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Me encontré una verga pequeña, peluda, meona y me gustó | Relatos Eróticos de Gays

Publicado por Gonzo el 10/08/2015

Para mí fue una experiencia totalmente diferente, andaba buscando verga; de aquellas que me gusta ver como se ponen rígidas y van creciendo más conforme se las van agitando, de esas con la punta bien salida; andaba también buscando unas bolas bien grandes, de esas que cuelgan con su propio peso y te dan ganas de lamerlas apenas las ves.

Pero grande fue mi sorpresa al ver lo que me había encontrado, aquel sujeto que me contacto desde un inicio me había prevenido que no era gran cosa lo que podía ofrecerme como espectáculo de su verga, de todas maneras no quise despreciar la oportunidad de vérsela. Y entonces llegó el día en que él me la iba a enseñar, por mi parte debo de confesar que estaba ansioso aunque ya de hecho sabía que ésta no iba a ser la mejor verga que había visto.

Fue entonces que él se puso en frente, desabrocho sus pantalones y los dejo caer hacia abajo, debo de confesar que era de vientre abultado y desde ya eso no me gustaba mucho pero igual seguí viendo como debajo de sus calzoncillos se notaba que caía todo su paquete hacia abajo, entonces pensé que eran unas tremendas bolas las que hacían peso ahí abajo. Bueno de todas maneras decidí esperar a que él se bajara los calzoncillos para poder ver como realmente era todo eso que pesaba hacia abajo.

Entonces él agarró sus calzoncillos y se los fue bajando hasta dejar al descubierto todo su pubis. De inicio vi el abundante pelo que tenía, todo ese pelo denso que se levantaba hacia arriba y salía casi cubriéndolo todo, su calzoncillo ya prácticamente no le cubría nada y ahí fue que salió ese pene entre tanto pelo, era un miembro pequeño que no necesitaba acomodarse a ninguno de los costados, por si solo se mantenía apuntando hacia adelante, es decir que termino de bajarse los calzoncillos y no eran sus bolas las que hacían peso hacia abajo, sino que era todo su pene el que estaba ahí apuntando hacia adelante y sus testículos apenas y se notaban a los costados entre el denso pelo.

No quise desilusionarme tan pronto de su verga y más bien quise darle una oportunidad esperando que conforme vaya masturbándose y con su excitación vaya ganando tamaño. Entonces yo le dije que podía comenzar a tocárselo y el dejando caer más abajo su pantalón y su calzoncillo con un simple movimiento de muslos se paró firme y agarro su verga, para tomarla toda apenas hacían falta un par de sus dedos, ahí comenzó a darle fricción a su verga.

Empezó bien con su masturbación, me gustaba como dejaba salir levemente la punta redondeada de su verga, quiso masturbase con más intensidad de buenas a primeras, pero algo lo detuvo y más bien soltó su verga y rápidamente se cubrió toda la zona incluyendo sus verga y sus bolas con la mano. Yo extrañado le pregunte qué es lo que había sucedido, y me respondió que nada, al poco rato comenzó a soltar su verga lentamente, primero soltó su verga y luego al retirar por completo la mano pude notarle mejor las bolas, eran unos testículos no muy grandes achatados hacia los costados.

Volvió a retomar su masturbación, ya notaba yo que su miembro estaba erecto pero aun así no parecía haber salido más hacia afuera de como lo había visto desde el principio, es decir, a medida que meneaba con los dedos su verga la punta salía con facilidad y se metía de igual forma adentro, pero entre sus dedos notaba la rigidez de una verga que no había crecido nada, que se había puesto ya firme pero que no ganaba mayor tamaño, eso me pareció raro, pero quise darle un poco más de tiempo.

Pensando que tenía que ganar mayor intensidad en el manoseo de su verga, le pedí que lo hiciera con más ganas, él a momentos parecía que se resistía a hacerlo, pero a mi insistencia tomó su verga desde abajo y se la empezó a masturbar más, ahora si me gustaba porque podía notar la intensidad de su masturbación en su respiración fuerte y entre cortada, en como a momentos casi gemía y en como la punta de su verga parecía saltar desde adentro de sus pieles hacia afuera.

Me gustaba todo eso que hacía con su verga, como se la sujetaba y se la meneaba con ganas, a pesar de ser tan pequeña esa verga y de casi perderse entre tanto pelo hacia que me excitara al verla. Y de un momento a otro de repente vino la sorpresa inesperada, él seguramente estaba disfrutando tanto como yo de su masturbación y fue en un momento de su descontrol que al salir la punta de su verga hacia adelante de pronto se vino también un fuerte chorro de pis, yo me quedé asombrado, y él aunque tardo en salir de su masturbación soltó su verga, quiso taparla con su mano como había hecho minutos antes pero ya se había escapado aquel chorro.

Yo no supe que decirle y él tampoco sabía si seguir tocándose o subirse los pantalones y dar todo por terminado, entonces yo quise calmarlo y le dije que no importaba, que fue solo una fuga y que no había pasado nada, que podía seguir masturbándose, él un poco receloso tomo su verga, al principio no quiso meneársela más pero yo insistí en que el incidente ya había pasado y que siguiera haciéndolo. No muy convencido retomo su masturbación rápidamente volvió a sentirse muy excitando y yo también. Esa pequeña verga me excitaba.

Los dos ya estábamos muy excitados, me gustaba ver sus bolas aparecer a los costados y la punta de su verga verla entrar y salir desde la piel que lo resguardaba. Al poco rato en que siguió masturbándose volvió a salir un chorro grueso, yo le pedí que siguiera y él no se detuvo, entonces la punta de su verga entraba y salía con el manoseo que se estaba haciendo, conforme se manoseaba salían los gruesos chorros, eso a mí ya no me importaba, él soltaba sus meos y yo seguía excitándome al verlo.

No quise más que disfrutar de esa pequeña verga, después de todo a eso nos habíamos metido en el juego. Él a momentos, seguramente sintiendo la venida de un nuevo chorro de sus meos apuntaba su verga levemente hacia arriba y yo aprovechaba para ver sus bolas que me gustaban y veía escapar esos chorros hacia afuera, eran chorros intermitentes de un meo incontrolable pero que al final se volvió placentero.

Muchos chorros cortos salieron desparramándose por el aire, sus dedos se mojaron un poco, pero aun así no paro hasta el final, y la verdad no noté que su esperma hubiera salido, quizás salió junto a los chorros de pis o no sé dónde se perdió, el caso es que él acabo de masturbarse y dejo al final su pequeña verga parada, desde ahí podía divisar mejor la punta, el notó mi interés y remango bien la piel y movió la punta de su verga para que pueda verla bien, pude ver una punta redondeada con su orificio de buen tamaño, desde ahí habían escapado todos esos meos, al final a él se le fue la vergüenza y yo termine disfrutando de su masturbación con todo y meos.

Quien iba a pensarlo pero toda esa experiencia sin lugar a dudas termino gustándome. Y es por eso que ahora escribo en honor a ese hombre que me supo excitar y le escribo a su verga que aunque pequeña, peluda y meona, me gusto.

A quienes les haya gustado este relato o hayan tenido una experiencia similar pueden escribirme a mi correo: ellibrodegonzo@gmail.com

 

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