Relatos Eróticos Gays
Experiencia gay | Relatos Eróticos de Gays
Publicado por Anónimo el 30/11/-0001
Este historia ocurrió en Diciembre de 2001 en Buenos Aires, es completamente verídica, para los que no son de aquí, sería bueno contarle que por ese entonces el país era un caos total, una gran depresión económico y social ocupaba las miradas de todos.
En aquel momento yo tenía 29 años, soy soltero, afortunadamente siempre estuve bien acompañado, tuve unas cuantas novias y una buena vida sexual.
Mido 1,73, morocho 75 kg. Siempre hice deportes con lo cual, si bien no soy ninguna maravilla me mantengo en forma.
Hasta la historia que les estoy contando toda mi vida fui heterosexual, mis fantasías siempre estaban relacionadas con mujeres, de todo tipo, pero en ningún caso con hombres y jamás me imagine que a mi podría pasarme la historia que estoy a punto de contarles.
Era un día lunes de mucho calor, cuando me llama al trabajo un amigo mio, compañero de la secundaria, que hacía mucho tiempo que no veía, se llama Hernán, Es un tipo de 1,80, delgado, pelo largo por los hombres y una linda cara.
Yo no veía a Hernán desde hace unos 2 años, siempre nos llevamos bien, no era de mis más íntimos amigos, pero habíamos pasado unos cuantos buenos momentos juntos, inclusive nos fuimos junto a otros 2 amigos de campamento a la Costa.
Siempre me pareció un tipo heterosexual, no era para nada amanerado, jugábamos al fútbol juntos, nos llamaba la atención que nunca le conocimos una novia, pero jamás dude de que fuera un tipo heterosexual y nunca me preocupe mucho por su sexualidad, recordemos que mi interés no estaba puesto en los hombres, en lo más mínimo.
Ese lunes, tipo 22 hs. nos juntamos a tomar un café por la Calle Cabildo, en Belgrano, lógicamente nos preguntamos que habíamos estado haciendo todo este tiempo y seguimos hablando de diferentes temas, fútbol, política, etc. Hasta que se hace una pausa y me cuenta sin muchas vueltas que estaba pasando un mal momento, porque tenía problemas con su pareja, me sorprendió porque hasta ese día yo nunca le había conocido una pareja, también me llamo la atención que le llamará “pareja” No tuve mejor idea que preguntarle:
- ¿Pero tu pareja es hombre o mujer?
- Hombre, me contesta
Por supuesto y a pesar de mi sorpresa seguimos charlando como si nada, pero dentro mio y con un poco de mentalidad retrograda empece a poner cierta distancia.
Siempre tuve un cierto prejuicio con los gays, pero lo cierto que Hernán era una persona que yo estimaba mucho y me preocupe más por escuchar que le pasaba que por mis prejuicios.
Entonces me cuenta que su pareja era una persona de 45 años que salía desde hacía 5 años y que en este último tiempo y a raíz de los hechos político y económicos sucedidos en el país se habían distanciado y eso lo tenía mal, ya prácticamente no tenían sexo y se veían muy poco.
Hasta ese día nunca había tenido contacto con ninguna persona homosexual o por lo menos que lo reconociera, y me dio mucha curiosidad, con lo cual empecé a hacer preguntas de todo tipo: que se sentía darle un beso a otro hombre, si era activo o pasivo, etc.
La verdad es que para mi era un mundo totalmente nuevo, y por mi parte eran todos prejuicios, diría que estaba al límite de ser homo fóbico.
Entre tanta charla el bar estaba cerrando y el me ofrece de ir a tomar algo a su casa que estaba a 3 cuadras, automáticamente conteste:
- No
- Dale, ¿Qué pensas, que te quiero coger? Me contesta
Y yo por miedo a quedar mal, acepto ir a su depto. Pero aclarándole que me tenía que ir enseguida.
Subimos, entramos al departamento, amoblando con un look psicodélico, tenía una enorme cama matrimonial y una vista impresionante a una pequeña plaza.
