Relatos Eróticos Hetero

Una hembra muy caliente | Relatos Eróticos de Hetero

Publicado por Anónimo el 30/11/-0001

Había pasado a arreglarle el PC a un amigo. El se encontraba con uno de sus compañeros de trabajo, bebiendo un trago, después de un agotado día de trabajo. Mientras le configuraba su PC, me ofrecieron un par de tragos y como era viernes y al otro día no trabajaba, me los tomé de muy buena gana. Luego de un rato, su compañero se fue y nos quedamos los dos solos terminando la botella.

Pablo era amigo mío desde la infancia, y de más esta decir la confianza que nos teníamos. Yo ya había terminado mi trabajo con el PC, pero como la conversación estaba tan entretenida, nos quedamos un rato mas charlando de nuestras conquistas.

Pablo se había casado hace un año, pero de todas maneras mantenía una activa vida sexual fuera de su matrimonio. Estabamos terminando la botella y casi a punto de irnos, cuando suena su celular. El me dice que era el numero del celular de Mirían, una mujer recién divorciada, con la que el estaba saliendo en forma ocasional desde hace dos meses, según me había contado poco antes. El le dice que aun se encuentra en la oficina, a si que para ahorrar plata, la va a llamar directo a su casa desde el teléfono fijo. Antes de llamarla, me cuenta que esta “ Mirían”, era una mujer de unos 45 años, que se había separado hace poco, que la conoció a través de internet y que era una mujer muy normal, con algo de gordura, pero con unas tetas, increíblemente grandes. Además me dijo que era una profesional en la cama, era una hembra caliente, caliente, hasta decir basta, pero que ya se estaba poniendo un poco cargante, con el tema de las salidas y que no quería salir con ella, al menos por un algún tiempo.

La llama y luego de los saludos normales y un poco de conversación dentro de lo común, conecta el altoparlante, para que yo también pudiera escuchar la conversación, haciéndome una señal para que me quedara callado.


- Y dime corazón, se ha acordado de mi ( le dice el )
- Claro que si ..... por eso te estoy llamando
- Si?
- Si ..... ando muy caliente y necesito tenerte dentro de mi ( yo estaba cagado de la risa )
- Mmmmm , estas mojadita?
- Quieres escuchar como estoy? .... y diciendo eso, al parecer se coloca el teléfono en su concha y lo comienza a frotar dejándonos escuchar lo jugosa que estaba su concha !!!!!
- ( ambos nos reímos en silencio )
- Te das cuenta como me tienes? .. por que no te vienes para acá o nos juntamos en algún lado para que me quites esta calentura, como tu sabes hacerlo?
- Uuuhgg corazón , no sabes las ganas que me das, pero me están esperando en mi casa y ya le dije a mi señora que estaba cerrando.

- Pero invéntale algo ....

- No , de verdad que hoy no puedo, enserio
- Pucha .... bueno, tu te lo pierdes ......

- Si se , pero la verdad no puedo.

Hablaron un poco mas y luego cortó. Nos matamos de la risa. En verdad era una hembra muy caliente. Pablo me dice que de verdad era una puta en la cama, te aguantaba todo lo que tu quisieras, pero que ya no quería salir con ella, por el tema de las llamadas telefónicas, que podrían traerle problemas en casa.

En tono de broma, pero también en serio, le dije que si no la quería, que me la dejara a mi. Yo era soltero y no tendría problemas con las llamadas.
El me dijo que ningún problema. Me dio su teléfono celular y me dijo que la llamara, como numero equivocado. Que no le dijera que lo conocía y que no me arrepentiría.
Salimos de su oficina. , cada uno se subió a su auto. El partió y yo me quedé marcando el numero de esta mujer.


- Alo
- Hola cariño, ¿como estas?
- Bien, ¿con quien hablo?
- ¿Cómo con quien hablo?
- ¿Pablo?
- .... ¿Pablo? , no, no soy Pablo........Cariño, me extraña que no se acuerde de mi. Te hago memoria, ...... el sábado pasado, un moreno sensual, simpático, .....unos tragos , me diste tu teléfono ...... te acuerdas ahora?
- ja ja ja .... disculpa moreno sensual , pero al parecer que te equivocaste de numero.

- Verdad? .... Oh, que vergüenza ....... discúlpame
- No te preocupes, aveces pasa
- Cual es tu nombre?
- Mirían
- Bueno Mirían, disculpa que te haya molestado, .... de verdad... que vergüenza
- No te preocupes
- Bueno cariño, te dejo para que sigas durmiendo y disculpa otra ves.

- No hay problema
- Buenas noches
- Chao.

Mi idea era que dentro de la conversación, ella me hubiese echo alguna pregunta o algo para seguir conversando, pero nada, y como me pilló algo frío , no me quedo mas remedio que cortar.

