiconsciente y disfrutando. Siguió bombeando en su
boca y hasta le levantaba un poco la cabeza para
conseguir un mayor placer, a buen seguro que nunca se
imagino encontrarse en la fiesta a un bombón así
completamente a su disposición..., entraba y salía de
su boca una y otra vez, mi novia se la estaba chupando
a un desconocido. El hombre cambió de posición y ya
fue directo a follársela, la agarró de las piernas y
se la metió muy lentamente, como con miedo a que se
despertase. Ella gemía muy bajo y sabía que estaba
disfrutando mucho la cabrona, y más el tío claro; a mi
me daba mucho morbo y aquello sí que fue el principio
de una noche totalmente loca.

Allí estaba mi novia a 3 metros de mi siendo follada
por un hombre que nunca había visto en su vida. Sabía
que estaba muy mojada porque en cada envestida sentía
el ruido característico y así estuvieron hasta que veo
como el hombre empieza con una serie de espasmos
preludio sin duda de que se iba a correr. Ya ni
siquiera me importaba que se corriera dentro sin
condón ni nada, estaba disfrutando muchísimo de la
situación y cuando salió de ella pude ver el hilillo
de semen salir de su chocho, era una visión
fantástica.

Apenas acabó empezó a vestirse rápidamente para salir
de allí lo antes posible como temiendo que apareciese
el novio de la chica... Antes de irse se puso a
vestirla torpemente y así le colocó como pudo el
sujetador y la camiseta y después el tanga y la mini.
El resultado final era que lo tenía casi todo mal
puesto y de lado; desde mi posición le llegaba a ver
el coño porque tenía el tanga apartado así que desde
fuera cualquier otro que pasase podría verlo igual que
yo. Pensé en salir y follármela allí mismo, estaba
supercaliente, pero decidí esperar más, era una
oportunidad única y deseaba aprovecharla al máximo, mi
único objetivo era que más y más hombres pudieran
aprovecharse allí mismo de mi chica, y acabaría
lográndolo...

Pasaron cinco minutos sin ninguna novedad y yo ya me
impacientaba, decidí salir e "intentar propiciar" más
la situación... Le aparté un poco más el tanga y le
abrí más las piernas, allí cerca pude ver como su coño
seguía con el semen dentro. No pude evitar meterle un
dedo y comprobarlo, efectivamente estaba lleno, el tío
había descargado bien; ella gemía al sentir mi dedo
dentro, me daban de nuevo ganas de follarla pero tenía
que seguir con mis planes. Para completar su posición
le subí más su camiseta roja y le dejé una teta a la
vista, el panorama ahora no podía ser mejor, y para
acabar entreabrí más la puerta para que la pudieran
ver ya sin ningún tipo de problema. Luego me volví al
armario y a esperar...

No pasaron ni dos minutos cuando sentí hablar bajo a
alguien en la puerta, miré y pude reconocer a los tíos
que había escuchado hablar hacía ya un rato. En ese
momento me dio un vuelco al corazón y ya me prometí no
perderme ni un detalle de lo que iba a suceder. Fue
una sorpresa porque resulta que eran tres en vez de
dos, seguramente habían comentado la situación a
alguien más o simplemente fue otro que se apuntó al
ver como estaba la cosa cuando iba al servicio. Era
una pasada, se pusieron allí alrededor de ella y
primero comprobaron que no había nadie en el pasillo
para arrimar más la puerta, luego la empezaron a tocar
para asegurarse que seguía borracha y ya fue el no va
más.

Le quitaron la ropa y la empezaron a comer a besos
cada parte de su cuerpo, ella gemía de nuevo y
prácticamente no se movía dejándose hacer. Después de
repasar bien cada parte de su cuerpo se desnudaron y
fueron ya a por todas. Uno acercó la polla a su boca e
hizo que se la chupase al igual que el hombre que
había estado antes, al mismo tiempo otro la levantó
por los muslos para meterle la polla mientras el
tercero se detenía en jugar con sus tetitas como
esperando su turno. Esa visión era increíble para mí,
estaba enfebrecido y sólo quería que se la follaran
más y más.

Así siguieron durante un rato, yo me masturbaba dentro
de aquel armario viendo la escena, mi novia que nunca
hubiera aceptado estar con otro que no fuera yo estaba
siendo follada por tres desconocidos allí al lado mío,
era muy fuerte... El que estaba en su boca se corrió y
ella llegó a toser un poco porque seguro que se tragó
gran cantidad de su semen, desde mi posición veía como
salía por sus labios ese líquido blanquecino viscoso.
En ese momento, le dieron la vuelta y la pusieron
bocabajo, el otro seguía metiéndosela y el que
esperaba su momento se colocó delante de ella y
levantándole la cabeza hizo que se la empezara a
chupar en esa posición, la agarraba la cabeza
guiándola en cada movimiento, esa escena era casi más
excitante aún que la anterior. Siguieron bombeándola
así un rato más y terminaron corriéndose los dos
dentro de ella. Tras acabar también se fueron
rápidamente y ni siquiera hicieron como el otro de al
menos intentar colocar un poco su ropa, se fueron y ni
miraron atrás.

En ese momento salí de nuevo, cerré la puerta y me
dispuse a mirar con detenimiento el resultado. Estaba
bocabajo y con la cabeza hacia un lado se le veía
salir semen de su boca, me puse junto a ella y le metí
la polla en la boca, ella la aceptó como si fuera algo
cotidiano para ella en ese día y empezó a chupar
lentamente. No quise seguir porque no quería correrme
en ese momento. Seguí observándola y pude ver su coño
chorreando, mi sorpresa fue cuando vi que su culo
también rezumaba un líquido, se la había metido
también por allí sin darme yo cuenta y ella ni se
había quejado de nada gracias a la lubricación; yo
casi nunca se la metía por el culo y eso me daba aún
más morbo.

La verdad es que pensé en dejarla allí de nuevo y
volverme a esconder pero se me pasaron por la cabeza
nuevas ideas y decidí que era mejor marcharnos y
seguir aprovechando su estado en otras situaciones.
Era tal el estado de mi excitación que ya no pensaba
en detenerme ante nada.

