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El tanga del piolin | Relatos Eróticos de Fetichismo

Publicado por Anónimo el 30/11/-0001

Hola, mi segundo relato, je je aunque claro está no es la continuación del anterior ya que no se ha producido aún... pero bueno me dispongo a contar otra situación que me pasó no hace mucho, tal vez ya un poco porque últimamente estoy falto de cariño y algo salidorro, cosa que yo casi nunca he estado (no penséis demasiado mal chicas :P ).

Bueno hará un mes o cosa así viaje a Málaga para verme con unos amigos, ya que ellos están estudiando allí. El caso que allí tengo familia, primas, y llevaba ya un par de años sin verlos, y la verdad tenía que pasarme al menos para verlas un día. Así que eso hice, me fui una tarde después de comer con mis amigos cogí el autobús y fui a casa de mi tía. Allí me recibieron con sorpresa, aunque ya llamé la noche anterior para decir que estaba en la ciudad. Y me reencontré con mis dos primas, una la mayor con veintidós años, morena, un buen cuerpecito y no muchas tetas. Y la otra más bajita bastante guapa de cara y algo más de delantera.

Estuve con ellas hablando de como nos iba la vida y tal y nos pusimos a ver una peli. Yo me quedé mirando a mi prima , la mas bajita, y por un momento no se porqué vino a mi la imagen de ella en sujetador. Ya que hará dos o tres años, siempre que iba a la ciudad a verlas, muchas veces íbamos de compras. Y como en aquellos tiempos yo tendría unos 15 ó 16 años y estaba con las hormonas revueltas, siempre intentaba mirar a través de un probador a alguna muchacha cambiándose. Y una vez que vi a una chica descuidada que se dejó un poco abierto la cortina de un probador, y vi de espalda como se quitaba una camiseta y se daba un cuarto de vuelta, dejando el perfil de un buen par de tetas no muy grandes, normalitas pero bien firmes, yo me quedé un poco mirando como un bobo, hasta que me di cuenta que era mi prima!, entonces no se entre vergüenza y miedo de que me pillara aparté la cara y me fui a dar una vuelta por la tienda. El caso es que aquello me excitó bastante, y ahora que la estaba viendo, otra vez, más hecha una mujer e imaginando cosas... Pero bueno era mi prima así que aparté eso de mi mente y continué viendo la película.

Al rato ya cuando acabo la película, mis primas se tenían que ir, yo como aún no me habían llamado mis amigos mi tía me dijo que me quedara en la casa hasta que llamaran. Ella se iba a ir a acercar a mis primas. Así que me quedaría solo en casa, supongo que me tocaba aburrirme.

Me puse una película, que ya había visto, y me puse a ver los extras, en ellos salían algunas partes un par de chicas en bikini. Yo sin darme cuenta me empalmé, y me estaba tocando por encima del pantalón sin darme cuenta. Entonces vino a mi mente la imagen de mi prima en sujetador, así que me desabroché el pantalón y ahora con la polla algo más dura, comencé a masajearme por encima del calzoncillo...

De pronto se me ocurrió, una cosa que había leído y también visto en muchos sitios, el oler la ropa interior de alguna chica, algo que yo nunca había hecho, pensando que era de degenerados, pero dije, ¿porqué no probarlo? yo estaba cada vez más caliente, así que me dirigí al cesto de la ropa sucia y busqué, encontré un bonito tanga rojo con un dibujito de piolín en la parte delantera, ya que la trasera solo era un hilo rojo, me acerqué el tanga a la nariz, justo la parte en la que pilla el coñito e inspiré fuerte, me penetró hasta el cerebro ese fuerte olor al dulce conejito de mi prima que hizo que mi cuerpo entero se estremeciera de placer.

Así que me dirigí a la salita y allí me senté en el sofá y comencé a masturbarme mientras olía fuerte el tanga de piolín, estremeciéndome y disfrutando con cada esnifada, y pajeándome despacito, sin demasiada velocidad para disfrutar durante todo el momento, entre el olor y mi mano masajeando mi pene. Al final tras unos diez minutos, que forcé yo un poco por si volvía mi tía, aunque bien hubiera preferido seguir durante un buen rato, me acabé corriendo.

Fui al cuarto baño a limpiarme, aún con el tanga en la mano y a pesar de todo oliéndolo , como si no me quisiera despedir de ese olor a gloria. luego lo dejé en su sitio en la ropa sucia y me senté a seguir viendo los extras de la película tan tranquilo hasta que a los 10 minutos volvió mi tía.

 

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