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En el baño | Relatos Eróticos de Hetero

Publicado por Anónimo el 09/12/2014

Aquella vez fue la más pacentera que puedo recordar, cabe mencionar que soy una ninfomana desde hace bastante tiempo. Tengo 24 años y conocí lo que era el sexo desde muy temprana edad comenzando con pequeñas masturbaciones que poco a poco fueron subiendo de nivel, me gusta mucho hacerlo lo debo admitir. Mi primera vez fue así: en un baño de la escuela ¿cómo pasó? Fue así:

Yo iba hacia la universidad, aquella vez decidí ir demasiado temprano para hacer un proyecto de química que para ese entonces era muy importante para una calificación. Yo tenía una beca que proteger así que debía esforzarme más. Llegué a la preparatoria y entré al laboratorio que para entonces estaba ya abierto y sin el cuidador, comencé a preparar mi material correspondiente y estuve un buen rato sola en aquella habitación. Al poco rato llegó, ese chico con el que nunca esperé hacer ese tipo de cosas.

-Llegaste temprano- me dijo a lo cual yo sólo asentí.-lo bueno es que ya casi está terminado el proyecto.
-Si, aunque aún faltan cosas, vamos adelantados- le respondí mientras me encontraba completamente consentrada en lo que hacía.
-Entonces ¿por qué no descansamos un poco? -me sugirió mientras me daba una pequeña palmada en la espalda.
-Claro, sólo termino esto- le sonreí un poco.

Ese chico era algo extraño para mi; alegre y bobo, el típico bromista de la clase, pero el cual había comenzado a conocer muy bien con ese proyecto. Era atractivo y tenía una novia muy linda con la que yo me llevaba muy bien aunque iba en un aula contraria a la nuestra.

-Bien, terminé ahora sólo hay que esperar un rato a que hierva- dije de repente tomando mi libreta para tomar unas cuantas notas.
-Entonces ya podemos descansar- se acercó un poco a mi, más de lo usual- oye, no había notado lo linda que eres.
-Por que tienes novia y vives en tu mundo de bromista- le dije un poco incómoda por su cercanía.
-Disculpa, pero es un hábito mío para alegrar a las personas y ahora que te conozco a ti, quiero alegrartr también, eres linda.
-Ok, gracias ... supongo.
-Ahora que tenemos tiempo libre ¿quieres jugar?

Realmente yo no comprendía su concepto, solía mastuebarme ya a esa edad pero aún tenía una mente inocente como para comprender indirectas. Tenía 15 años en ese entonces.

-¿Jugar?-le pregunté.
-Si, jugar- me respondió esta vez colocándose detrás de mi para abrazarme y tocar mis pehos con ambas manos.

Me sorprendí mucho por el repentino contacto pero eso hizo que un cosquilleo comenzara a recorrer mi intimidad, nunca me había toxado otra persona y eso me agradaba, más cuando comencé a sentir su pene aún dentro de sus pantalones sobre mis nalgas aun ocultas bajo mi falda escolar.

-¿Q-qué haces? -le susurré por temor a que el encargado del laboratorio volviera o saliera de su cuarto.
-Lo siento, esta vez mi novia no quiso coger conmigo ayer y con jalarmela no me basta- me susurró en el oído mientras restregaba más su bulto.-¿ya lo has hecho con alguien, amor?
-N-no, aún soy virgen- no ponía mucha resistencia pues sus manos se movían tan rico sobre mis senos y eso lograba que me comenzara a mojar.
-¿Te gusta como te toco las tetas? Y te vez seria vaya sorpresa-rió cerca de mi oído bajando su mano para levantar mi falda y meterla bajo mi short y ropa interior comenzando a tocar mi concha mientras su otra mano masajeaba uno de mis senos -ya estás mojada, tu panocha chorrea.
-C-cállate y saca tu mano de ahí- le susurré a lo cual el muy cínico metió un dedo dentro de mi vagina- ¡Hmn! -un gemido escapó de mis labios por ese intruso.
-Vamos al baño- sacó su mano de mi short y tomando mi mano me llevó fuera del laboratorio para llegar al baño má alejado de la escuela, el de mujeres que tenía un baño bastante grande donde ambos entramos.

Aforunadamente a esas horas no habían alumnos ni prefectos patrullando lo que hizo fácil entrar sin ser vistos. Una vez adentro comenzó a besarme y a meter sus manos bajo mi sueter desabrochando los botones de mi blusa para llegar a mi bracier el cual levantó para comenzar a tocar mis tetas desnudas esta vez, sus manos se sentían tan rico que mis pezones se endurecieron inmediatamente. Estaba decesperado así que no tardó mucho en levantar mi falda y bajar de un solo jalón mi short y mis panties comenzando a sobar mi vagina con sus dedos, mis jugos mojaban su mano y el sólo pensar eso me hacia mojarme más.

-Te haría mamarmela pero ya no aguanto, te voy a coger bien rico.

Un poco brusco me volteó contra la pared sacando de sus pantalones aquel duro falo que se erguía ansioso por entrar. Era grande y venosa justo como las imaginaba mientras me masturbaba. Levanté más mis caderas y fue entonces que comenzó a rozar su pene contra los labios de mi vagina.

-Trágatela toda- dijo metiendo de una sola embestida su pene dentro de mi.

Fue la mejor sensación que pude tener en mi vida, su verga invadiendo y bombeandome de una forma frenética mientras agarraba mis nalgas y me daba un par de cachetes en ellas. Me gustaba, su agresión era deliciosa y sentirlo llegar hasta el fondo.sólo hacia que mis gemidos incrementaran de volúmen.

-Que rico culo, que rica panocha... -decía entre gemidos mientras me bombeaba.

Podría sentir sus huevos chocando contra mi pelvis y esos sonidos mojados de su piel golpeando la mía. Un ratito más empalandome, la sacó y me pidó que lo montara sentándose en el suelo a lo cual obedecí penetrándome a misma mientras lo abrazaba y él lamía mis pezones como se le daba su gana. Me recostó con violencia en el suelo metiendo y sacando su enorme verga dentro de mi chochito mojado e invadido hasta que terminó por eyacular adentro de mi. Sentí calientito pero demasiado rico. No quedé embarazada pues al salir del baño me dio una pastilla de las que su novia tomaba.

Fue una de las mejores experiencias de mi vida pues siempre soñe con tener sexo en un lugar público. Lo hice un par de veces más con él y más cuando terminó con su novia.

 

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