Salí sin que me viera nadie y fui a buscar a mi amigo
para decirle que nos íbamos, abajo seguía la fiesta y
lo único que quería era salir con ella lo más
decentemente posible para que no nos viesen los que
habían estado aprovechándose de ella, aunque
pensándolo bien, ni eso me importaba mucho entonces.
Así, la vestí y vi que, aunque algo torpemente,podía
caminar a pesar de seguir en ese estado
semiconsciente, parecía que iba flotando, como ida. Al
final salimos de la casa sin novedad, no sin recibir
alguna mirada..., y llegamos al coche. Fue entonces
cuando empecé a planear todo lo que podría conseguir
esa noche, aunque al final todo resultó casi
improvisado; además sólo era poco más de medianoche y
quedaban muchas horas. Mi temor era que ella pudiese
empezar a recobrar la conciencia de todo pero de
momento intentaría que siguiera así y ya procuraría
darle alguna copa más; apenas hablaba y sólo eran
cosas sin sentido, me daba besos, iba sin ropa
interior y ni hacía el menor gesto si se le levantaba
un poco la falda, a través de la camiseta se le
notaban unos pezones firmes, y a la altura de uno de
sus muslos se le notaban restos de un líquido viscoso,
eran restos de semen de uno de aquellos tipos que se
la habían follado minutos antes; la cosa estaba
ideal...

Empecé a pensar y me propuse dirigirme a los lugares
de marcha de la ciudad, en una zona donde no solíamos
salir para que no nos reconociesen. Aparqué el coche y
me la llevé a buscar algún bar de copas que estuviese
bien lleno de gente, sé que por esos lugares abundan
los "buitres" dispuestos a conseguir alguna presa
fácil y estaba seguro de que conseguiría llevar a cabo
mis planes de verla con más y más tíos.

Entramos en uno que estaba lleno de gente, casi no se
podía ni entrar con gente bailando y una luz tenue,
nos dirigimos al fondo del bar y le dije que se
sentara en un taburete libre que había allí junto a la
pared. La estuve besando un rato y le subía la falda,
al haber tanta gente quizás pasase algo desapercibido
pero luego me dirigí a la barra para pedir algo entre
los apretujones de la gente dejándola allí a merced de
quien quisiese aprovecharse. Al volver vi que estaba
charlando con un tío y no me acerqué, me quedé
observando la escena entre la gente, hablaba sonriendo
con él me imagino que diciéndole incoherencias y
seguro que acabaría aprovechando la situación al verla
así. Al poco rato ya vi como la mano del chico la
tomaba de la cintura mientras le decía cosas al oído,
pude apreciar que por detrás empezaba a meter la mano
por debajo de su falda y seguramente que llegó a notar
lo húmeda que estaba, pero sin embargo sólo le metió
mano un pequeño rato porque enseguida se fue. Me
imagino que tendría a su novia por allí y no pudo
aprovechar el caramelo que tenía delante.

Fue entonces cuando me acerqué a ella a darle su
bebida, estaba muy caliente y quería acción lo más
rápido posible. Así, me la llevé a los servicios que
estaban después de bajar unas escaleras, entramos en
el de tíos y me metí con ella en uno de los wateres
cerrando un poco la puerta. Allí afuera en los
urinarios habían un par de chicos que vieron la escena
aunque me imagino que lo verían como algo habitual en
esos lugares. Una vez se fueron salimos y me dispuse a
sobarla allí fuera en los urinarios para que lo viesen
bien quienes entrasen y diese toda la impresión de que
era un ligue que me había echado allí en el bar. Le
puse la falda por la cintura y empecé a meterle un
dedo, ella gemía y me besaba, seguía en ese estado en
el que aceptaba todo y se limitaba a disfrutar.

Entraron dos chicos en ese momento a mear y por
supuesto vieron la escena, cuando acabaron se quedaron
allí para no perderse detalle y eso me daba mucho
morbo. Le subía la camiseta para enseñar sus tetas, la
abría bien las piernas, la agaché para que me la
chupase..., y me corrí allí mismo en su boca. Los tíos
estaban muy excitados y fue cuando les pregunté que si
les gustaba la tía que acababa de encontrarme aquí
dentro, les hice ver que la pillé allí en los
servicios buscando caña y que ya veían como estaba.

La dejé allí sentada en el suelo con la falda por la
cintura y sin camiseta y me dispuse a entrar en el
water no sin antes decirles que aprovechasen la
situación que yo ya había disfrutado bastante. Sin que
hubiese entrado ya se lanzaron a por ella y en un
momento ya la estaban sobando por todas partes, ella
seguía dejándose hacer y yo excitadísimo como siempre
viendo la escena. Ni me metí siquiera allí dentro, me
quedé junto a un lavabo para no perderme detalle. Un
chico se abrió la bragueta y le metió la polla en la
boca agarrándole bien la cabeza y dándole embestidas
que ella aceptaba, tras un rato así, cuando se corrió
entre sus labios seguían entrando tíos que se quedaban
atónitos viendo la escena y en un momento aquellos
servicios se llenaron. Nadie quería dejar pasar la
ocasión de sexo gratis y fácil y allí estaba ella
rodeada de tíos que prácticamente iban cogiendo su
turno.

Pude ver como se la follaban allí de pie mientras
tenía una polla en la boca, pude ver como uno se la
intentó meter por el culo y lo consiguió a pesar de lo
difícil de la posición, pude ver como le llenaron de
semen la cara..., en fin, pude ver a mi novia
convertida en una puta gratis a merced de todo el que
se la quería follar. Yo no me perdí nada e incluso a
veces la tocaba para parecer uno más y le llegué a
meter un dedo en el culo mientras tenía una polla en
su coño, notaba cada impulso de la follada y me ponía
a cien. Fue una pasada una ocasión en que vi de muy
cerca como se corrieron en su boca, además una gran
cantidad de semen, y yo allí tocándole las tetas y
viendo como no sin esfuerzo intentaba tragarlo y le
resbalaba por la comisura de los labios. Sin dejarla
casi respirar otro ocupó su lugar y tuvo una nueva
polla en su boca, yo chupándole los pezones y el tipo
con sus embates frenéticos en su boca. También se
corrió, aunque echó menos cantidad que el otro, y de
nuevo pude verlo allí en primera fila, era fantástico,
tenía hasta el pelo con algo de semen. Yo allí era uno
más, nadie se podía imaginar que era mi novia, sólo
era uno más que quería aprovecharse de aquella chica
viciosa. Ella estaba disfrutando como nunca y lo más
seguro es que al día siguiente no se iba a acordar de
nada, sólo los dolores en su cuerpo de toda aquella
acción.

