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¿Eres chico, quieres que te lo cuente al oido? | Relatos Eróticos de Gays

Publicado por Gonzo el 24/07/2016

Si eres chico te diré que yo también lo soy y si quieres que te lo cuente, entonces presta atención a lo que te voy a contar porque así paso:

Comenzare diciéndote que él es un hombre con una poderosa polla, muy imponente y dura cuando penetra, es un hombre que domina en la cama y sabe hacerme lo que él quiera. En cierta ocasión me tenía en su cama, apenas nos habíamos despertado. Ese día, eran primeras horas de la mañana, el me despertó tocándome las nalgas, sus manos se deslizaban cariñosas sobre mi culo, sabia como agarrarlas, como hacerme sentir que mis nalgas eran muy redondas en sus manos, mi miembro ya se estaba poniendo duro y firme; de seguro la de él ya lo estaba, No sabía exactamente lo que iba a hacer conmigo esa mañana, solo sabía que me iba a gustar y que me iba a poner bien cachondo como anoche que pasamos juntos.

Al percatarse que ya estaba despierto, destapo mi cuerpo de las sabanas, me tenía desnudo y a sus órdenes, se inclinó a ver mi polla paradita y me agarro de las caderas imponiendo su voluntad como él siempre lo hacía, me puso boca arriba con mi polla ya bien parada en alto, sin decir nada se acercó y tomo mi verga con su boca, se la metió toda y me dio una de sus chupadas que me dejan boquiabierto del placer, me arranco el primer jadeo no sé cómo, solo sentí que chupaba mi polla juntando los labios y la jalaba de una manera espectacular, tanto que al salir mi pene de su boca, salto como un resorte haciendo una especie de chasquido al soltarse de sus labios.

Al quedar mi verga libre de su boca sentí una sensación de aire entre mis nalgas, como si mi ano hubiera quedado libre y a merced del viento, una sensación deliciosa de la que pude reaccionar solamente cuando sentí que su mano agarraba firme mi verga para llevarla hacia mi vientre y su boca abierta se iba sobre mis pelotas, era la gloria, el sí sabía comerse mis testículos, lo hacía agradablemente con su enorme boca, chupaba, jalaba una a una mis bolas y se las metía a su boca chupando, era un verdadero demoledor de mis pelotas. Me hacía gemir, yo mismo ponía sobre esa mano que tenía sobre mi verga mi propia mano, para que me la agarrara con mayor firmeza y abalanzaba mi culo, pero sobre todo mis pelotas en su boca para que le cupieran bien adentro. En su boca mis bolas adquirían firmeza, salían más hacia afuera y el las succionaba como queriendo arrancármelas, ese ejercicio oral me tenía tremendamente excitado, me hacía sacar el culo hacia abajo con las nalgas bien abiertas mientras me dejaba comer los testículos.

Luego él se puso de rodillas sobre la cama, vio mi verga, le gustaba verla, de hecho me mantenía desnudo la mayor parte del tiempo solo porque le gustaba ver mi polla, mis bolas ahí abajo y mi culo claro, era un mirón, yo también lo soy no lo niego, me gusta su cuerpo, verlo desnudo disfrutar de todas esas cosas que me hace. Pero no me desvío más de lo que vengo a contarte, y solo te diré que, después de sentirme observado por él, lo vi ponerse de pie sobre la cama, subió hasta la cabecera de la cama, abrió sus piernas alrededor de mi cara, desde ahí podía ver su culo cerrado escondiendo su ano, sus pelotas que me gustaban tanto, y su polla erecta pero apuntando hacia mí, en ese instante se me hizo agua la boca, ya quería chupársela, sentir el sabor de su rica polla dentro de mi boca, me vio relamerme los labios y se puso a reír, entonces vi que cambió de idea respecto a lo que iba a hacer conmigo y se fue poniendo de espaldas, pero sin dejar de tenerme entre sus piernas, desde abajo vi como él se volteó y puso su culo en dirección a mi frente, sus testículos y su imponente verga mirando a mi pecho y se fue acomodando de tal manera que fue quedando sentado sobre mi cara con las piernas abiertas a mis costados.

