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Casada, le puse los cuernos con un moreno que follaba la mar de bien | Relatos Eróticos de Infidelidad

Publicado por Mony el 26/05/2017

Este último verano, mi marido se tomó un mes de vacaciones, lo aprovechamos para ir de vacaciones a Mar del Plata. Nuestros hijos fueron invitados por sus abuelos a conocer Disneylandia, por lo que se quedaron con ellos. Eran las vacaciones soñadas para los peques y para nosotros, de ir como cuando eramos novios "SOLOS". Habían pasado 7 días.cuando mi marido recibe un mail de la oficina, diciendo que debía volver al trabajo, ya que habían recibido visita de inspectores y era indispensable que estuviera. Así fue que tuvo que viajar de urgencia a Baires, dejándome sola,en el Dto. con la promesa de viajar los viernes por la noche, para estar conmigo los fines de semana. El siguiente martes, me puse el micro tanga, ya que quería estar tostada lo más posible, ya que mi pelo dorado y mis ojos verdes resaltarían totalmente. Soy una mujer blanca, de 171 cm. de altura y mis medidas no son para nada despreciable 90/61/93, que las mantengo matándome todo el año en el GYM.. Rumbe por la ruta 11 para Playa Escondida, playa nudista cercana a los hoteles de Chapadmalal. Llevaba puesto un pareo para tapar, ya que la parte de abajo de la biquini era muy, pero muy sucinta. Un pequeño triangulito tapaba apenas mis labios vaginales y hacia atrás era hilo dental, que se adentraban en mis nalgas. Arriba una torerita trataba de tapar mi casi desnudez. Dos pequeñas tiras, apenas tapaban mis areolas, que al menor movimiento dejaban mis pechos al aire.
Previo a salir del Dto., miré mi figura en el espejo y me encantó lo que en el se reflejaba. Total iba a una playa nudista, si me presentaba con esa biquini iba a parecer a la madre Teresa, ante toda la desnudez que habría en la playa.
Ya en ella, me quité el pareo y la torerita, puse la lona en lo poco que hay de arena, ya que es muy pedregosa y me acosté a tomar sol. Al rato contemple jocosamente, como pasaban los efebos. con sus penes y bolas bamboleándose y a las mujeres como Dios las echó al mundo. Decidí hacer topless. me quité los pequeños retazos de tela que hacian las veces de soutien y dejé que mis lolas recibieran en toda su plenitud los rayos de febo.,
Me quedé acostada boca arriba adormilada, en un momento siento como que se hubiera nublado, pero no era eso, sino un morenazo que tapaba el sol y me ofrecía baratijas. Me senté y comencé a mirar lo que me ofrecía, pero en la bandeja no estaba lo que a mi me apasionaba, sino lo que a mi me interesó en ese instante, fue el bulto inmenso que se le marcaba en la entrepierna del short. Le compré un anillito y me puse a charlar con él, me interesaba no perderlo de vista., me dijo que tenía que seguir vendiendo sus chucherías y que luego vendría, antes que se ponga el sol, ya que le ofrecí regresarlo a MDP en mi auto. Yo, ya con más atrevimiento me quité la parte de abajo del biquini y me puse a hacer nudismo como la mayoría de las mujeres que estaban en ese instante en la playa. Así totalmente desnuda caminé varias veces por la playa, mojando mis pies en el agua del mar. Por lo visto mi figura no fue indiferente a los machos que allí estaban, ya que veía como giraban sus cabezas para admirar mi figura. Mientras caminaba, miraba al moreno ofreciendo su mercancía a todos las bañistas con distinta suerte.
Ya estaba bajando el sol y el negro se acerco a donde yo estaba con una gran sonrisa en su boca y me alabó mi figura y que yo me haya desnudado, según dijo, que lo hice para agradar a él. Me sacó una sonrisa y una reflexión ¿Lo hice inconscientemente para lucirme ante él?. Me puse la parte baja de mi biquini, el pareo y la torerita, no me puse el soutien. Allí lo hice subir, subí yo. Sabía que en cada movimiento que hiciera mis tetas quedarían al aire, quería saber como iba a reaccionar mi acompañante al ver en el auto mis tetas en libertad-