Después de aquello hubo otro que probó suerte con su
boca pero yo ya me dirigí a explorar su coño, que
tenía semen de alguna corrida que ya había tenido.
Jugaba con él y bromeaba con los tíos cogiéndole los
labios vaginales y estirándolos, uno de ellos se
acercó a jugar también y me dijo que le abriese bien
las piernas que iba para allá. Así fue cuando yo mismo
abrí las piernas de mi novia al máximo para que un
tipo apuntase con su polla a su chocho. Estaba en un
sueño, tocándole los muslos, metiéndole un dedo en el
culo, sobándole las tetas, mientras uno se la estaba
follando allí mismo y otro hacía que se la chupase.
Los dos acabaron descargando dentro de ella y yo me
corrí sobre sus tetas, estaba llena de lefa por todos
lados. Fue entonces cuando me fui a tomar una copa
dentro del bar, no me importó dejarla allí tirada con
un par de tíos más que acababan de llegar y que
esperaban su momento, de hecho quería que siguiese
allí y ya volvería para ver los resultados.

A los 20 minutos volví ya de nuevo superexcitado
pensando en todo aquello y al entrar la vi en el suelo
totalmente desnuda besando a un tipo mientras otro se
la estaba follando. Al verme entrar, éste me dijo que
aprovechase si quería, que ya se la había follado dos
veces y que era una auténtica puta; yo le dije que ya
lo sabía, que ya me la había follado y que venía a por
más. Era muy excitante hablar así de mi novia con
alguien que no tenía ni idea de la situación y que la
consideraba como una vulgar salida que va a esos
lugares buscando solo pollas. El otro chico seguía
besándola y me pregunto si le gustaría el semen porque
debía tener la boca llena de tantas corridas
recibidas, pero parece que le gustaba mucho la
situación. El que la follaba antes de correrse la sacó
para hacerlo sobre su cuerpo y fue cuando me fui hacia
ella y la puse a cuatro patas abriéndole bien las
piernas y con el culo en pompa; le abrí bien el culo y
vi restos también de líquido blancuzco, le dije al que
la besaba si se la quería meter y rápidamente se puso
a la acción. Allí al lado pude ver esta vez como un
desconocido se la estaba metiendo por el culo, primero
le acarició el chocho por debajo y poco a poco fue
abriéndole el agujero para ir entrando con su polla
hasta bien al fondo. Fue otra de las imágenes que me
excitaron sobremanera y mientras la enculaban le metí
dos dedos en el coño, un lugar que tenía completamente
encharcado mezcla de gran cantidad de jugos. Cuando a
veces se resbalaba hacia abajo yo me ocupaba de
levantarle de nuevo el culo en pompa para que el otro
pudiera seguir son su enculada. Así duró un ratito más
hasta que se corrió allí dentro de ella y pude ver
como el líquido empezaba a salir de su agujero.

A ella se la veía agotada pero, con el efecto del
alcohol cuando la miraba me sonreía y se me acercaba a
darme un beso, estaba disfrutando como una loca y
haciendo algo que nunca se había imaginado. De hecho,
al día siguiente seguiría sin poder imaginarlo.

A pesar de todo aquello aún me sentía muy excitado y
quería más, aún no sabía que otra cosa poder hacer
pero una vez dentro de aquella noche loca ya buscaba
seguir con los mismo en todas las situaciones que
pudiera. Así, aprovechando que en ese momento nos
quedamos solos en el servicio busqué su ropa, que
estaba allí tirada y hecha un desastre y la vestí.
Entre besos salimos de allí y entre empujones
alcanzamos la calle. La miré bien y estaba hecha un
cromo, tenía la cara con pegotes de semen seco y otro
tanto de lo mismo cuando me ponía a mirar sus piernas
o los brazos, verla así me ponía a cien y le levantaba
la mini allí en medio de la calle para que los que
pasaban le pudieran ver el culo.

Un grupo de amigos pasaban por allí algo bebidos, uno
de ellos se acercó al ver el panorama y me dijo que si
podía tocar un poquito, yo le dije que adelante y el
pasó su mano por debajo de su culo tocándole todo el
coño por debajo entre las risas de sus amigos. La cosa
no fue a mayores y nos fuimos escuchando sus piropos
en la distancia.

Yo seguía queriendo más y fue cuando me acordé
entonces de un sex-shop que había por la zona que
contaba además con una pequeña sala en la que ponían
películas porno, y que había visitado en alguna
ocasión hacía muchos años. Sandra seguía de mi mano
caminando algo torpemente y con su cara de felicidad
permanente de la noche, la gran cantidad de ponche de
aquella fiesta y lo que se tomó en el bar fue
suficiente "gasolina" para ella.

Entramos en aquel sex-shop y vi que no había mucha
gente, un par de tipos ojeando revistas, otros tres en
la zona del videoclub, uno de ellos bastante mayor,
por cierto, y alguno más que estaría dentro de las
cabinas. Naturalmente todos se giraron al darse cuanta
de que había entrado una chica y nosotros nos
dirigimos hacia el dependiente, mi idea era comprar
una de esas pollas dobles de látex que también tienen
para el culo, en fin, algo así. Me empezó a sacar el
material que tenía allí con ella mirando divertida
todo aquello y yo ya me estaba poniendo muy caliente.
Cogiendo uno me atreví a decirle al chico que si
podría probarlo allí con ella para ver si nos gustaba;
estas palabras debieron de sonar como una alarma
porque de pronto sentí ya todas las miradas hacia
nosotros, por si antes no estaban demasiado claras...
El dependiente, un tío bastante cachas, debió empezar
a excitarse con la situación y divertido me dijo que
probase todo lo que quisiera y que si quería pasar a
una cabina o a un sitio al lado del mostrador que
parecía una especie de probador (aunque me imagino que
la gente se probaría allí lencería, no este tipo de
cosas...).