Al principio, se hizo hacia adelante, sentí su pecho sobre mis piernas y pensé que iba a sacar su verga hacia atrás para metérmela en la boca y hacérmela tragar hasta atorarme como ya lo había hecho antes, pero no fue así, solo se acomodó lo suficientemente hacia adelante como para ponerme las pelotas en la boca y dejar que yo se las chupara, para tal efecto saque la lengua y empecé a lamérselas, primero una luego la otra. Pero después de un rato él quería que me las metiera a la boca y las apretó sobre mi boca, haciéndome abrir más los labios para recibir sus hinchadas testículos, chupe del medio, sentí como se abrían sus pelotas y como él agitaba su cuerpo para que se las chupara más, ni falta decir que se las chupe enteras, las mame, empero él era como siempre insaciable y se abalanzaba más sobre mi boca, me las metía con fuerza, a ratos me hacía sentir que me metía una de sus pelotas entera a la boca y luego él mismo la jalaba para que saliera de mi boca, pero no puedo negar que me la estaba pasando estupendamente bien chupándome sus pelotas, sintiendo su verga dura apuntando hacia abajo en medio de mi mandíbula.

Después de eso yo solté sus pelotas y él me metió entre sus nalgas, sí, ese hombre maduro me puso el culo en la cara, enterró mi nariz y mi boca entre sus nalgas y me hizo chuparle el ano, empecé desde abajo, casi donde terminan sus bolas que después de mis chupadas quedaron bien duras, y fui lamiendo y chupando hasta llegar a su orificio, cuando empecé a chupárselo él llevo una de sus manos hacia atrás y cogiéndome de los cabellos me jalo hacia su culo, me ahogue entre sus nalgas, pero no importaba nada, me gustaba hacerlo, deje que él me cogiera de los cabellos y me metiera en su culo, solo abrí los labios lo más que pude para recibir su ano dentro de mi boca y me puse a chupárselo porque sabía que eso era lo que estaba buscando, deje que él se recargara con todo su peso sobre mi cara, con la boca abierta sobre su ano y mi nariz enterrada entre sus nalgas me iba quedando sin aliento rápidamente, pero así y todo quise hacerle sentir lo mejor de mí y seguí moviendo mi boca alrededor de su ano.

Con fuerza se apoyó sobre la cama, me estaba ahogando entre sus nalgas, pero a él no le importaba, solo quería someterme y se vino con todo su peso sobre mi cara, estaba aprisionado entre el colchón y sus nalgas, él se meneaba con fuerza como queriéndome restregar el ano entre los labios, al poco rato me quede sin aire y me puse a patalear pero él no cedía con su peso sobre mí, hasta que me dio un leve respiro. Pero fue solo para acomodar mejor su culo encima mi cara, se agarró de mi pecho, me pellizcaba las tetillas, se apoyaba en mi pecho y colocaba con más ganas sus nalgas abiertas sobre mi cara, me tenía chupando, las pocas beses que se acomodaba me dejaba sacar la lengua para pasársela encima del ano, luego lo demás, lo que a él le gustaba, era sentarse en mi cara y dejarme metido entre sus nalgas hasta cortarme el aliento.

Sentía todo su peso encima de mi rostro, pataleaba intentando que me liberara pero a él poco le importaba, solo se acomodaba mejor y me decía no sé qué cosas, estaba tan ahogado por sus nalgas que ni lo escuchaba. Más tarde se fue con su pecho sobre mis piernas, al fin alivio, me sentí salir de entre sus nalgas, su ano lo tenía tan cerca que casi podía ver dentro, pero él se abrazó a mis piernas y fue delicioso, no podía precisar donde había ido a parar su verga pero sabía que la tenía pegada a mi piel, al igual que el tenia pegada a su cuerpo la mía.

Para cuando se apoyó sobre sus rodillas y sus manos, vi que su verga la tenía justo en mi pecho, pero ahora que se desprendía de mi cuerpo la veía colgando, también sus testículos. Sin embargo como era su culo lo que tenía próximo a mi cara se lo seguí lamiendo, vi como el metió la espalda y saco más el culo hacia mi cara para que se lo lamiera bien, sus nalgas se mantenían separadas por lo que le di a su ano mi lengua, empecé a lamérselo hasta dejárselo húmedo, su ano me gustaba, sus nalgas abriéndose hacia los costados también me emocionaban y se las lamí saliendo un poco de su ano. Al poco rato cuando le puse el borde de mi lengua justo en el ano, volvió a cogerme de los cabellos para tener toda mi cara metida en su culo, y yo me daba el festín de clavarle la lengua en el ano, de escupírselo, de chuparlo sintiendo en mis labios el borde arrugado de su fabuloso ano.

