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Viaje erotico de negocios | Relatos Eróticos de Gays

Publicado por Anónimo el 30/11/-0001

La empresa comercial donde laboro estaba en expansión y fuimos un equipo a un país vecino donde nos esperaba un inversionista para negociar y desarrollar un proyecto. El equipo de cuatro personas estaba a cargo de un tipo de unos 54 años, Ronald, nuevo en la empresa pero amigo de los dueños de toda la vida y además conocía a la persona que sería el nuevo socio. Yo tenía 35 años y estaba divorciado. No habíamos tenido ningún contacto, solo de saludo, pero al reunirnos para definir el plan se identificó y me pareció simpático, mi sorpresa fue que conocíamos amigos y amigas en común y ambos les apreciábamos mucho. Eso nos identificó plenamente.

Partimos y nos esperaba un tipo adulto el cual nos llevó a las oficinas de nuestro cliente, luego nos llevaron a cenar y al hotel donde había dos habitaciones dobles. Al principio no me gustó, ya que prefiero estar solo, pero al ver las habitaciones, eran suites ejecutivas muy elegantes, con dos recámaras, una sala con todas las condiciones y una vista increíble. Como era de esperar Ronald me dice, me quedo contigo, claro! Le digo, pero no me gustó mucho su expresión pero de inmediato me dice: tranquilo! Así hablaremos en confianza, además ya la tenemos, si o no? En realidad si! le digo. Pero me inquieta cuando me dice que me invitará al bar y la pasaremos bien, nuestros amigos descansarán. Ok acepto, le digo.

Ubicamos nuestras maletas y definimos nuestra recámara, me dio a escoger pero daba igual, al rato salimos al bar y el ambiente era muy sabroso, buena música, mujeres bonitas, clima estupendo y excelentes bocadillos. Tomamos varios tragos de Ron y mi nuevo amigo con los tragos estaba pasado y vulgar. Antes de que pase algo le dije que nos fuéramos, había que trabajar y lo miraba ebrio, al verme decidido a no acompañarlo aceptó y pedí al mesero la cuenta el que muy amable nos avisó que la pasaría a nuestra cuenta.

Subimos y con mi ayuda Ronald llegó bien. Se acostó con ropa y no le hice caso a su solicitud de que lo desvistiera. Me alarmó porque lo ví serio y con los ojos y el aspecto de loco pero por suerte pudo mas el licor y se quedó dormido. Me duché y me acosté cansado por el viaje y los tragos. No había pasado media hora cuando sonó el teléfono, fingí dormir pero mi amigo contestó y saludó a la otra persona quedando de hablar al día siguiente. Luego se duchó y se fue a la sala a ver la TV y a tomar otro trago, yo me quedé dormido con la puerta de mi recámara cerrada, obviamente sin llave.

Al rato siento que me está llamando, me toca la pierna y me despierta, no me asusté pero le pregunto que pasa y me dice que estoy roncando muy fuerte y hablando dormido, lo veo a contraluz y enciendo la lámpara, tranquilo, le digo, gracias, por eso yo quería una habitación solo, pero me dice, no hay problema, quería ayudarte, entonces me doy cuenta que está desnudo y me fijo en su verga y sus huevos hermosos, una verga de unos 18 cm. morena, medio gruesa, recta, con el glande un poco más grueso, sin erección. Se da cuenta de mi impresión e intranquilidad y me ofrece un vaso de agua, lo traerá de inmediato, lo acepto y al llegar a la puerta me dice no quieres mejor una cerveza o un trago especial? No te preocupes me avisaron hace un rato que la reunión pasa al siguiente día, es en serio! Me quedo pensativo y le oigo decir, mejor levántate y deja de roncar.

Me excitó verlo y despertó mi viejo y siempre presente deseo por una paloma, pero debía medirme, por la forma de ser del tipo, me levanté con mi short y una camisola, descalzo, me siento a ver la TV y es un canal erótico. Como bisexual siempre fui activo, una decena de ocasiones pero tuve una pareja siendo yo pasivo. Entonces se acerca con una cerveza, de frente y desnudo y con el pene un poco más rígido, tomo la cerveza y le digo que se siente a ver la película, no se mueve y me dice, con voz ronca, extendiendo su brazo: Dame la mano y me hace levantar. Antes de que le diga algo me da vuelta y me abraza sintiendo su miembro más grande que roza mis nalgas, lo que me sorprende y excita, más cuando me dice al oído, tranquilo mi muchachita, te he visto con ganas de polla y aquí la tienes, dime si o no? Yo todavía le pregunto: que me has visto? Yo se que voy de viaje el tipo está claro. Me da vuelta, me sonríe, se mira y se toca su verga ya erecta y dura, fue como una orden cuando me dijo que se la besara.