Le dije que muy bien y pasamos tras la cortinilla, una
cortinilla que por supuesto no llegué a cerrar, la
dejé a medio echar. Le dije a Sandra que se sentase en
el pequeño banco que había allí y le levanté la
minifalda, cuando miré hacia atrás pude ver a los tíos
del videoclub allí junto a la cortina sonriéndome. Yo
no hice ningún gesto, como no importándome que lo
vieran todo, cosa bastante evidente, y me dispuse a
sacar del plástico aquel artilugio que luego vi que
tenía un tacto magnífico asemejando la piel humana.
Ella estaba allí sentada sonriendo con la falda por la
cintura, se le veía claramente el coño y con solo
acercarse un poco se podría observar que esa noche
había estado muy usado.

Me hice un poco el torpe y le pedí al dependiente que
me ayudase a sacar aquel invento, lo sacó allí al lado
de ella y me enseñó que tenía también función de
vibrador. Miré hacia atrás y vi que hasta habían
descorrido del todo la cortinilla y que allí habían
unos cuantos tíos no perdiéndose detalle de todo
aquello. Me seguí haciendo el torpe y le dije al chico
que igual no sabría utilizarlo bien y que si no le
produciría ningún dolor por ponérselo mal... -¿Se lo
puedes colocar al principio tú para ver como es? Pude
escuchar unos murmullos de aquellos improvisados
mirones ante la pregunta y el dependiente como es de
imaginar, no se lo pensó dos veces y cogiéndola
suavemente la hizo recostarse más en aquel banco
mientras yo empezaba a abrirle las piernas. Estaba
supercaliente y a buen seguro que todos los que había
allí estaban como yo.

Fue así como cogió el juguetito y muy lentamente lo
fue acercando hacia su coño para encajarlo bien además
con la parte que iba destinada a su agujerito anal.
Antes de metérselo vi como disimuladamente le metió un
dedo, me decía que quería ver si había suficiente
lubricación y de esa manera aprovechó para tocar cada
una de sus partes de su delicioso conejito. Lo mismo
hizo después con su culo, se hacía "el profesional"
del asunto y yo mientras tanto haciéndome el loco,
claro. Al final le colocó el aparato y puso en marcha
el vibrador, le debía de dar un placer tremendo porque
empezó a gemir aún mas fuerte que durante toda la
noche, entre risas comentaban "parece que le gusta..."
Allí estuvo un ratito con aquello puesto y todos
mirándola, fue cuando le dije que al final tendría que
comprarlo y le pregunté si iban a poner alguna
película en la sala de cine. Me dijo que en 15 minutos
empezaba una amateur muy buena y sin dudarlo le dije
que nos quedaríamos a verla.

Aquella exhibición ya no duró más y yo mismo le saqué
el aparatito y le bajé la falda ante la segura
desilusión de nuestros improvisados espectadores,
salimos afuera y me entretuve mirando algunas revistas
mientras esperaba a que empezase la película. Ella
estaba junto a mí, le daba besos cada poco, se la veía
como en toda la noche. Los tíos por supuesto que no le
quitaban ojo de cada movimiento que hacía recordando
todo lo que acababan de ver, ya todos aquellos
conocían perfectamente como era su chocho y eso me
excitaba un montón. Me aposté lo que fuera a que la
gran mayoría de ellos entraría a la sala a ver la
película al saber que iríamos.

Llegó la hora y entramos en aquella sala, el lugar no
era grande pero tampoco demasiado pequeño, tenía una
gran cantidad de filas de butacas para ser un lugar
así y me gustó que éstas eran bastante amplias y
cómodas; además los respaldos para los brazos eran
bastante amplios y se podía ver perfectamente desde
una fila todo lo que pasaba en la de debajo y al
contrario. Todo aquello tenía muy buena pinta y con lo
caliente que estaba ya estaba dispuesto a todo, no
descartaba algo como lo de aquel servicio de hacía
algo menos de una hora.

Nos sentamos hacia la mitad del cine y en las butacas
centrales, acerté al comprobar que la gran mayoría de
los tíos de la tienda estaban allí; el que más cerca
se sentó de nosotros fue uno a 3 butacas de nuestra
posición. Justo al comenzar la película vi con
sorpresa como en la esquina de arriba del todo se
había sentado otra pareja, quien sabe si tendrían la
misma intención que yo... La verdad es que no
recordaba haber visto tanta gente en un sitio de esos
cuando yo había ido en el pasado alguna vez pero las
circunstancias previas creo que marcaban bastante la
situación.

Así empezó la película y tras las primeras escenas la
verdad es que no tardé nada en empezar a meter mano a
Sandra. En pantalla una chica muy joven le estaba
haciendo una mamada a un viejo y yo le empezaba a
levantar la minifalda a la altura de la cintura como
poco antes en el sex-shop; miré a los lados y vi que
los tíos estaban más pendientes de nosotros que de la
película y con lo cachondo que ya estaba eso no hizo
otra cosa que calentarme aún más.

A pesar de la penumbra la luz de la película hacía que
se pudiera ver muy bien cada movimiento que hacíamos,
le levanté un poco la camiseta y pude ver como tenía
los pezones totalmente tiesos, no me pude resistir y
empecé a chupárselos. Tras un rato allí me di cuenta
que había tíos situados más cerca de nosotros para no
perderse detalle, especialmente uno situado en la
butaca justo de encima a las nuestras. Fue cuando le
abrí las piernas y le coloqué los pies en los
apoyabrazos de la butaca de delante para tener una
vista sublime de su chocho, me agaché para chuparlo un
poco y noté el gusto al semen que aún tenía allí
alojado, estaba deliciosa y se dejaba hacer cualquier
cosa, era una muñeca a mi servicio.

Estaba excitadísmo y ya quería más y más, pensé
rápidamente en posibles situaciones y en un impulso
totalmente improvisado me dio por irme a la butaca de
delante de ella para agarrarle los pies y meterle mano
desde allí delante. Desde allí se tenía una vista
increíble de su coño y me entretenía en lamerle los
pies y mantenerle abiertas bien las piernas; ella,
allí desnuda, estaba disfrutando de nuevo. Como me
imaginaba, los tíos de allí se estaban empezando a
poner a mil aunque es lógico que no se atreviesen a
entrar en acción por miedo a que yo no aceptara (a
pesar de mi numerito anterior con el dependiente), sin
embargo el que estaba sentado detrás de ella vi que
empezó suave y disimuladamente a tocarle el cuello por
detrás, despacio, como pidiendo permiso para
participar también.