Hernán me dice que lo espero un segundo que iba a pasar por el baño, cuando sale lo hace sin la camisa, pasa por la cocina y trae una cerveza, la verdad es que estaba tan seguro de mi, que estaba tranquilo, yo pensaba que no iba a pasar nada que yo no quisiera, así que me relaje y seguimos hablando como dos buenos amigos, las cervezas corrían y mi mareo iba en aumento, nos empezamos a reir mucho con algunas historias del colegio, la estábamos pasando super bien, hasta que Hernán como reacción de una carcajada me toca una pierna y deja su mano ahí, todavía no me explico porque pero automáticamente me exite muchísimo, tenía mi pija completamente erecta y lo único que había pasado era que me había tocado la pierna entre la rodilla y mi pija, el siguió hablando como si nada y yo seguí hablando como si nada, pero notaba que su mano muy, pero muy lentamente iba subiendo hacía mi bulto, y para mi sorpresa total y absoluta me estaba gustando, quería que me la agarrara y me hiciera una paja o algo. De pronto y sin mucho mas preámbulo su mano estaba completamente arriba de mi pija. Hernán hace un silencio y me pregunta, sin sacar su mano de mi pija:
- ¿Sigo o paramos?
La verdad es que estaba tan desconcertado que no supe que contestar
Entonces el me dice: - El que calla otorga.
Y comienza a bajarme el pantalón, yo levanto un poco la cola para acompañar, y no dificultar ese movimiento, y el me empieza a hacer una paja por encima del boxer, estaba que estallaba, no sabía bien que es lo que quería pero puedo asegurar que estaba a punto de estallar de la excitación que tenía. Hernán se acerca a mi pija y empieza a mamarmela, ahhh, por favor, no recuerdo haber sentido tanto placer como ese día, ese hombre era un verdadero maestro, le daba pequeños lengüetazas en el glande, como besándola dulcemente, y de golpe se la metía hasta el fondo, le daba lenguetazos a lo largo de mi 15 cm de pija completamente erecta y apunto de estallar.
Todavía no entendía bien que hacía un hombre chapándome la pija como nunca, pero lo cierto es que estaba tan caliente que no podía ni pensar, así que decidí desinhibirme y dedicarme a disfrutar.
Hernán siguió chapándome la pija, y lo hacía con unas ganas locas, era todo un arte, cuando estaba a punto de acabar comenzaba a lamerme los huevos y luego volvía a la pija y de vuelta a los huevos y nuevamente metía toda mi pija en su boca, yo ya entregado comencé a acariciar su cabeza y en ese momento el acerca toda su mano hacía mi culo, primero toca mi nalga y lentamente se acerca a mi agujero, para mi sorpresa comienza a meter su dedo índice en mi agujero, yo estaba tan entregado que no podía decir que no a nada y mi excitación era tal que no podía espera, tenía que acabar ya.
Le digó, - Hernán no puedo más, tengo que acabar ahora ¡!!
El sin decir una palabra empezó a mamar con más fuerza, saca su boca y la abre, en ese momento estalle, le llene la boca de leche, me dolían los huevos de la excitación, fue algo increíble, tal es así, que después de acabar seguía completamente excitado.
Todo esto que para mi era algo completamente mal visto y hasta con fobia me estaba dando un placer increíble y quería seguir adelante, quería que Hernán hiciera conmigo lo que el quisiera, estaba completamente entregado.
Hernán metía y sacaba su dedo de mi culo, cuando de pronto para y me dice ahora vuelvo…. Yo me encontraba con la pija completamente dura y con unas ganas increíbles de que me cojieran, estaba irreconocible, Hernán me llama desde el cuarto, termino de sacarme los pantalones y voy a la habitación, el estaba dentro de la cama matrimonial, veni putito, me decía. Metete acá dentro conmigo, -veni acá, mira que putito resultaste eh ¡
Entro en la cama y sin perder mucho tiempo me meto su ENORME pija en mi boca, era tan grande que solo me entraba la mitad, estaba desenfrenado, subía y bajaba mi cabeza como una loca, no podía parar, creía que esos 20 cm de pija estallaran de leche, y hasta no lograrlo no iba a parar, le daba lenguetazos, le lamía los huevos, absolutamente todo, y lo más increíble era como lo disfrutaba, el lentamente me empieza a acomodar hasta quedar en una perfecta 69 con el debajo y yo arriba como, mientras se metía mi paquete en su boca, volvía a introducir su dudo índice en mi agujerito super virgen, entraba y salía ya con mucha facilidad, me ardía un poco pero era tanto el placer que superaba ampliamente el ardor.
