Relatos Eróticos Filial

Mi suegra mi amor | Relatos Eróticos de Filial

Publicado por Daniel el 20/09/2023

Soy casado hace más de 20 años y soy una persona normal 1.85 de altura, más bien flaco aún tengo todo el cabello y físicamente bastante bien.
No fui infiel, no porque no pude sino porque elección personal. Durante muchos años tuve un deseo oculto que fue mi suegra, la deseaba, pero no daba cuenta. Un día charlando con un amigo de la familia, más que amigo, uno más de la familia por el paso de los años. En una charla me comenta:
- Que linda mujer tu suegra.
- Le digo sí. ¿Qué se yo?
- Te digo que es muy hermosa.
- Si vos lo decís.
- No solo lo digo yo. El otro día bien que la mirabas con el pantalón negro ajustado.
- ¿Yo? No la miraba. Vos la mirabas y la culpa es mía.
- Bueno no te enojes. Te vi que la mirabas 3 o 4 veces.
- No me enojo, la miraba porque estaba ahí.
- Bueno no te ofendas un comentario.
- Sí, pero una idea tuya. No quiere decir que viste lo real.
- Discúlpame.
- No hay problema.
Prepare de cenar, mientras pensaba lo que me comento y no estaba lejos de la realidad. La había estado mirando más que por mirar. La verdad que es una mujer grande en ese momento poco más de 50 años y tenía y tiene un cuerpo bárbaro. Cenamos y decidí llevarlo a su casa en mi auto, ya no maneja por un problema en la vista. Hablamos de cualquier cosa, no quería volver al tema. Lo dejé y me despedí. A la vuelta seguía pensando sobre el tema y la verdad que mi cabeza empezó a fantasear y tuve que detenerme, porque me había excitado muchísimo con esa locura a tal punto que no podía disimular mi erección.
Ese fue el detonante que no pudiera sacármela nunca más de la cabeza. Durante 20 años me masturbe con mi suegra por lo menos 1 vez a la semana, buscaba videos porno de suegra, relatos de suegra, toda mi vida y mis fantasías pasaron siempre por ahí. Y nunca pude sacármela de la cabeza.

Un domingo me dice mi mujer.
- Vienen mis padres a la tarde.
- ¿A qué hora? Quería irme a acostar.
- En un rato ya salieron. Pero anda a dormir tranquilo.
- Bueno. Vemos. Quería verla inconscientemente.
Llegaron 40 minutos después, cuando la vi no lo podía creer estaba esplendida, hermosa. Tenía un Calza ajustada color azul que le marcaba la cola, tan ajustado era, que se notaban los elásticos de la bombacha, me saludo y se paró al costado, se veía el triangulito del placer ajustadísimo con la zanjita bien marcada, como una fruta dulce, se veía delicioso y una remera que marcaba sus senos naturales y hermosos, su sonrisa y sus labios, su boca, merecen un párrafo aparte son gruesos y sensuales, dan ganas de besarlos por el resto de la vida. Tomamos algo, había almorzado bastante, la verdad tenía sueño, trataba de no bostezar, pero no aguantaba. Mi mujer me dijo anda a acostarte un rato, en ese momento de lunes a sábado trabajaba más de 14 horas al día y tanto mi suegro como mi suegra dijeron anda tranquilo acóstate un rato. Me levante me fui a la habitación, cerré la puerta, me saque la ropa duermo desnudo y me acosté. Otra vez comencé con mi fantasía e instantáneamente me puse al palo, con secreciones importantes, acto seguido me destapé a fin de no manchar las sabanas y me masturbé levemente imaginando poseer a esa mujer. A decir verdad, no alcance a desvestirla cuando eyacule chorros impresionantes de semen, el primero llego a mi cuello ensuciándome todo el torso sin exagerar e interminables sensaciones tanto de placer, como de saciedad. Me limpien con el calzoncillo, lo escondí y me dormí.