Al no hacer yo el mínimo gesto y seguir acariciándole
las piernas siguió tocando y no tardé nada en ver sus
manos bajando lentamente para alcanzar sus pechos,
primero por encima de la camiseta y luego
levantándosela suavemente. Esa imagen de ver su mano
bajando allí en medio del cine me puso muy caliente,
más aún cuando volvía a ver sus tetas al aire y esta
vez entre las manos de aquel tipo; de nuevo estaba
viendo a mi novia con un desconocido y cada vez me
gustaba más. El ver lo que hacía este tío con mi
consentimiento fue ya la "prueba" que necesitaban los
demás, que empezaron a acercarse y a sentarse
alrededor de mi novia, dos de ellos incluso a mi lado
para verla desde mi posición.

Se mantenían allí, deseando empezar a tocarla pero
expectantes observando la escena del chico de detrás
con sus manos en sus tetas y las mías acariciando las
piernas. Uno de su lado se animó y alargó la mano para
coger la suya y empezar a dirigirla lentamente hacia
su paquete. El que estaba sentado a su otro lado
empezó a posar sus dedos sobre su cintura, acariciando
su barriguita, jugando con su ombligo... En cuestión
de segundos todo se puso en ebullición y debía de ser
como el paraíso para ella porque empezaron a besarla
por los brazos, las manos, los hombros, el cuello...,
uno de ellos empezó a lamerle los pezones y yo allí
acariciando sus pies y manteniéndole las piernas bien
abiertas para ver bien abierto ese coño que sabía que
muy pronto iba a ser penetrado muchas veces. Uno que
estaba sentado a mi lado me pidió permiso para empezar
a lamerle un pie, el otro miraba como yo para verle el
coño. Los asientos no eran altos y ayudaban mucho a la
escena.

Alargué la mano y le empecé a tocar la rajita, la
tenía muy mojada, uno de ellos se atrevió a lo mismo
(parece que esperaban siempre a que yo tomase la
iniciativa) y también se la empezó a tocar. Me gustaba
porque aquellos tipos iban en plan suave, disfrutando
del momento y parece que sabían bien lo que hacían,
era como si no se imaginaran que esa era mi intención
desde un principio y que se la tenían que ganar con
sus acciones.

El que estaba a su lado jugando con sus pezones se
sacó la polla y trató de recostarla para que se la
chupase, los demás me miraban sorprendidos y excitados
a la vez buscando mi reacción, mientras que yo seguía
jugando con sus piernas haciendo ver que lo aprobaba
todo. Ella se dejaba hacer y al colocarse tumbada en
las butacas chupándole la polla al tipo aquel yo me
fui de nuevo a su asiento y me puse en el suelo a sus
pies para poder seguir tocándola mientras tanto y ver
la escena lo más cerca posible. Una vez que me
levanté, miré y en la pantalla a una chica le estaban
haciendo una doble penetración, aquella era una
situación de sexo en su estado más puro y la estaba
disfrutando de verdad.

Ella seguía chupando aquella polla, uno que estaba
detrás de ella le tocaba las tetas, el que estaba a
sus pies tenía sus piernas encima y se preocupó de
colocarse en medio para mantenerle las piernas bien
abiertas y verle bien el coño, yo seguía viendo la
escena y estaba que reventaba de placer. Tanto es así
que en esa posición me fui hacia su boca a besarla
mientras chupaba aquella polla y por un momento
parecía que éramos los dos los que estábamos chupando
la polla a aquel chico desconocido. Estaba muy
excitado y era un sabor desconocido para mí aunque es
cierto que antes ya había probado el semen que le
habían dejado en su boca. Luego empecé a recorrer su
cuerpo hacia abajo y vi como el otro tipo se estaba
colocando para follarla, la situación ya era muy
fuerte, la sentó sobre sus muslos y en esa posición
empezó a metérsela suavemente mientras me miraba
primero buscando mi aprobación, y luego como dándome
las gracias.

En ese momento también seguí hacia algo desconocido
cuando ante esa escena me fui hacia su coño con la
boca para sentir de la forma más fantástica posible
como le iba entrando a mi novia aquella polla, notaba
sus flujos, le metía la lengua todo lo dentro que
podía y en algún empuje llegué a tener la polla dentro
de mi boca. Era una sensación increíble poder
disfrutar de esa manera como se están follando a tu
chica, sentía su coño vibrar con cada impulso, con mi
lengua buscaba el clítoris y por momentos chocaba con
esa polla que le entraba y salía lentamente pero sin
cesar, ella gemía entre susurros. Casi sin tiempo para
apartarme sentí como el tipo se iba a correr y allí
dejó regado todo su coño con su esperma, miré
alrededor y el resto se agolpaba para poder ver la
situación e intentar ver si podían participar. También
llegó la corrida del otro, su chorro llegó a alcanzar
sus pechos, de nuevo estaba bañada en semen.

Rápidamente otro ocupó su posición e hizo diana en su
boca con su polla, aquello parecía que no tendría fin
y yo no quería que se acabara nunca. Me imagino que
queriendo imitar la película me dijeron que por qué no
intentábamos una doble, que al final sería triple. La
dejaron bocaarriba y uno de ellos se puso debajo,
entre yo y otro dos tratamos de preparar el agujerito
de su culo para que se la pudiera meter allí en esa
posición, ella dio un ligero grito cuando él consiguió
su objetivo pero seguía como durante toda la noche
dejándose hacer todo.

