Relatos Eróticos Gays

Contemplando mi pene | Relatos Eróticos de Gays

Publicado por Gonzo el 30/03/2017

Luego de mi semen en su boca, luego de su boca recibiendo mis testículos, luego de verlo chupando mi pene y luego de su ano dilatándose con cada una de mis penetraciones; él se acomodó a descansar tranquilamente en uno de mis muslos muy cerca de mi vientre, con su cabeza apoyada en mi muslo y sus brazos casi abrazándome la pierna, parecía un niño trepado en el árbol contemplando el tronco principal. Y el tronco que contemplaba era mi pene recargado sobre mis testículos, observaba sin mirar otra cosa, sin siquiera pestañar, apenas y le sentía respirar y sólo porque al aspirar aire por sus fosas nasales se sacudían los vellos de mi pierna. Y después de estar así un buen rato, quieto contemplando mi pene, suspiraba tan profundamente que parecía recoger con sus fosas nasales el aroma de mi pene. Sentía que con sus ojos se ponía a mirar donde el largo de mi pene hacia contacto con mis testículos y recorría lentamente la extensión de mi miembro hasta llegar a la punta, todo eso solo con sus ojos por supuesto, inclinando esos ojos hacia el orificio de entrada de mi pene, sentía que con su mirada buscaba algo ahí dentro, como escarbando con sus ojos mi orificio, quizá intentaba recordar el aroma de mi semen como cuando caía dentro de su boca. Pero luego volvía hacia el largo de mi miembro, esta vez por arriba, deleitándose lentamente con el recorrido encima de la piel de mi pene, y me imagino que se ponía a pensar que tan tierna se encontraba la piel de mi miembro ahora que estaba flácido, después de haberlo sentido dentro de su boca todo tieso y erecto, ese pensamiento le hacía salivar y mover la boca como si aún sintiera mi pedazo de verga encima de su lengua, como si aún saboreara mi pene dentro de su boca, esa sensación agradable de retener con los labios cerrados mi miembro firme y ponerse a chupar como un poseso, recorriendo la extensión de mi pene dentro de su boca con fervor, mezclándose el sabor de mi pene con su saliva y ese aroma fuerte de mi pre semen anunciando una pronta eyaculación que la recibiría abriendo la boca y dejando mi pene reposar encima de su lengua para que uno a uno mis chorros salgan expulsados encima, y él quieto recibiéndolo todo de principio a fin, sin dejar que un solo chorro se le escape, para luego de que yo acabara, cerrar la boca y disfrutar del sabor de mi néctar masculino hasta tragárselo completamente. Así era él. Él que ahora contemplaba mi pene desde muy cerca, y lo hacía ya desde hace un buen rato, quieto, con la mirada fija en mi miembro, quieto sin sentir ni frío ni calor aun cuando estaba completamente desnudo acurrucado en mi pierna, quieto como un niño pequeño en un rincón observando su regalo prometido, su juguete favorito, quieto en frente de aquello que le ponía tan contento que no dejaba de sonreír, así se encontraba precisamente, pegado a mi pierna y sonriéndole a mi pene como un bobo, mirándolo fijamente y yo complacido de tener un chico así a mi lado para disfrutar de él cuantas veces me diera la gana. Que más podía yo pedirle a la vida sino tener un chico así a mi lado por mucho, mucho tiempo.
¿Y tú quieres ser ese chico? ellibrodegonzo@gmail.com

 

Relatos Porno
Los relatos eróticos más leídos

 

ENVÍA TU RELATO ERÓTICO

 

Más relatos eróticos

Relatos eroticos