Nunca pude dejar ni mi fantasía, ni de masturbarme con mi suegra, la mujer de mis sueños como dije antes- Pasaron años, pero jamás tuve la oportunidad de manifestarle absolutamente nada a pesar de las visitas, salidas, fiesta y cumpleaños. Algunos diálogos subidos de tono, pero solo en chiste de mi parte insinuando tener sexo en una oportunidad y ella contestando “eso es lo que vos queres” y la verdad que es lo quería. Siempre había gente, no mucho más que eso había logrado en 20 años.
Hace algunos meses vinieron nuevamente a mi casa para un almuerzo en familia y se olvidaron algo en la casa que debían traer como yo estaba cocinado, tuvo que volver mi suegro, protestando y culpándola de olvido de mala manera. Por lo que mi esposa se levantó, le dijo voy con vos, te acompaño. Quedamos los dos solos por primera vez en 20 años.
- Siempre tengo la culpa yo dijo ella.
- No le de importancia. Ya está ahora tiene que volver.
- Pero siempre lo mismo dijo, con los ojos llenos de lágrimas.
- No se haga problema, porque no le discute. Siempre hace lo mismo un día hay que plantarse y revelarse.
- A esta altura ya no se puede hacer mucho.
- Siempre se puede hacer. Los que no hacen, nunca tienen resultados. Yo le digo sinceramente de corazón, usted es una hermosa mujer.
- Ya estoy grande.
- ¿Grande? Si usted decidiera en este momento salir con un hombre, por favor póngame a mi primero en la lista, porque sinceramente le digo yo a pesar de la diferencia de edad, si pudiera no dudaría un segundo en hacerle el amor. No le digo encamarse. Le estoy diciendo hacerle el amor como corresponde, con todos los chiches, usted es una mujer con todas las letras. Había metido la pata y ella se quedó petrificada.
- ¿Que?
- Como lo escucho. Siempre me pareció una mujer impresionante. Y si pudiera no dudaría un segundo en hacer todo lo que se merece. Pero mejor dejémoslo ahí, es solo un comentario.

Ya lo había dicho y la macana estaba hecha. Así que me levante fui a la cocina. Después de uno minutos se acercó.
- ¿Vos crees que está bien lo me propones?
- No yo no le propuse nada, solo le hice un comentario. Y es mi opinión. Nada más.
- Vos me estás diciendo que harías el amor con la madre de tu mujer.
- No yo le dije que le haría el amor a usted. Que sea la madre de mi mujer es secundario. Lo haría por usted y por la atracción que siento desde hace años, desde que la conozco, puedo recordar cada día y como vino vestida. La ropa que más me gusta cómo le queda: La pollera blanca a la rodilla, el short corto azul, el pantalón de gimnasia verde, las calzas negras, el pantalón ajustado el blanco y el negro también. Y esas calzas azules que tiene ahora que le marcan el cuerpo y para mi es una Diosa que no puedo dejar de desear. Mientras me arrimaba, ella bajo la cabeza.
- No sé qué decir.
- No diga nada, es lo mejor y la tome de las muñecas. Usted debe saber que es una mujer impresionante. Usted tiene que darse cuenta. Y apoyo su cabeza en mi hombro. La abracé fuerte, no pude disimular mi erección. Y ella lo noto. Espero no se enoje, pero todo lo que le digo es verdad y está demostrado a flor de piel. Sabía que sentía mi verga en la cintura.
- No estoy enojada. Se separó un poco, me miro. Estoy sorprendida.
- Si me mira así la voy a besar.
- Hace lo que tengas que hacer.
La bese primero varios picos suaves y luego busque sus labios y nuestras lenguas se encontraron un rato largo.
- Te voy a tocar toda no puedo más. Mirá. Tomé su mano y la hice tocar mi bulto.
- Hace lo que tengas que hacer. Veo como estas, me doy cuenta. El único problema es el tiempo.
Busque el celular en la habitación y llame a mi esposa. Le pregunte donde había guardado una tontería, me contesto y le pregunte: ¿dónde estaba? Me dijo la verdad recién saliendo porque me encontré con Miriam en la estación de servicio y nos quedamos charlando. ¿En la estación Shell Acá? Pregunte. Si. Bueno le dije no hay problema tenes 1 hora y 1/2 hora. ¿Si más o menos, algún problema? No para nada para saber por la comida, no hay problema.
