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Cerrajero | Relatos Eróticos de Flechazos

Publicado por Anónimo el 30/11/-0001

Un matrimonio joven me llamó para que le cambiase las manillas a las puertas y también la cerradura de la puerta de entrada. Mientras trabajaba empecé a oír lo que hablaban la mujer (que se llamaba Silvia) y su madre, Silvia le decía que las pruebas que hicieron antes de la boda dieran como resultado que el marido tenía pocos espermatozoides y que le era muy difícil tener hijos, también le hoy decir que no IBA decirle nada a su marido para que este no se desmoralizara.

La verdad no puedo explicar lo que me pasó por la cabezal pero decidí ayudar a esa joven familial cuando coloqué la cerradura de la puerta de entrada me quedé con una llave y después de cobrar tranquilamente le pregunté de qué trabajaba y... bueno ya se sabe me hice el hablador con ella, ella contestó que no trabajaba, que su marido trabajaba en la tienda de su padre de repartidor.

Cogí mis cosas y me fui junto a un amigo que tiene una farmacia. Como me debía unos favores no me hizo muchas preguntas y yo me marché con un frasco que contenía un somnífero para echar en un pañuelo.

Al día siguiente me levanté muy temprano. Revisé el horario y eureka ahí salía su marido. Subí las escaleras hasta encontrarme con su puerta, no se oía nada así que muy despacio abrí la puerta con mi llave. ¡Dios cómo me latía el corazón iba a salirme del pecho y mi sangre... seguro que ardía, muy despacio me acerqué a la habitación llené el pañuelo con el somnífero y a gatas me acerqué a ella. Allí se encontraba dormida mirando hacia el otro lado, le acerqué el pañuelo a la cara y lo dejé un rato después la moví muy despacio y no pasaba nada, así que me puse en pie y la agité, nada, no despertaba.

Me despeloté de todo y revisé toda la habitación mire su carné, Silvia... 20 años, lo apunté todo y revisé los demás cajones tenía una lencería muy cara, seguro, escogí un conjunto que me gustaba y ojeé prenda por prenda las otras , luego cuando ya no podía más quité las mantas de la cama.

Ahí estaba con un camisón blanco que le quité poco a poco. Debajo no tenía sujetador, sus pechos eran preciosos los besé, lamí, mordí... después le quité las bragas y empecé a acariciar su coñito, le pasé la lengua y le metí los dedos se lo chupé un buen rato hasta que mi polla parecía un ladrillo de tieso.

Se lo metí en la boca y lo rocé con sus labios después se lo introduje en la vagina y empecé a follármela, así mi vida así toma puta toma dioooos que coñito más estrecho, le cogí las tetas y se las apretaba asii asii luego mientras seguía le metí un dedo por el culito luego dos intentaba coger algo dentro de ella le agarraba el ano y lo apretaba ya yaaa joder qué fuerte tómala ya viene ya viiieeeeneeeee toma mi lechita tómala mi vida aahhhh. Cómo me excitaba la idea de que quedara embarazada, te voy a hacer un hijo nena ya verás.

Eso me volvía loco, cogí el pañuelo otra vez y se lo puse en la cara, luego cogí un bolígrafo y se lo metí por el culito, no era suficiente ya sé, viera ayer un destornillador, lo cogí y se lo metí luego le metí mi verga en su vagina y volví a empezar, zas zas zas zas sí sí joder toma toma yaaaaa toma más leche zorrita toma no es lo que quieres tener un hijo pues toma te va a salir por la boca.

Ahí me quede un rato descansando exhausto pero feliz acariciándola luego se la saqué y la limpié con su boca. Puse todo como estaba y decidí volver la próxima semana para seguir haciéndole el favor al pobre matrimonio.

 

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