Seguimos así por un par de minutos… hasta que me dice:
- Espera, quiero que ese culito sea mío. Date vuelta que te voy a coger y te voy a hacer disfrutar como nunca… te voy a acabar adentro, como corresponde, me dice.
No tenía ninguna duda, quería ser penetrado por ese hombre, quería saber que se sentía, mis prejuicios habían quedado atrás, bien lejos, era todo placer, nada importaba y nada me detendría, lo que estaba viviendo me encantaba, quería que no acabe nunca.
Yo muy obediente voy siguiendo las instrucciones, el me fue acomodando quedar finalmente en cuatro patas como una perra a punto de recibir su merecido, nunca en mi vida hubiera imaginado estar en esa situación pero les aseguro que lo único que quería en ese momento es sentir que se siente el tener una pija de unos 18 cm dentro de mi cuerpo, giro mi cabeza, veo que se pone un preservativo y agarra un frasco de gel intimo, me embadurno todo mi agujero e introduce primero dos y luego tres dedos, ya entraban con mayor facilidad, el gel había lubricado toda mi colita, sin más preparativos el apoya su glande en mi agujero y lentamente empieza a sacar y meter su cabezota, ya el dolor comenzaba a impedirme disfrutar.
- Te duele ¿ Me pregunta.
- Si pero seguí, por favor seguí
- Cojeme, cojeme cojeme, le repetía
Mis palabras lo deben haber calentado muchísimo, porque comenzó a embestirme como un animal, era una sensación increíble, tenía mucho dolor al principio, recuerdo que se me cayo una lagrima, ganas de cagar, ardor, pero a medida que sus embestidas iban avanzando el dolor iba disminuyendo, y comenzaba a sentir algo increíble, tenía todo ese paquete íntegramente dentro mío, sentía como sus huevos chocaban con mi culito, la sacaba y volvía a entrar con todas sus fuerzas mientras con su mano derecha me hacía una paja, yo estaba sin hacer nada, recibiendo placer por todas partes, el venía una y otra vez, cada vez con más fuerzas y yo cada vez con más placer, estaba tan fuera de mi, que le decía cosas como:
-Soy tu putita, acabame ¡!!! Si ¡!! Dame más ¡!!!! Rompeme el orto ¡!!!! así ¡!!!
El no hablaba pero cada palabra mia se transformaba en una embestida desenfrenada, empezó a darme más rápido y con más fuerza, solto mi pija, me agarro de las caderas y acelero la marcha, yo estaba en un grito de placer, agarro mi pija con solo tocarla acabo mientras Hernán terminaba lo suyo, recuerdo la última embestida, su brutal acabada, los gemidos de placer de el, nos quedamos unos instantes tirados en la cama, de costado, todavía con su pija dentro de mi, estábamos completamente agotados, yo no podía creer lo vivido, fue algo inimaginable y muy difícil de explicar con palabras.
Para terminar Hernán se acomoda, acerca su cara a la mia, y me da un beso que jamás olvidare.
A medida que iban pasando los minutos yo tomaba conciencia de lo que realmente había pasado y comencé como a avergonzarme, era todo muy nuevo para mi, y los prejuicios a uno no se le quitan de un segundo para el otro, así que me vestí y decidí irme, sin darle muchas explicaciones, estaba realmente confundido.
Por un lado era conciente de que lo que paso, yo quería que paso, nadie me obligo a nada, no solo eso, lo había disfrutado muchísimo, pero mi confusión era realmente grande, y me negué a los repetidos llamados de Hernán, nunca más lo vi, ni volví a tener un encuentro con otro hombre, en este momento tengo una novia divina, con la cual disfruto mucho de nuestra sexualidad, pero lo vivido esa noche no lo olvidare jamás.
Probablemente piensen que soy un gay reprimido, y hasta puede que tengan razón, lo cierto es que esa es mi historia y siempre fantaseo con la posibilidad de volver a estar con otro hombre, hace dos años que estoy de novio pero esa fantasía siempre esta presente.