Regrese la tome de la cintura y la bese, cuando pude dejar de besarla le dije hay tiempo. Se demoraron así que tenemos tiempo, no todo el que quisiera, pero hay tiempo. Le saque el buzo y la remera. La besaba sin parar le quite el corpiño y le besaba los pechos, se los comía. Estaba tensa.
- Por favor te pido tranquilízate. No te gusta me detengo.
- No. Claro que me gusta, pero estoy muy nerviosa.
- Yo también, pero te deseo muchísimo más que los nervios que tengo, quiero que disfrutemos. La gire tome sus pechos desde atrás y le besaba el cuello. Su piel se erizo y lanzo un aaaahhh. Solté un pecho y la tomé de la ingle para apoyarle mi vara dura en la cola. Metí mi mano en su vulva por fuera de la calza, se sentía caliente, con los labios bien presentes. Quise meter la mano por arriba, pero estaba muy ajustada.
- Aaaahhhhh. Aaaaaahh. Espera que me la saco.
- No, te la saco yo ¿Te gusta mi vida? ¿Te gusta mucho?
- Si me gusta mucho. Aaaahhhh. La volví a girar le bajé apenas la calza y bajo con la bombacha, la levante y la senté en la mesa. Saque sus zapatillas y las medías. Logre sacar la calza apoyando luego sus piernas en mi hombro. La coloque a un costado y empecé a besarle las pantorrillas, luego pase una pierna por sobre la cabeza al otro hombro. Y pude ver su sexo rosado, con labios pronunciados y grandes. Seguí por los muslos. Cuando iba a adentrarme para comerle el sexo me detuvo.
- ¿Pará que haces?
- Te voy a comer toda.
- Eso no, jamás hice una cosa así.
- No.
- No nunca, no seas asqueroso.
- Siempre hay una primera vez. Por favor déjame.
- No. No. No.
- Por favor te lo pido déjame intentarlo, si no te gusta paro.
- Bueno, a regañadientes me lo permitió.
Volví a comenzar, pero más acelerado, llegué a los muslos y abrí sus piernas. Pase mi lengua muy despacio. Y moje y le mordí lo labios vaginales con los míos. Metía la lengua en su vagina lo máximo que pude.
- Aahhhh. Aaaaahhh. Que me haces.
- Te como la concha, la como toda.
- Mmmmmm Aaaaahhhhhh.
Metía y sacaba la lengua en el canal vaginal, saboreando todo su sexo. Luego pase a lamer sus labios, como una perra a un cachorrito, limpiando todo como un gatito, era toda mía, luego separe los labios con la lengua, para estimular el clítoris. No pudo resistir mucho tiempo en un momento se arqueo toda y sus piernas temblaban, todo su cuerpo temblaba. Con un leve gemido.
- Mmm, ahhhh pero no se soltaba, esta reprimida. La deje lamer, porque después de acabar no admitía contacto. Bese sus piernas un buen rato la incorpore Y la bese.
- Te siento como tensa. Tenes miedo de disfrutar.
- Un poco tengo mucha vergüenza.
- No logro cambiar la vergüenza por placer.
- Claro que sí, fue fantástico me encanto. Me quite la remera tenía calor y estaba muy caliente, acaricio mi pecho, volví a besarla, sus caricias pusieron todo mi cuerpo como piel de gallina.
- Por favor estoy muy caliente.
- Yo también y veo cómo se te pone la piel.
- Toda la vida espere esto. Me separe un poco, afloje el cinturón, desabroche el pantalón, me baje el calzoncillo y mi verga salió como un resorte con todo su esplendor. Se sorprendió.
- Miércoles, tenes algo importante guardado que nadie ve. Y agarro mi tronco lo movió un par de veces. Y no pude aguantar.
- Aaahhh, que cosa más hermosa. Aaaaaahhh. Me dolían los testículos, me explotaban. Tanto tiempo esperando y no poder disfrutar, estaba al límite de detonar.
- ¿Te gusta?