En esa posición siendo enculada por un chico y con la
polla en su boca del de antes procedimos a abrirle
bien las piernas para que un tercero tuviera vía
libre. Era una situación soberbia y no pude evitar
correrme una vez más ante esa visión. Se le veía
aquella polla salir y entrar muy despacio en su culo y
su coño todo abierto con las piernas totalmente
abiertas encima de las butacas, era una pasada. Así,
con todas esas facilidades, el tercero no tuvo
problemas y se la consiguió meter, yo no me podía
aguantar y quise tocarla, las tetas, el ombligo, fui a
su boca y saboreé de nuevo como chupaba sin parar
aquella polla, me fui a los otros dos y metía la mano
para notar como aquellas dos pollas entraban y salían
del cuerpo de mi chica. Llegué a meter la cabeza para
intentar lamer el trocito de piel que tiene entre sus
dos agujeros, veía los huevos de los tíos allí
colocados, se la habían metido entera los dos, hasta
el fondo, oía los chasquidos de los líquidos
moviéndose cuando una y otra vez hacían los
movimientos rítmicos, olía a semen, a fluidos
vaginales, a sexo puro...

Sentí como se iban a correr y tuve otra visión
increíble, se corrieron dentro de ella y al salirse
pude ver como salían los chorros de semen de sus dos
agujeros, al otro también le debió excitar sobremanera
ésto y acto seguido se corrió en su boca. En menos de
10 segundos tres tíos se habían corrido dentro de mi
novia, al final era mi fantasía hecha realidad y
además mucho más de lo que me podía haber imaginado.

Claro que nada había terminado aún, los otros tíos ya
estaban cachondísimos y querían su parte. Vinieron
otros dos al lado y la pusieron a cuatro patas con el
culo bien en pompa, me levanté y veía que aún había
muchos arremolinados allí que no habían participado.
En ese momento deseé que todos se la follasen, que
tuviese semen de todos ellos, que mi chica se
convirtiese en su juguete. Miré hacia atrás y me
acordé de aquella pareja, fue cuando vi que me hizo el
chico una seña y me fui para allá dejando a mi novia
bien acompañada. Resulta que aquel chico era el
dependiente de antes que al acercarme me dijo que le
gustaría follar a mi novia mas tarde a solas y que si
quería podía jugar allí mismo con su amiga.

Yo entre el alcohol y la excitación casi no tuve que
responder porque era evidente y el chico se marchó
dejándome vía libre con aquella chica. Cuando la vi
bien noté que también estaba bastante borracha pero no
estaba nada mal, era bonita de cara y rubita de pelo
algo rizado, tenía las tetas más grandes que mi novia
y un cuerpo más que apetecible. Miré hacia abajo y vi
como un montón de chicos se arremolinaban ante mi
novia, a la que no veía, pero sabía que estaba allí
disfrutando y a buen seguro con al menos un par de
pollas dentro de su cuerpo. Casi sin preámbulos me
lancé a por la chica y vi que se dejaba hacer. La
empecé a besar y le quité la blusa; al no llevar
sujetador en un momento quedaron sus tetas ante mi y
me puse a chuparlas una y otra vez. Ella me besaba y
me quitaba la camisa. Tras un rato jugando con sus
labios y sus preciosos pezones me dirigí a quitarle
los vaqueros y el tanga rosa que llevaba, era muy
guapa y estaba en mi noche más loca de sexo. Me quité
los pantalones y la agaché para que me la chupase, no
pude aguantar mucho porque no quería correrme otra vez
tan pronto, así me puse a jugar con su coño y a
saborear sus jugos con mi boca, estaba muy mojada y
eso me excitaba mucho.

Fueron minutos de total placer y acabé follándomela
allí en las butacas, ella gritaba bastante fuerte y de
hecho un par de chicos subieron a contemplar la
escena. Acabé corriéndome en ella y terminamos
abrazados durante un buen rato. La verdad es que no me
podía imaginar que en aquella noche además de cumplir
mi fantasía con mi novia iba a poder disfrutar de otra
chica..., pero así fue.

Aquellos dos chicos bajaron de nuevo a la acción al
ver que allí no tenían nada que hacer, y yo seguí con
ella un rato más hasta que quise bajar de nuevo a ver
como andaba mi nena. Pasé entre los tíos y me encontré
con la escena tantas veces repetida, ella allí con
cara de felicidad chupando una polla mientras un
hombre bastante mayor se la estaba follando. De nuevo
me empecé a calentar y me puse de nuevo al lado de
ella para seguir disfrutando de todo.

La empecé a acariciar y vi que tenia semen por todo su
cuerpo, uno me dijo que le habían hecho la doble
cuando yo no estaba dos veces más; había un tipo que
me dijo que ya se había corrido dos veces en ella, una
vez en su coño y otra en su boca. A pesar del
cansancio la verdad es que no tenía ganas de que todo
aquello parara y quería que mi novia siguiese probando
pollas sin parar. Al acabar en ella los dos que
estaban de nuevo la colocaron para follársela 3 a la
vez, antes le observé su culo y ya lo tenía un poco
enrojecido, a bueno seguro que le costaría sentarse en
los próximos días. De nuevo guié a un chico joven para
que le entrase bien en su culo abriéndole bien las
nalgas, por delante con su coño totalmente abierto no
hacía falta ninguna ayuda porque parecía un agujero
absorbe-pollas. Aproveché para besarla y sabía a
semen, mientras se la follaban dos tipos a la vez
nosotros nos besábamos allí con pasión como podrían
perfectamente hacer dos enamorados. Nada más dejar de
besarla vi como una polla ocupaba el lugar de mi boca,
de nuevo estaba con tres hombres dentro y yo
disfrutando jugando con sus tetitas y lamiéndole el
cuerpo. Me fui de nuevo a la zona de sus agujeros y vi
de nuevo desde detrás como se la habían metido hasta
el fondo los dos, solo veía sus huevos hinchados
dispuestos a descargar toda la lefa que llevaban
dentro. Me gustaba tocarlos, me gustaba ayudarles en
sus embates para que entrasen más y más en su coño, me
gustaba acercarme con la lengua y buscar su chocho
mientras sentía como se la estaban follando. Estaba
con todas esas cosas cuando se encendieron las luces
porque la película había terminado, realmente poco
importaba, ese día la película era otra y totalmente
"interactiva"...