La ruta estaba imposible, frena que te frena y mis tetas se bamboleaban con cada frenada o arranque. Los ojos de mi negrito estaban que se salían de sus órbitas, tomé la ruta que va por adentro, por donde está el camping Los Griegos, para salir por Avda. Independencia, pero ya no aguantó más y me tomó con sus manos una mama, no opuse resistencia. Acercó su boca y me comenzó a mamar un seno, mientras con su mano me acariciaba sobre la tanga, me la corrió y me ensartó un dedo en el chocho que estaba ya empapado. Un día que mi marido no estuvo para mi fue algo así como tres meses de isla en solitaria. Estaba re caliente, aparqué en un hotel tipo alojamiento que existe por dicha Avda. Nos dieron las llaves y subimos a la habitación asignada. Mientras subíamos por la escalera, el iba atrás mio penetrando dos y hasta tres dedos en mi panocha, yo estaba tan cachonda que sentía los jugos vaginales corriéndome por la entre pierna.
Apenas entramos al cuarto, nos arrojamos a la cama, nos morreamos, le quité el short y dejé al descubierto un pene que nunca hubiera soñado, más de 25 cm. de largo y ancho como mi muñeca. Para mis adentros me dije "que poronga me voy a deglutir. Me volqué inmediatamente a chupar dicha poronga, ¿como si me fuera la vida en ello. El moreno me acomodó en un exquisito 69 y allí tuve mi primer orgasmo, no aclaré que soy multiorgásmica, de allí en más mis orgasmos prácticamente no tenían solución de continuidad.No terminaba con uno que ya asomaba el otros. Ni hablar, cuando me hizo poner las piernas en sus hombros, apoyó su glande en la entrada de mi vagina y lentamente fue introduciendo su miembro adentro mio. Creí que me partía al medio, pero con lo mojada que yo estaba, la penetración se le hizo fácil,, Sentí un gran dolor, que poco a poco se fue transformando en goce. Nunca entendí como mi vagina se amoldó a semejante pija, El mete y saca se me hizo glorioso y ni hablar el orgasmo que me arrancó al sentir su lechita dentro de mi ser.
Pasado ese momento nos fuimos a bañar juntos, para sacarnos la transpiración y la arena de la playa, ya que en re apuro tuvimos sexo tal cual veníamos.
Se podrán imaginar que donde más nos enjabonamos él fue en mi vulva y tetas y yo en su garrote Je Je..
Volvimos calentitos a la cama, me comenzó a lamer desde la vulva al agujerito del culo. Su lengua ingresaba impunemente en mis dos agujeritos, luego ingresó un dedo en mi ojete, mientras que su otra mano jugaba ardientemente con mi clítoris, arrancándome gemidos de gozo que no ocultaba. Luego fueron dos y tres dedos que ingresaros en mi chiquito, jugando y estirándome el esfinter. Debo decir que tuve mucha actividad por ahí en mi época de soltera, mi marido no era partidario de hacermelo, por lo cual últimamente tuve poca actividad sexual anal. En un determinado momento me puso de perrito, tomó de mi bolso una crema para después del sol y me untó muy mucho el ano, se untó su cabezota y lentamente me fue penetrando por el culo. Cuando su glande estuvo dentro mio, le pedí por favor me la sacara, ya que me hacía mucho daño,pero él afirmándose en mi cadera, de un sólo movimiento me enterró más de la mitad de la verga. Pegué un grito de dolor y las lagrimas me brotaron instantáneamente. Allí se quedo quieto esperando que mi recto se acostumbrara al intruso.Poco a poco me fui relajando y el dolor profundo fue cediendo, ya empezaba yo a gozar de la sodomización, le pedí que me empalara toda su verga, cosa que hizo para mi gusto. El mete y saca volvió a arrancar en mi innumerables orgasmos, ni hablar cuando me llenó el culo de leche, goce y exploté en otro orgasmo memorable.
Nos quedamos cogiendo toda la noche, no se donde el negro sacaba tanta fuerza para servirme por todos mis agujeros.
A la mañana lo acerque hasta la casa de huéspedes donde paraba, quedando en encontrarnos otro día en la misma playa.
Volvimos a repetir la fiestita, cuando mi marido llegó el día viernes, yo estaba satisfecha de sexo. Se asombró algo de lo abierto que tenía mis orificios, le indiqué que en su ausencia me había masturbado todos los días con un dildo muy grande que tengo, casualmente de color negro.

 

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