- Muchísimo. Pero te la quiero poner. Por favor. Pero quiero que sientas que disfrutes, sin vergüenza.
- Lo voy a intentar.
La atraje hacia mí, dejando su vulva al borde de la mesa. Separe sus piernas. Pase bastante saliva por la cabeza de la verga que parecía un hongo gigante e intente jugar en el ingreso de conchita, hasta poder ingresar apenas la cabeza. La volví a sacar para mojarla nuevamente. Y pasé la cabeza, luego fui hasta el fondo con todo lo que tenía, la temperatura de esa vulva era algo que me estaba volviendo loco. Mi verga no entendía nada, era una gelatina caliente. Introducía y sacaba mi pija en su totalidad para volver a ingresar lentamente. Le pedí que se recostara levante sus piernas para empezar a penetrarla como una perra.
- Mmmm. Aaaahhhhh. Aaaahhhhhhh.
- Que hermosa conchita tenes está caliente-
- Aaahhhh. Aaaaaahhhh.
- ¿Te gusta mi verga? Mamita aaaaahhh. ¿Te gusta?
- Siiiiiii. Siiiiiiii. Mmmmmmm.
- Siempre te quise garchar me calentaste toda la vida. Aaaaahhhhh. Toma Poronga mi vidaaaaaa.
- Por favor paráaaaa.
- La saque me detuve. ¿Te estoy lastimando?
- No que pares de decirme esas cosas, me calientan mucho, me estas volviendo loca. Pero no me lo saques la quiero adentro. Estaba logrando que se soltara y también evitando que saliera todo el semen que no iba a aguantar mucho tiempo. Volví a la carga con movimientos lentos. Para luego acelerar el ritmo.
- Mira cómo te rompo la conchita. Te la voy dejar toda colorada.
- Siiiii. Rómpemela Toda Aaahhhh. Toda, toda.
- Quería verga esa concha. Te voy a sacar toda la lechita. Necesitaba que te la pusiera alguien que te deseara en serio como yo. Dame la lechita mamita.
- Si te la voy a dar toda. Tomaaaa. Tomaaaa. Tomaaa. Aaaaahhhh, aaaaaaahhhhhh. Mmmmmmm. Temblaba como una hoja, me detuve no por ella, sino por mí, pero sin sacarla.
- ¿Mi amor, tenías muchas ganas?
- La verdad que no, pero me agarraron inmediatamente con el primer beso. Y me siento en el aire.
Pasaron un par de minutos cerré sus piernas y las coloqué sobre mi hombro.
- Ahora si vas a sentir. Con las piernas cerradas empecé a serrucharla.
- Ayayay. Ahora si la siento, que pedazo de verga. Me toca por todos lados. ¿Dónde estuviste toda la vida?
- Estaba al lado tuyo deseándote y no me dabas bola. Por eso ahora te voy a dejar la concha toda abierta. Mira cómo te la meto hasta el fondo.
- Siii, aaaaaaaahhhhh, aaahhh.
- No puedo más, se me sale la leche.
- Si acaba conmigo mi macho. Aaaahhhh. Aaaaaahhhhh
- Quiero más lechita. Dámela toda.
- Tomaaaa, aaaahhhh, aaaahhh. AAAAAAHHHHH.
La saque, la moví un par de veces y salieron 3 chorros de esperma blanco que quedaron al costado sobre la mesa. Tres chorros impresionantes, mis piernas se doblaban, mis gemidos eran impresionantes. Cuando termine arrime una silla, me saque el pantalón y el calzoncillo de los tobillos y puse sus pies sobre mis muslos mientras le acariciaba las pantorrillas y los muslos. Pasaron uno minutos y me pregunto.
- ¿No querías acabarme adentro?
- Por supuesto que sí. Y acariciaba sus piernas, claro que quería dejarte todo adentro.
- Y que tenías miedo de dejarme embarazada. Y se reía, jajajajaja.
- No justo eso no. Pero como tengo como….. Mire el celular habían pasado 25 minutos de llamada.
- Tenes qué?
