Relatos Eróticos Gays
El celador nocturno | Relatos Eróticos de Gays
Publicado por Anónimo el 30/11/-0001
Estas características contrastan con su varonil y atlético cuerpo, tornándolo misterioso y atractivo..
Juan me anda buscando en la piscina, donde voy a nadar muy tarde de la noche.
Espera a que yo salga del agua y se oculta entre los matorrales del jardín para espiarme mientras me ducho desnudo. Al principio lo miraba de reojo y observaba cómo disfrutaba masturbándose mientras me miraba.
Una noche de luna llena, le seguí el juego simulando no verlo y empecé a sobarme el cuerpo y a masturbarme lentamente.
Mi verga erecta lo llamó y, sin miramientos, se acercó y me pidió meterme con él entre los matorrales del jardín.
Me condujo hacia allá jalando de mi excitado instrumento. Una vez allí, me chupó las tetillas y fué bajando lamiéndome cada pelo de mi peludísimo cuerpo... Yo ardía de placer y más aún cuando lamió mis grandes y peludos huevos al tiempo que me masturbaba suavemente y así me corrí en su rostro... Juan, que ya estaba masturbándose, se limpió la cara con los dedos y se llevó mi abundante y blanco líquido a la boca para luego continuar mamando mi aún rígido pene.
Yo acariciaba su fuerte y lampiño cuerpo y pronto nos trenzamos en un 69. Confieso que nunca lamí unos huevos tan enormes... me excité al máximo cuando me dijo entre dientes que jamás había mamado verga tan hermosa...
Su dura, gruesísima y arqueada verga, de unos 15 cm. empezó a convulsionar en grandes y acelerados chorros de semen...
El excitado hombre eyaculó sobre mi peludo y ya canado pecho para luego chupármelo y beberse así su propio semen al tiempo que yo me masturbaba con frenesí... Ahhhhh...Ahhhhh.. Ahhhhhhhhhhhh!!!
A los pocos segundos estaba yo nuevamente explotando en calientes y nuevos chorros de leche que Juan nuevamente se bebió directamente de mis 17 cm. de excitada verga.
Desde entonces, cada vez que Juan está de turno, compartimos nuestros cuerpos en frenético placer mutuo y furtivo.