Que verga mas rica y que bella, la disfruté con mi boca lo mas que pude, pero me preocupaba, aunque me excitaba su trato de cariño y burla, dominante y desalmado. Ya estaba en sus manos y me hizo pedirle que me cogiera, yo en mi locura le seguí el juego un poco, de repente el tipo quería ser mi amo y señor y fue cuando le dije que se calmara lo que lo violentó y me ordenó que me pusiera en cuatro patas, claro que me asusté pero mi calentura y el miedo a un escándalo por su grito me puse para que me cogiera, logré verlo cuando sentí su cabeza en mi culo, con los ojos brillantes de lujuria y no hizo caso a mis súplicas de que fuera suave. En ese momento sentí enojo por él, pero al rato yo le pedía que me culeara, que me gustaba, que estaba rico, él siempre sarcástico pero un mordisco o un beso me calmaba y su verga me encantó. Me cogió dos veces y me dijo barbaridades.

Cuando me despierto, adolorido por los efectos del licor y de la culpada, me baño, apenado me asomo y no está, son las 10 am pero hay una nota de Ronald que dice: Como pasaste amor? Ya sabes putita, te veré por la tarde. Al leerla me chocó y me sentí super mal. Bajé a desayunar un poco más tranquilo y sentí el deseo de estar bien, después de todo yo siempre tuve esa fantasía. Incluso me gustó uno de los meseros, lindo y me atreví a cerrarle un ojo y como sonrió le pregunté como hacer para que él me atienda en servicio de habitación, me preguntó que habitación tenía y cuando le mostré el número se asombró gustoso diciendo: Oh!! Elegante!! No dije nada pero en mis adentros decía: elegante eres tú papacito, elegante y exquisito. Seguramente lo leyó en mi mirada y se retiró sonriendo. Yo pensé: tendré que reponer el tiempo perdido y varios amores. Increíble, soy yo y que.

Solo quería dormir y olvidarme la “pena” así es que subí no sin antes dejar una buena propina y despedirme de Luís, nombre del guapo y pícaro mesero, de 23 años. Subí y antes de dormir leí un poco los diarios del país cuando escuché el teléfono, era Luís que me sugería la sauna y masaje del gimnasio, que tenía un amigo que era experto y el me recomendaría para un trato y masaje especial. Me excitó y le pregunté con descaro que si era bonito, me dijo que sí, entonces le dije que no creía que fuera mas lindo que él, le dije: te lo digo en serio, si tu fueras el masajista sería mejor. Como no dijo nada aproveché para pedirle me llevara algo de tomar y se decidiera a darme un masaje, pero me dijo que no podría hasta el mediodía que saliera de turno. Seguro? Le pregunto Por supuesto, estoy para servirle!! Cuando lo escuché sentí el corazón que se aceleraba. Solo quedaba esperar. El sueño se espantó y mi deseo fue mayor.

A las 12:45 suena el timbre, como está sin llave digo que pase y aparece Luís, con un cóctel en una copa enorme adornada y me dice que es especial de la casa y que es cortesía de él y lleva una flor muy bonita y me la ofrece. Me siento raro pero en el fondo alagado. Le agradezco y pruebo la copa, que delicioso, realmente especial y le pregunto en broma si no tiene algo para embrujarme, se ríe y me dice que no necesita embrujarme para que me sienta bien y le digo: Tienes toda la razón, ya estoy embrujado y ambos reímos.