- Tengo una hora más y pienso hacerte el amor otra vez, no puedo darme el lujo de que te laves y perder el tiempo con esa tontería.
- ¿Otra vez?
- ¿No queres que te vuelva a garchar mi hembra?
- Si.
- Queres que te coma otra vez y la besaba, me fui otra vez a su concha.
- Estoy toda sucia.
- Te limpio toda, te la dejo bien limpita.
- Aaahhh. Nunca me hicieron esto, pero me encanta aaaahhhhh.
- Y a mí ni te cuento, mmmm. Y le comía el chocho. Mmmmm.
- Si seguís así, me vas a hacer acabar otra vez.
- ¿Y no queres?
- Siiiii. Aaahhhhhh, aaahhhhh. Mi verga se había endurecido otra vez. Pero yo seguía en mi delirio, le estaba comiendo la concha como un hambriento, ella disfrutaba, pero yo estaba enloquecido de placer, de pasión la deseaba con todo mi ser.
- Qué cosa más rica. Se sentó y agarro mi nuca.
- ¿Te gusta?
- Vos no hables mientras me chupas la argolla, no se habla con la boca llena, no pares de chupármela por favor. Aaaaahhhhh, aaahhhh. Cómetela, sácame todo, sácame la calentura, aaahhhh, aaaahhhh, vos pensaste que vos solo me querías coger, yo también quería que me cojas. Desde el primer día que te vi, cada día de mi vida por lo menos una vez al día, soñaba en que aparecieras y me hicieras esto que me estás haciendo. Aaahhhhh, aaaaahhhhh, me imaginaba que me sentaba arriba de esa verga y me la enterraba toda hasta el fondo. Aaahhh, aaahhhh, tomaaaa, querías mi acabada tomaaaaa aaahhh, tomaaaa, tomaaaaa. Obedecí y metí mi lengua en su vagina a recuperar lo que pude. Me levante la baje de la mesa, la bese y me respondió con toda su lengua.
- Mi amor como estas.
- Recaliente. Pero vos también mira como esta otra vez, bien parada.
- Vos la pones así toda dura. Tome el celular y camine unos pasos y con el índice le hice que se acercara. Vino inmediatamente y la tome de los hombros para llevarla al sillón.
- ¿Tenemos tiempo?
- Por ahora sí, mirando el celular.
- Que macana estar apurado y tener tantas ganas de seguir.
- Podemos arreglar otro día y con más tiempo. A mí no me gustaría que esto termine acá.
- No sé cómo voy a hacer, pero si vos no queres que termine acá yo mucho menos. La hice avanzar tomándola del hombro, apenas paso le di un chirlo en la cola suave y mirándolo le dije:
- Esa cola y yo tenemos que hablar muy seriamente. (Pero esa será otra historia, porque hablamos y un largo tiempo).
- Esa cola es 0 KM. Nunca fue de nadie a pesar de haberlo intentado, nadie pudo.
- Por eso llego el dueño. Ya lo vamos a discutir con tiempo. Y me senté en el sillón. Querías enterrarte la verga, acá la tenes, subí al caballito que te lleva una vueltita. Paso una pierna sobre la mía. Y le dije para que la mojo un poquito.
- No, no. Bajo la pierna abrió las mías y se arrodillo. A lo que me miro y me dijo: nunca hice esto, pero esto lo merece. Metió su boca en mi verga primero como con miedo. Pero en muy poco tiempo tomo confianza. Muy suavemente.
- Si mi amor, que cosa más hermosa, así despacito como me gusta, move esa lengüita.
- Por favor enséñame, porque nunca lo hice. Te lo juro.
- Me parece que siendo tan suave no tengo que enseñarte nada, me gusta mucho. Aaahhhh.
- A mí también me gusta, nunca pensé hacer esto a nadie.
- Viste toma verga. Cada vez la introducía más, Hasta que se la comió toda completita hasta que su nariz toco mi pelvis. Eso me excito muchísima nunca lo había logrado. Aaahhhhh, cosita, te la estas comiendo toda, aaaahhhhh.
- Si toda me la como.