Pasaron como diez minuto, había bajado a comprar cigarros, y estaba pensando en llamarla de nuevo, cuando de repente, suena mi teléfono


- Alo
- Hola moreno sensual
- Ja ja ja , Mirían?
- Si, ¿ como te acordaste de mi nombre?
- Es que tu voz es muy especial, y como recién hablamos ...

- Y como te fue con tu amiga
- Mal, lo anote directo en mi celular, a si que ni siquiera me pude haber equivocado al discar.

- Uuyy tal vez es el destino el que comunicó conmigo
- Ja ja ja , puede ser .......... de que parte eres
- De San Felipe
- No puede ser ... imposible
- Por que lo dices?
- Porque yo también soy de San Felipe
- Nooooo .......verdad?
- Si verdad !!!!!!!!!!! Al parecer tienes razón de eso del destino
- Es demasiada la coincidencia. ¿No te habrán dado mi teléfono algún amigo?
- No, te lo juro que no
- Verdad?
- No, verdad .... ¿ que edad tienes Mirían?
- 45 años
- Viste, yo tengo 25 , no creo que tengamos amigos en común
- Yo tengo amigos de esa edad
- Oye Mirían, te puedo hacer una consulta? Eres soltera , casada?
- No, soy separada.... ¿ Por que lo preguntas?
- Lo que pasa , es que ... no se , pensaba que tal vez podríamos juntarnos a tomar algo y conversar
- Ahora?
- Se que es un poco tarde, tal vez te complica un poco
- Mmmmmm la verdad que no, no tengo ningún panorama para hoy, pero tengo una idea mejor. Por que no vienes a mi casa? Estoy sola , y podemos tomarnos ese trago aca
- Me parece perfecto

Me dio la dirección. Le pregunté si llevaba algo, pero me dijo que no, que no preocupara, que ella tenía de todo (también con un tono picaresco)

No me costo mucho encontrar la dirección. Era una casa de población, ya eran como las 11 de la noche, por lo que no había nadie en la calle. Llame al timbre. La figura de una mujer aparece en la oscuridad, me dice que esta abierto y que pase. Al entrar, me encuentro con Mirían . Su cabello largo y rubio ( aunque teñido) , su rostro con algunas arrugas, pero no era fea. Su físico era como a mi me gustan. Sus pechos grandes y redondos, sus piernas gorditas, un buen culo, aunque si es cierto, tenía un rollo en su cintura, pero en fin, yo no buscaba una mujer para lucirla ni para casarme.

Me invitó a pasar. Nos reímos un rato de la “cita misteriosa”, como la llamamos. Me ofreció un trago y se sirvió otro para ella. Comenzamos a charlar del destino, de las cosas que hacía yo, de lo que hacía ella etc. Los tragos se siguieron sirviendo y los cigarros prendiéndose. Ella vestía una blusa blanca, con una falda azul, con un corte a su costado que dejaba ver su hermosa pierna.

En el último trago que se levantó a servir, mientras le miraba descaradamente el culo, se dio vuelta y me sorprendió mirándola. No dijo nada. Sirvió los vasos y se sentó en el sofá a mi lado. Luego de dar un par de sorbos, dejó el vaso en la mesa de centro y sin darme aviso, se lanzó a besarme. Fue inmediatamente un beso apasionado, un beso caliente. Como pude dejé mi vaso en la mesa. Comenzamos a besarnos y a tocarnos por todos lados. Mis manos se perdieron bajo su falda, dirigiéndome directamente a su entrepierna , por sobre sus panties, podía sentir la humedad de su concha. Mientras la besaba, con una mano le desabrochaba su blusa y con la otra le acariciaba su entrepierna.
Ella gemía de placer y sus manos desabrochaban mis pantalones. Sacando mi verga, dejó de besarme el cuello, y comenzó a mamármela como loca. Yo aun seguía con mis manos acariciando su concha.

Comenzamos a desnudarnos ahí mismo. Ella misma se saca su blusa y yo mis pantalones. Sus panties se rompieron al salir, pero a ella no le importó, quería tenerme desnudo y yo a ella. Ya completamente desnudo, la hice sentarse con las piernas abierta, y arrodillado en la alfombra comencé a chuparle su jugosa concha Ella se echó hacia atrás y se excitaba ella misma tocando sus pechos. Como un experto le di una sesión de sexo oral que estuvo a punto de hacerla acabar en mi boca, pero ella tenía otros planes. Se levanto de esa posición y tomándome de la mano, me llevó hasta la mesa del comedor, y apoyándose en 90°, me dejó penetrarla por detrás. Separándose sus nalgas con sus manos, me dijo que lentamente se la fuera metiendo en el culo. A mi no me dicen las cosas dos veces a si que tomándola de la cintura conduje mi verga a la entrada de su culo y lentamente fui penetrándola. No me detuve hasta que mis bolas chocaban con su tremendo culo. Ella gemía como una perra en celo. Eso mas me calentó y comencé a darle fuertes embestidas. Sus grandes tetas colgaban y chocaban en cada embestida mis manos se aferraron a ellas manoseándolas a mi antojo.