Le digo que tome asiento pero me dice que mejor ir al grano que recuerde lo que yo quería. Algo me dice que no es el lugar y le pregunto si no hay un lugar que no sea la suite, porque no se la hora de llegada de mi amigo, me pregunta si es mi macho, lo niego pero me dice que no le mienta. Le digo que no y que no es bueno que nos encuentre en plan masaje, no me cree mucho pero me dice que si tiene un lugar adecuado, le digo que me espere y en ese momento suena el teléfono, es Ronald, me dice que baje de inmediato para comer juntos, estará en el bar, que baje ya. Le digo que no que no tengo hambre y no quiero tomar, entonces le escucho que me dice: Mira putita, no me hagas subir, te ordeno que bajes ya, le digo: que te pasa? Estás loco? Me responde suave pero firme: La única loca eres tú, Anoche eras una puta encantada con mi turca, por tanto, por tu bien harás lo que yo te diga… has escuchado? Lo que yo diga, lo que te ordene, me quedé pálido y mudo, Luís lo notó y me preguntó con señas que pasaba, pero Ronald, cambiando el tono, me dice, era una broma mi amor!! pero quiero verte, quiero que hablemos sobre lo que pasó, tranquilo ok? Está bien le digo, bajaré al rato, entonces me dice: Ya, te dije ya, no me hagas subir a enseñarte a ser obediente a tu marido. Otra vez me altera y le digo... nos vemos luego y cuelgo. Le cuento a medias a Luís, lo veo un poco nervioso y me dice donde buscarlo y llamarlo que no me preocupe.

Estaba saliendo Luís cuando aparece por el pasillo Ronald, serio y con aspecto violento. Luís lo saludo pero él no le contesta, al contrario lo ofende, vete a la mierda puto!! No quise decir nada para no alterar mas a mi amigo posesivo además de mi nerviosismo. Entra, cierra la puerta, ve el cóctel, lo prueba y dice, bebida de maricones, realmente me dio risa ya que estaba fuerte y así lo sintió, pero mira la flor, no se como se llama pero era muy exótica, amarilla con rojo, muy bella y dice ajá!!! Como eres de puta, hasta flores te traen, o no? Antes de que yo dijera algo me dijo: No hagas nada mas que complacerme, yo trataré de hacer lo mismo, estas de acuerdo? No quería contestarle. Me repite: Estas de acuerdo? Por favor, querida, date cuenta que eres mi puto, no me defraudes, te puedo dar los gustos que quieras!!! Me sentí mas humillado con el morbo de un anormal y a lo mejor peligroso, pero las frases de cariño tenían una dulzura y un encanto irresistible y en el fondo sentir su dominio era como sabroso y deseable, que dices muñequita, putita, sabrosa? No tuve opción, le respondí: lo que tú digas, haré lo que tu quieras y me ordenes, pero quiero pedirte una cosa, o mejor dos cosas: Que sea un secreto. Te pido no me difames, quiero confiar en ti, y le digo: confiar en ti mi amor!! Me ve y sonríe y la otra cosa que es? Y le digo quiero que me cojas de nuevo, quiero ir contigo al bar y luego comer, pero bien cogida!!! Como? Me dice. Ya te dije: quiero ir bien cogida mi amor, tocándole su verga sobre su pantalón que ya estaba creciendo, Así me gusta mi putita, esta semana serás mía, Te gusta mi verga? Me dice... y antes de que se violente le digo que me encanta, que es bella y exquisita. El sabe que no le estoy mintiendo, para mi es algo lindo y alucino con su relación. Me coge durante una hora y su verga es a veces más grande. Estoy hecho una puta el primer día, falta el resto de la semana, y tengo que buscar a Luís, no estoy para perderme la oportunidad de gozar con un lindo chico al alcance de la mano y solo de pensar en el otro amigo, el masajista, siento la necesidad de gozar de tres penes. Es una oportunidad increíble y no puedo perderla como otras, de las cuales no me arrepiento, pero haré todo para que no se repita.

Sabía que pasaría una semana fuera de serie, soñada tantas veces. Logré la confianza de Ronald y le presenté como mi marido ante Luís, al cual le hice un guiño de ojos provocativo y logré reconciliarlo con Ronald. Le pedí una noche a Ronald que invitásemos a Luís a cenar y me respondió que no había problema, le invitaremos a lo que quieras, me dijo y fue así que pasé una noche con dos vergas en mi boca y con dos machos exquisitos. César, el masajista no quiso ser el tercero, pero estuve con él en tres ocasiones, sus masajes han sido los mejores que me han dado y me cogió también riquísimo, tiene una lengua que me estremeció me besó y me mamó completamente. Yo hice lo mismo. Hacer un 69 mamándose todo es algo indescriptible.

Al final de la semana después del masaje de César, llego a la habitación y encuentro a Luís cogiéndose a mi dominante Ronald, me sorprendió y sentí como pena ver a mi primer macho clavado, no quería verme, pero Luís me hace señas que me acerque y le mame la verga a Ronald, al mismo tiempo que me tira un beso. Cuando Ronald siente mi boca en su pene, me levanta y me besa con pasión, yo regreso a su verga, que siempre es hermosa, linda y sabrosa.

 

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