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Travesuras de mi hermana Oris | Relatos Eróticos de Fantasias

Publicado por Anónimo el 22/02/2018

Nuestros padres se fueron a comprar unas bocinas para el negocio y al regresar abrirlo y atenderlo, por eso nos dijeron que vigiláramos al albañil que estaba trabajando en la casa resanando y pintando un tragaluz, y como yo fui a dejar una tarea a una compañera, mi hermana se quedó con el albañil.
Me tardé como una hora y cuando volví a la casa entré directo al tragaluz y vi al albañil volteando hacía arriba y sobándose el paquete, al verme se hizo tonto y salió al patio a decirle a su hijo Jair como de 18 años que hiciera un poco de mezcla, entonces me coloqué donde estaba el hombre albañil y voltee hacia arriba, donde mi hermana Oris estaba trepada en un andamio con un vestido floreado amplio a la altura de las rodillas, y sus piernas se veían como altos y frondosos troncos desnudos y en la copa de su puto culo tenía ensartado el nylon de un diminuto calzón blanco dejando al descubierto las redondeces de sus nalgotas.
Le dije que para qué estaba allá arriba si se podía hasta caer, ella me dijo que estaba lavando la ventana porque estaba muy percudida por fuera llena de sarro, entonces le dije que se bajara porque desde ahí abajo se le veía todo, y ella bajó riéndose al tiempo que no me perdía detalle del espectáculo más hermoso del mundo, porque la pura verdad "el mejor de los mundos es el culo de mi hermana". ¿Apoco se me ve todo? Dijo estando abajo. Te estaba viendo las nalgas el maestro albañil traes el pinche calzoncito bien metido en el fundillo. Ella volvió a reírse y otra vez ¿apoco?
Poco después el albañil según se fue a su casa por otra cuchara y un nivel, y yo me fui por un saco de cemento. No me tardé y entré pero no vi al chamaco Jair y tampoco a mi hermana, entonces subí a su cuarto y nada, fui cuando me asomé por una ventana y vi a mi hermana recargada en el tinaco con el vestido levantado hasta el ombligo y los calzoncitos hasta las rodillas, mientras Jair le lamía los pelitos y la panochita, así estuvieron como 5 minutos, luego mi hermana recargó a Jair en el tinaco y ella tomó su lugar, se arrodilló y le bajó la bermuda al chamaco moreno y delgado tipo costeño, entonces Oris buscó entre los vellos de Jair el pitito como del tamaño de un pulgar, y se lo paró a puras mamadas alcanzando el tamaño como de 7 centímetros que mi hermana de un bocado los saboreaba, y con las manos acariciaba los grandes huevos del chamaco, mi hermana también le chupó los redondos huevos y volvió a mamar su verguita con muchas ganas como queriendo hacerlo venir para tragarse sus mecos, pero en eso regresó el albañil y el show de mi putita hermana se terminó.
Más adelante contaré otras travesuras y puterías calientes de mi nalgona y putita hermanita Oris. Hasta luego.

 

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