Así se la estuvieron follando un rato más hasta que
vino a mi el chico que era dependiente y me recordó lo
que me había dicho antes. Yo esperé a que terminaran
los que estaban con ella en ese momento y les dije a
los otros que ya me iba a ir; la verdad es que no sé
cuantos fueron en total pero sí sé que hubo alguno que
repitió más de una vez y por ejemplo hubo uno que me
dio las gracias efusivamente porque tenía según él "el
capricho" del sexo anal que casi nunca podía llevar a
cabo, y que a mi chica lo había podido hacer hasta
tres veces en esas dos horas. Me daban las gracias y
me decían que estaba muy buena y que volviese pronto
por allí... (en fin, algo lógico por otra parte, se ve
que no se lo pasaron mal...). Un señor algo mayor me
dijo que hacía mucho tiempo que no lo había hecho y
que cuando fue a la sala a masturbarse un poco nunca
podía imaginarse que iba a poder follarse a una chica
joven, que era como un sueño para él...

Todas esas cosas me encantaba escucharlas, mi chica
había sido de todos ellos y habían hecho con ella todo
lo que les vino en gana, era su juguete, como una
muñeca de las que vendían en el sex-shop pero en vez
de las hinchables de carne y hueso. Ella siempre
aceptaba todo con su sonrisa, si querían les chupaba
la polla, si querían se la metían por el culo, si
querían se la metían en su chocho..., suave o
fuertemente, siempre como quisieran. Era una gozada
verles abrocharse la bragueta después del trabajo
realizado con mi novia, verles darle un beso al
marcharse a la vez que le tocaban el coño por enésima
vez, esta vez a modo de despedida...

Y allí se quedó ella acostada sobre las butacas, me
puse sobre ella y le di un beso. Cuando se iba a
levantar vi que le costaba porque debía de sentir
dolor en sus partes con tanta penetración pero tampoco
se quejaba y, de hecho, yo tampoco pensaba que la
noche se había terminado. Me la llevé desnuda y con
sus ropas en la mano, ahora que había más luz veía que
estaba llena de semen, en algunas partes era seco, en
otras era húmedo recién echado; por las piernas le
corrían hilillos de ese semen que le salía de sus
agujeros más íntimos. Era muy excitante verla así.

Llegamos a la tienda y el chico nos dijo que pasásemos
a una habitación que tenía allí al lado de una especie
de despacho, me decía que sería excitante probar algún
juguetito de la tienda con ella y que tenía muchas
ganas de follársela. Al entrar en la habitación me
llevé una sorpresa porque era bastante grande de lo
que pensaba y, sobre todo, porque habían 3 chicos
jóvenes sentados en una especie de sofá. Le dije que
pensaba que quería estar solo y él me dijo que sí que
quería disfrutarla solo pero que había avisado a unos
amigos de siempre para esa ocasión que, según él, no
se suele presentar muy a menudo...

En el centro de la habitación había una cama bastante
grande y me dijo que la acostara allí; los chicos ya
pudieron ver desde el principio todo su cuerpo al
estar desnuda. Cuando le vi llegar con unas esposas le
dije que no me gustaban los juegos de ese tipo pero él
me comentó que no me preocupase, que era sólo para que
no se moviese y poder disfrutar más de sus posiciones.
Y así fue, le cogió los brazos y abriéndolos los
sujetó a la parte superior de la cama, a continuación
lo mismo hizo con sus piernas..., ella seguía
dejándose hacer sin hacer el menor gesto. La situación
volvía a ponerme muy cachondo, allí estaba ella
totalmente abierta a la vista de 4 desconocidos. Ante
esa visión no tardaron en acercarse a ella y empezar a
acariciarla, sentí un ruido y vi a la chica con la que
había estado mirando la escena, al parecer no iba a
participar y, era una pena.

Ella gemía pero al estar esposada no se podía casi
mover, los chicos se desnudaron enseguida y empezaban
a tocarla, uno de ellos se sentó encima de su cara y
la obligó a que le chupase la polla, después los
huevos y hasta el agujero del culo. Eso me excitaba un
montón, ahora mi nena era poco menos que una esclava
para ellos, aunque la situación de antes tampoco
difería mucho a esta salvo en las esposas...

Otro chico me enseñó dos vibradores de un tamaño
bastante grande y por un momento me pareció hasta
demasiado fuerte que se los pusieran, aunque no
tardaron en convencerme y al momento vi como se los
colocaban uno en el coño y otro en el culo. A pesar de
haber sido tantas veces follada esa noche les costó
meterlos hasta el fondo por su enorme grosor y tamaño,
ella al principio se quejó un poco pero un chico
rápidamente empezó a besarla y enseguida se dejó
hacer. Con los vibradores colocados empezó a
retorcerse de placer allí mismo, era una pasada ver
así a mi novia y, de hecho, nos separamos un poco
todos de ella y nos pusimos a los pies de la cama para
observar un rato la escena, estábamos todos muy
excitados.

Luego le pusieron los aparatos para que vibrasen con
menos potencia y ella se calmó un poco, tenía todos
sus agujeros ya muy abiertos y ya tenía ganas de que
le quitasen los juguetitos para ver ese enorme agujero
del culo que se le iba a quedar. Sin embargo parecía
que la cosa se prestaba a jugar y a experimentar más
cosas y un chico me enseñó un par más de vibradores
más pequeños y me dijo que si quería que probáramos a
metérselos en el coño con el otro grande. Yo ya
aceptaba cualquier cosa y vi como un chico movía
primero el vibrador grande como para hacer más hueco y
luego intentó meter otro, el más grande de los otros
dos. Otro mientras, le puso su polla en la boca para
evitar que se quejase y al final se lo consiguió
meter, estaba claro que el tercero no podría entrar
pero la visión de Sandra así era increíble, tenía dos
vibradores en el chocho,uno de ellos bastante grande,
y otro grande en el culo al que además subieron su
potencia para gusto de ella. Uno de ellos me dijo que
nunca habían hecho estas cosas y que estaban a mil,
que si consiguiesen abrir tanto su coño les gustaría
intentar follársela dos a la vez por allí. A mi eso me
pilló un poco de sorpresa pero luego pensé en lo
excitante que podría ser.