- No se habla con la boca llena, eso me los enseñaste vos. Aaahhh, ahhhhhh. Me estas volviendo loco. Pero paremos porque no tenemos tiempo. Subite vení a dar una vueltita a caballito. Con esto no creo que te puedas caer.
- Seguro que no me voy a caer.
Con las piernas flexionadas a ambos lados, agarro mi verga y la puso en su conchita y como una pata incubando huevos, moviendo la cola, se la fue enterrando hasta meterla toda.
- Ahora si la tengo toda adentro.
- Si esta toda adentro de la casita. Te llene la casita. No sé si te diste cuenta. A los pocos minutos empezó a moverse como una loca.
- Así la quería enterrada hasta al fondo. Aaahhhhh.
- En serio querías que fuera a cogerte.
- Si porque voy a mentir, soñaba muchas tardes que venias. Aaaaaahhh que lindo esto. Que venías y sin mediar palabra aaaaahhhhh, aaaahhh y me besabas y me llevabas a la cama y me metías esa vergota. Nunca pensé los de la chupada de concha que me diste, eso fue una sooorpresa, aaaahhhhh, ni que te la ibaaaaa, aaaahhhh a chupar como te la chupe.
- ¿Y te gusto?
- Siiiii, que me chupes la concha me encantooooooo.
- ¿Y chuparme la poronga?
- Chuparte la poronga me gustó mucho más que vos me la chupes a mí. Aaaahahhh, aahhh voy a acabar otra vez aaahhhhh. Me gusta chupártela. Aaahahhhhh, aaaahhhh, viene, viene, aaaayyyyyyyyy.
- Tu concha es un infierno para mí, no sabes el placer que da, está muy caliente, me enloquece.
- Yo nunca en mi vida acabe tantas veces como con vos. Siempre una vez y algunas veces ni acababa, pero con vos, no puedo parar quiero más y más.
- Nunca se te ocurrió que te la pusiera en cuatro patas como una leona en celo.
- Claro que sí. Se le levanto y se puso en cuatro. Quedo toda su cola mirando el techo.
- Que cola más hermosa, la besé, la mordí. Siempre me volvió loco esta cola tan parada, siempre.
- Tanto te gusta.
- Muchísimo mira. Y metí mi lengua en su hoyito por fuera e introduciendo un poco la lengua.
- Para por favor siento electricidad en todo el cuerpo. Mmmmmmmm, aaaaahhhh. Haceme lo que quieras, hace lo que quieras. Rómpemelo todo.
- No. Lo deseo y mucho, pero esto tiene que ser placentero para mí, pero sobre todo para vos, apurado no sirve. Me coloqué detrás y le metí la verga hasta el fondo.
- Aaahhh si mi cielo, así méteme esa verga.
- Mira como le gusta mi verga a la señora. Y cuando en chiste un día le dije que si le hacía el amor no se iba a olvidar nunca más. ¿Qué me contesto?
- Que eso es lo que vos querías. Y que querías que te dijera vení a buscarme y méteme la verga cuando quieras y por donde quieras. Aaaahhhhh. Aahhhhh. Yo quería eso, pero no podía decírtelo.
- Mire usted, bastante putita resulto ser la señora.
- Siii, tu putita soy. Aaaahhhh.
- Quería que le metiera la poronga, como se la estoy metiendo. Le va quedar tan inflamada que no va a poder ni hacer pis.
- Aaaahhhh, sos un asqueroso, pero me gusta y decís cosas de salvaje. Aaaahhhh, pero a mí me gusta mucho aaaaaahhh. Aaaaaahhh. Toma, toma toda mi acabada tomaaaaaa. Aaaaaahhhhh. No puedo más.
- Te puedo pedir un favor.
- Claro.
- Déjame abajo y sentate encima de mí. Porque me parece una posición espectacular y siento que entra toda. Me acomode y se sentó la penetración fue total. La sensación indescriptible.
- La verdad que está bien adentro, la siento por todos lados.
- Es espectacular y se movía suavemente. La tome de las nalgas y al a enterraba hasta el fondo. Tome saliva en tres oportunidades para jugar en su ano.
- Me gusta es verga y ese dedito ahí también.
