Relatos Eróticos Hetero

Lleno de sexo y amor | Relatos Eróticos de Hetero

Publicado por Anónimo el 30/11/-0001

Te imagino en una silla en un cuarto totalmente oscuro en el que lo único que se ve, son tú y la silla... es una silla muy cómoda, con respaldo y asiento acojinado, negra, sin descansabrazos... sobre ti hay una lámpara colgando del techo que es lo único que te alumbra, no sabes por qué estás ahí, simplemente lo estás, calmada, pensando, imaginando cosas... de repente sientes como unas manos, mis manos, te tocan el cuello, las yemas de mis dedos empiezan a subir por tu rostro, alcanzan tus mejillas, te acaricio tu bella cara...

No tienes necesidad de voltear, solo te sientes relajada con ganas de que mis manos sigan, no mencionamos palabra, solamente, callamos...

Mis manos que antes se encontraban en tu rostro comienzan a deslizarse por tu cuello llegando hasta tus hombros... tomo tu blusa, la desprendo de ti lentamente con cuidado, la tiro al suelo... ahora tomo tu brassiere y de igual manera lo separo de tu piel, ahora tus senos, bellos senos, quedan a la vista de mis ojos... me deleito contemplándolos algunos segundos mientras te deshaces de la falda y panties simultáneamente...

Sientes un líquido cálido, muy suave, caer por tus senos, es un delicioso aceite de rosas... cae en tus hombros, de ahí, va recorriendo con regocijo hasta tus senos y sigue el sendero por en medio de ellos, por tus pezones, sientes como se desliza riquísimo por tu cuerpo hasta llegar a tu abdomen terminando en tus piernas y uno que otro hilo afortunado llega a la entrada de tu vagina...

Antes de acabar el recorrido del aceite sientes como mis manos, aún estando detrás de ti y sin habernos visto a la cara, tomo tus senos... los tomo dulcemente apenas tocándolos con la punta de mis dedos, las deslizo por toda la extensión de tu figura... ahora tomo tus senos con más firmeza, los agarro y trato de apretar un poco resbalándose de mis manos por el aceite... te acaricio tus senos con decisión, los tomo y doy pequeños pellizcos a tus pezones... cuando más disfrutábamos los dos, paro...

No volteas, sabes que estoy cerca de ti y te sientes bien contigo misma confortada... no sabes por qué llegaste ahí ni cómo, sólo piensas que estás disfrutando y disfrutarás muchísimo más...

Doy la vuelta y quedo enfrente de ti, también desnudo... te sonrío y me siento en tus piernas, que están juntas... yo con mis piernas abiertas paso una de cada lado de tu cuerpo quedando mi pene en tu abdomen... te empiezo a besar dulcemente en la boca... te tomo los senos con ambas manos y empiezo a acariciar suavemente, así sigo por unos momentos... de repente les doy un pequeño apretón a tus pezones y empiezo a besar con mucha más pasión y acariciarte de igual manera, tomo un poco de aceite y lo vuelvo a poner en tu cuerpo y en el mío.. estamos bañados en aceite, totalmente resbalosos... te sigo acariciando desde la cadera hasta los senos, hombros, cuello, mejillas... es el turno de mi boca para complacerte, me inclino un poco y empiezo a besar tu cuello, hombro... justo voy a llegar a los senos... y paro... nos vemos a los ojos, nos sonreímos... ves detrás de mí y se enciende otra pequeña luz sobre el techo, todo lo demás es oscuridad, no se ve nada... vislumbras debajo de la lámpara una cama...

Me paro de tus piernas, pongo la mano para ayudarte a parar, te paso delante mío con mi pene erecto entre tus piernas... caminando hacia la cama... te empujo con cierto salvajismo, pero delicadamente a la vez a la cama... caes boca abajo, te volteo rápidamente y empiezo a besar tus pies... empiezo con tus dedos, los chupo, los meto en mi boca y sientes la calidez de mis labios y lengua... empiezo a chuparte desde el empeine, con mi lengua, subiendo lentamente, no hay prisa, sabes a dónde quiero llegar y no puedes esperar a que llegue... estas recostada mirando hacia arriba, hacia la luz tenue... piensas en lo que esta sucediendo y te sientes feliz... yo por mi parte sigo mi recorrido, paso por tus espinillas, llego a tu rodilla, sigo subiendo lamiéndote y acariciándote las piernas, también, llenas de aceite... tus muslos son sensacionales y piernas son sensacionales gracias a tu condición física y ejercicio... las abro y empiezo a lamerte por la parte de adentro de tus muslos... por fin llego a tu vagina.

Te aviso que estoy a punto de venirme... me pides que lo haga dentro de ti... lo hago... disfruto tanto... abro mis ojos y te veo, mujer tan hermosa y el placer se me multiplica 1000 veces... te sonrío... sé que tu aún no terminas, te pongo en 4 me pongo detrás tuyo... mientras hago que mi pene vuelva a tener una erección te acaricio tu vagina con mis dedos índice y medio... te acaricio, estas muy mojada con un poco de semen chorreando de ti... acerco mi boca y te doy alguna lamida... siento que mi pene ahora esta erecto de nuevo y sin avisarte, retiro mi boca, te tomo de las caderas y te lo introduzco... lo hago rápidamente para que acabes y sientas el placer, terminar los dos para quedar igualmente satisfechos... te penetro fuertemente y rápido, jalo y retiro de mi tu cintura con mis manos... escucho el placer salir de tus labios... lanzas un gemido prolongado que me indica, al igual que el líquido que brota de tu vagina, que has acabado...

Te recuestas en la cama y yo a un lado tuyo, abrazados nos miramos una vez más y sonreímos... cierras tus ojos... te observo por un rato deleitándome simplemente con mirarte... dormimos... quedamos soñando desnudos sobre aquella cama tan erótica, tan llena de sexo... tan llena de amor...

 

Relatos Porno
Los relatos eróticos más leídos

 

ENVÍA TU RELATO ERÓTICO

 

Más relatos eróticos

Relatos eroticos