Ella me dice que nos fuéramos a su pieza. Caímos a la cama besándonos, con la luz prendida, como me dijo que le gustaba hacerlo. Ella se monta sobre mi y comenzamos hacer un 69 espectacular. Su mamada era de una profesional, se la introducía hasta el fondo de su garganta, hasta que sus labios cocaban con mis bolas. Sus dedos me acariciaban la entrada de mi ano, cosa que me tenía un poco nervioso. Luego cambió sus dedos por su lengua. Ahí la sensación fue mucho mas agradable. Mientras yo besaba su concha. Al cambiar ella la posición de su lengua, le di las gracias de la misma forma y comencé a besarle su ano, introduciéndole de vez en cuando uno o dos dedos.

Luego me puse sobre ella, le chupe las tetas hasta que me cansé. En esa posición se la volví a meter y ella colocando sus piernas en mis hombros me dejó a mi hacer el trabajo a mi gusto. Lo que mas me excitaba era ver su cara como disfrutaba, y mas aun como se quejaba. Ya no aguante mas y quise acabar entre sus tetas. Me monté sobre ella y ella misma me aprisionó la verga entre sus grandes carnes. Comencé a dar claras muestras de estar por acabar, ella abrió su boca y comencé a llenarle su cara con mi leche caliente. Ella no solo se comió lo que le cayo en la boca, si no que con sus dedos se comió lo que le había caído en su cara, terminando por limpiarme el resto de semen que colgaba de mi verga.

Hasta ahí, todo era normal a mis mejores encuentros con el sexo opuesto. Sin embargo, cuando me recosté a su lado, ya un poco cansado, ella me preguntó, acariciando mi verga ya sin fuerza, si estaba dispuesto a ayudarla a jugar un ratito mas.

No tenía idea a que se refería, sin embargo, le dije que si. Ella se levantó de la cama, paseándose desnuda ante mi. Su cuerpo voluminoso, sus piernas gruesas, sus ancha caderas, sus grandes pechos, incluso hasta sus rollitos me estaba volviendo a excitar al verla. Ella saca de la cómoda algo, que oculta tras su espalda. Vuelve a la cama y me muestra el famoso juguete. Era una verga de goma de un grueso calibre. Colocándose nuevamente en cuatro patas en la cama, me pide que se lo introduzca. Yo me pare a un costado de la cama y ella en la misma posición se coloca delante mío entregándome su tremendo culo a mi disposición. Comencé nuevamente a lubricarla con mi lengua y luego comencé a meterle la pico de goma en su concha. Ella se reclinó hacia delante, dejando solo levantado su poto. Mientras se lo metía , mis dedos comenzaron a hurguetear la entrada de su culo, entrando fácilmente dos de ellos. Ella gemía como una perra en celo. La visión de semejante espectáculo, me logró excitar de una forma increíble, lo que me llevó a meterle su juguete hasta el fondo y a cambiar mis dedos por mi fortificada herramienta. Ella alcanzó dos orgasmos en esta posición. Yo , como recién había acabado, me encontraba como piedra para partirle el culo a esta hembra. Y así lo hice.

Cambiamos posición, yo acostado en la cama y ella sobre mi. El juguete quedó un rato de lado, mientras ella sentada sobre mi verga, intercambiaba el mete y saca, entre sus dos entradas. Sus grandes tetas saltaban de arriba abajo productos de sus fuertes movimientos, mientras mis manos se movían entre sus nalgas y su vagina.

Pasamos bastante rato en estas posiciones, pero luego cuando sus gritos dieron claras muestras de estar alcanzando su orgasmo, nuevamente me sorprendió y saliéndose, de mi verga, se sube a la altura de mi cabeza, y colocando una pierna a cada lado de mi cabeza, comienza a masturbarse a escasos centímetros de mi boca, lanzado sus jugos sobre mi cara dando unos gritos que debieron escucharse hasta en la calle. Cuando termino de arrojarme sus jugos, me coloca su concha en la boca y me hace chuparle por algunos minutos.

Completamente exhausta, se coloca a mi lado boca abajo. Yo viendo que me estaba quedando con mi semen sin salir, le abrí las piernas y me monte sobre ella, primero jugando entre sus nalgas y luego metiéndosela por el camino estrecho. Ella ya estaba rendida y no se movía, pero aun gemía y se quejaba disfrutando la penetración. Cuando me dieron ganas de acabar, al igual que ella, me senté entre sus grandes nalgas y me masturbé entre estas dejándole toda su raja mojada. Ella con sus manos se esparció mi semen en su cola igual que fuera una crema de belleza.

 

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