- Mira vos tan recatada y tan puta. Volví a llevar saliva con los dedos y empecé a introducir levemente el dedo. Y que más le gusta a la señora. Que la metan por la concha y por el culo a la vez como si tuviera dos machos para manejar a gusto y placer, porque es una diosa.
- Siiiiiii, aaaahhhh, aaahhhh.
- Y que se la monten todo el día.
- Siiiii, aaahhhh que hagan lo quieran aaahhhhh voy a acabarte otra vez. Aaaahhhh
- Yo también no aguanto más aaaahhhh, aaahhhhh, mamiiita que cosa más espectacular.
- Me vas a dar toda la leche, la quiero en mi casita, por favor déjamela adentro. Aaaahhhhh.
- Si queres la leche adentro, aaaaahhhhhh, aaaaahhhh y después cuando llegas a tu casa, te metes el dedo y te acordas de mí.
- Siiiiiiii, que lindo. Aaaaahhhhhh, aaaaahhhhhh muy buena idea.
- Y te vas a masturbar con ese dedito, con ese olor a mí. Aaaaaaaahhhh, aaahhhhh
- Siiiii, siiiii, aaaahhhhh me toco toda aaaahhhhhh-
Ambos acabamos a los gritos y yo saque otra producción de semen que ni imaginaba tener adentro, llenando su concha de leche. Ya no quedaba mucho tiempo. Cuando nos repusimos tomo la ropa fui al baño y yo a la habitación traje un protector femenino de mi esposa e ingresé al baño. Diciendo:
- Te traje esto por si queres guardar y hacer lo que te dije.
- Estaba preparando papel para llevármelo, lo tenía enroscado en la mano.
- Esto es mejor.
- Claro y lo puedo guardar de recuerdo. Te llevo adentro. ¿Sabes?
- Si y yo me quedo sin nada y la bese.
Yo me bañe rápidamente y cepille los dientes un rato después salió del baño estaba impecable nuevamente, hermosa. Le dije vamos al sillón hasta que regresen. Aproveche a besarla y acariciarla quedamos como nos comunicaríamos a futuro para que nadie se diera cuenta.
Unos 25 minutos después volvieron comimos, lavaron la vajilla y tomamos un café. Todo intrascendente, mi mujer puso unas cosas dulces y leche en polvo para el corte. Mi suegra lo corto y le pregunto que era con lo que corto el café y le dio la marca del producto y le pregunta si le gusto y ella dijo muy rico. Le dijo te doy un poco si les gusta y lo coloco en un recipiente de vidrio. Un rato después mi suegro un tipo difícil, decidió irse y mi suegra jugo una carta de último momento. Todos parados mi suegra fue hacia la cocina nadie podía verla solo yo y se subió bien la calza se le marco bien la casita, se dio vuelta y ese culo con la calza apretada y subida parecía un monumento, lo hizo para mí porque me sonrió. Pero yo no moví un musculo. Y para terminarla, primero salió mi suegro hacia la puerta yendo para el auto apurado como siempre, detrás mi mujer hablando con él y mi suegra, sentí la tentación de tocarle la cola como venganza, pero me mantuve como un caballero. Cuando llego a mitad de camino volvió hacia la mesa, la deje pasar tomo el frasco y dijo me llevo la leche, la voy a usar ni bien llegue porque está muy buena y volvió a reír. Llegamos a la puerta, mi suegro en el auto ya con la mano para tocar bocina y apurar el trámite. Mi mujer saludo, abrazo a la madre y le pregunto si la paso bien. Ella contesto que sí y que estaba muy satisfecha. Tomé a mi mujer por los hombros, sin que pudiera darse vuelta y le dije: cómo no va a estar satisfecha si comió, bebió y cuando te fuiste a buscar lo que se olvidó, le hice un servicio sexual completo todo incluido en dos oportunidades. La mire estaba roja como un tomate y abrace a mi esposa para que no pudiera darse vuelta. La salude no reímos y se fueron.

Enviare segunda parte porque costo el reencuentro, pero se produjo y la historia es más que interesante.
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