Pues allí estaba ella, con 3 vibradores y lamiéndole
el agujero del culo a un chico que estaba sentado
sobre su cara. Les gustaba mucho verla así y pasaron
casi todos por su cara, uno de ellos se corrió una vez
más en su boca; se dedicaban a pellizcar sus pezones,
a mover los vibradores y ver como se retorcía de
placer, en una ocasión estaban haciendo eso mientras
la besaba y pude ver como estaba de excitada. Yo
quería más y les pregunté por más juguetitos, me
dijeron que podían ponerle una especie de pinzas en
los pezones que le darían algo de dolor pero no
excesivo, y sí mucho placer. Me pareció buena idea, ya
quería cualquier cosa, y un chico se los colocó. Ella
gritó pero enseguida se calmó y entre los vibradores y
ahora las pinzas estaba rota de placer. Volvieron a
sentarse sobre ella, a humillarla sacándole la lengua
y pasándosela por su culo, a frotarse con ella una y
otra vez en esa posición, a jugar con las pinzas de
las tetas... Estaba excitadísimo de nuevo y hasta me
llegué a sentar yo encima de su cara para probar que
estaba totalmente a merced de aquellos chicos.

Le quitaron los vibradores e hizo su aparición un coño
enorme pidiendo pollas y un culo dilatado como nunca
había visto, era una pasada. Tardaron poco en
llenarlos, uno se colocó debajo de ella y tuvieron que
quitarle las esposas para conseguirlo, no tuvo ninguna
dificultad para encontrar su culo y metérsela, otro se
fue a su chocho y de nuevo estuve ante una doble
penetración, ya no sé cuantas llevaba, era un bautismo
brutal. Otro se ocupaba de su boca y allí estaban
bombeando sacando y metiendo, sentía el "choof" al
entrar y salir, gemía y disfrutaba como una loca, y yo
aún más viendo la escena. El cuarto chico y yo nos
entreteníamos con las pinzas de los pezones, la besaba
por todo su cuerpo, iba a mi nueva posición favorita y
veía como los dos se la metían sin cesar en unos
agujeros ya muy dilatados, me coloqué entre ellos como
pude y empecé a chupar esa zona entre los dos
agujeros, sentía los fluidos caer, es una sensación
indescriptible gozar así tan cerca como dos chicos se
están follando a tu novia, como sus dos agujeros más
íntimos y sagrados se convierten simplemente en
lugares donde cualquier chico puede satisfacer sus
deseos sexuales. Después de un rato así intentaron lo
que me habían dicho antes, no sabía si podrían llegar
a hacerlo pero se colocaron para intentarlo, querían
que tuviese dos pollas en su coño.

Yo me puse lo más cerca que pude e intentaba abrírselo
para que pudieran hacerlo, al final lo consiguieron
aunque no pudieron entrar del todo; de todos modos, la
situación era fantástica y en esa situación me fui con
mi polla hacia su boca mientras veían como la follaban
así. Me corrí una vez más y le llené la boca del poco
semen que ya me podría quedar después de la nochecita
que llevaba. Al rato los chicos se terminaron
corriendo y le regaron el coño de nuevo, mientras
tanto otro le tiraba de las pinzas de los pezones para
hacerle dar pequeños gritos; y tras acabar yo con su
boca se puso el que quedaba y además lo hizo de una
forma brutal, era casi lo que le quedaba a la noche.
Mientras los dos se corrían en su chocho y el otro le
tiraba de las pinzas, el cuarto se la metía y sacaba
de forma brutal en la boca, ella aguantaba por el
placer pero a buen seguro que sintió también bastante
dolor con todo ello, la agarraba del pelo y la guiaba
en cada movimiento de cadera que hacía. Después de esa
salvaje acometida se acabó corriendo también en la
boca y al hacerlo le tapó la nariz para que se lo
tragase todo; ella hizo un gesto como de devolver pero
no tuvo más remedio que acabar tragándose toda su
lefa. Lejos de molestarme hasta me excitó poder
contemplar aquel pequeño síntoma de violencia y de
total sumisión de mi novia, aquella noche estaba
empezando a experimentar sensaciones que nunca había
conocido, y no digamos ella.

Le tocó finalmente el turno al que había "organizado"
todo aquello, como había dicho al principio nos dijo
que ahora quería disfrutarla él solo y al instante se
puso manos a la obra. El chico, al que se le notaban
sus buenas horas en el gimnasio, se puso a besar cada
centímetro de la piel de mi chica, ella ya no estaba
esposada pero abría las piernas y se retorcía de
placer cuando él se aproximaba a sus zonas más
erógenas. Se estuvieron besando abrazados durante un
largo rato, era una situación muy excitante para mi,
sentado allí al lado contemplando la escena, no sentía
celos, sólo placer y excitación. Ella estaba muy
excitada y cuando llegó el momento en que él la
comenzó a penetrar abrió las piernas al máximo y las
arremolinó alrededor de su culo para sentir aún más
adentro su polla; la verdad es que no sé cuantas veces
se corrió a lo largo de aquella noche loca, supongo
que muchas y eso favoreció a su estado, pero en ese
momento lo pude ver con mis propios ojos cuando vi sus
piernas temblar ante las embestidas de aquel chico, se
estaba corriendo y gozando como una auténtica perra en
celo allí con aquel desconocido estando yo y otros 3
desconocidos de testigos. Tras ello él se la sacó y
acabó corriéndose encima de su cuerpo, dejándole las
tetas todas llenas del líquido espeso.

Aquello parecía que iba a ser el epílogo de aquella
noche mágica, me acerqué a ella y enseguida me abrazó;
seguía en ese estado en el que llevaba toda la noche,
necesitaba dormir muchas horas y al despertar quizás
sólo pensase que había sido un sueño, si es que
llegase a acordarse de algo. Me dispuse a vestirla y
tras despedirme de aquellos chicos nos dirigimos al
coche para dar por terminada aquella noche.

Todo empezó con una fiesta a la que iba a asistir y
sobre la que había puesto esperanzas de que algo
excitante pasase y al final acabé convirtiendo a mi
novia en un juguete para cuantos hombres se quisieron
aprovechar de ella. La dejé en su casa y me fui a la
mía, estaba muy feliz y con ganas de repasar cada
momento que había vivido. Al día siguiente cuando la
fui a buscar para salir de tarde estaba muy dolorida y
me hacía preguntas sobre la noche, no recordaba nada,
yo sólo me limitaba a decirle que lo había pasado muy
bien y que habíamos tenido unas sesiones de sexo en
casa fantásticas.

 

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