Luego fue perderme en su culo, el volvió a poner todo su peso encima de la cara y percibí como saco su verga hacia adelante para frotársela con una mano mientras cabalgaba con su ano sobre mi cara, prácticamente me hacía tragar su ano, habría las nalgas y se abalanzaba tan bien sobre mi cara que sencillamente tenía su ano metido en mi boca y él se estaba dando por delante una magnifica masturbación agarrándose la verga.

Con todo eso los dos gemimos, me cortaba el aire pero ya no me importaba solo lo dejaba cabalgar con su ano sobre mi boca, mi verga estaba reventando de placer y a veces él me la meneaba pero estaba más concentrado en lo que estaba haciendo con la suya que en un momento de esos, lo escuche gemir como cuando se está viniendo encima mi boca o dentro de mi culo, solo que ahora yo tenía su culo dentro de mi boca y su verga estaba afuera, hasta que ya no pudo más y dio verdaderos alaridos de placer, y lo sentí chorrearse sobre mi pecho, dejo caer su semen sobre mí y todo su peso sobre mi cara, me hubiera gustado verlo correrse como cuando lo hace en mi cara pero esta vez no me dejo hacerlo, como cuando lo hace dentro de mi culo. Como sea, acabo y se dejó el gusto de chorrearse en mi pecho. Cuando se dio la vuelta vi que su verga había quedado sucia, seguramente por el manoseo que se daba al momento de eyacular, me miro con picardía y supe que su verga iba a venir a dar a mi boca, que me iba a dejar limpiársela de todo ese semen con mi boca.

Y así fue, él se había dado la vuelta y sentado con las piernas abiertas a mi costados, solo para que yo le limpiara la verga con mi boca, se acomodó muy bien encima mío y yo no le deje moverse más, lo cogí de las caderas y deje que me metiera la polla en la boca, como siempre, la tenía bien tiesa y caliente, era una cosa dura entrando a mi boca hasta que yo la recibiera completa, por unos momentos sentí sus nalgas sobre mi pecho, pero luego las levanto y se irguió un poco hacia arriba de tal manera que su verga caía hacia abajo pero dentro de mi boca, yo tome su verga entre mis labios y comencé a chupársela, a limpiarla de todo ese semen que había dejado regado alrededor, en especial de esa piel que cubre la orilla, ese borde era rico, se clavaba ligeramente en mi garganta y todo el largo tronco de su verga iba hacia afuera y hacia adentro de mi boca, yo la recibía con gusto porque era la gloria tener su verga metida en mi boca, me gustaba cogerle las caderas, a momentos quería cogerle las nalgas mientras me clavaba la verga en la boca pero él no me lo permitía, como sea, estaba disfrutando de tener su pene en mi boca y dejárselo bien limpio después de la eyaculada tan rica que se había dado sobre mi pecho. En uno de esos momentos, puso sus manos hacia atrás para recorrer mi pecho y para jalarme las tetillas, en esos precisos instantes sentí que la punta de su verga se clavaba en mi paladar superior y él me la arremetía bien rico con esas ricas agitaciones que hacia dentro de mi boca

Sus pelotas enterradas en mi quijada y él apoyando sus nalgas en mi pecho iba acariciándome hasta llegar a sus nalgas, y aunque a mí no me dejaba acariciarle el culo él mismo se daba caricias, eso me gustaba, las veces que le vi tocarse el culo mi verga se endureció como acero, pero este no era el caso. Y después de un rato de dejarme lamer su verga, se hizo hacia atrás haciendo que su tiesa verga saliera de mi boca por completo, el sabor de su polla junto al de su semen había quedado en mi paladar, me relamí los labios del gusto, estaba acostumbrado a su sabor porque él siempre me lo ponía en la boca, de hecho ponía todo de él en mi boca y eso me gustaba, me gustaba también cuando el solo se acariciaba largo rato las pelotas y dejaba que yo le viera hacerse eso desde muy cerca, pero eso es otro cuento.

Ahora seguramente te preguntaras ¿Quién es ese hombre maduro que me deja delirando de placer? ¿Quieres que te lo cuente todo desde el principio y como lo conocí? ¿De él y de sus otros amantes con los que me compartió? ¿Quieres saberlo todo y quieres que te lo cuente solo a ti? Pues pídeme que te lo cuente en: ellibrodegonzo@gmail.com

 

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