Relatos Eróticos Intercambios

Felices los cuatro mientras mantenemos sexo | Relatos Eróticos de Intercambios

Publicado por Claudia el 24/01/2018

Con mi esposo decidimos invitar a una pareja que conocemos desde hace tiempo a cenar en la casa, donde estamos pasando las
vacaciones de enero 2018 a puro sol y playa aquí en Pinamar, en la costa argentina.
Cuando llegaron, todo salió muy bien, nos divertimos mucho haciendo bromas,dialogando animadamente y platicando de todo inclusive de lo sexual que a las dos parejas nos gusta.

Aún era temprano, cuando se nos acabó el champagne, comentábamos quien iría a comprar más y no nos decidíamos, hasta que yo como anfitriona me ofrecí para ir, ya que la tienda no estaba lejos, ya estaba en el auto, cuando llego Ramiro y se ofreció a ir conmigo, me gustó sentirme acompañada y también me gusta él como hombre, es un macho muy atractivo, sabia que podía pasar algo entre él y yo, nuestras miradas se cruzaban en forma constante y los besos hacia mi al aire fluían en forma espontanea de su parte Al llegar a la tienda ya la habían cerrado porque se había cortado la energía eléctrica, nos quedamos en el estacionamiento, pensando en donde ir ya que la otra tienda estaba como a unos veinte minutos más lejos, llamé a mi esposo para avisar que tardaría algo mas en regresar y decidimos ir para allá.

Para ese día yo llevaba un vestido suelto, que me quedaba a media pierna y sentada se me subía mas, yo notaba que me las miraba ya que están bien bronceadas por el sol pero ninguno de los dos decía nada, me gustaba sentirme deseada por él, eso también me excitaba, llegamos y compramos lo que necesitábamos y nos regresamos a casa.

Al llegar vimos la casa a media luz, entonces entramos por la parte de atrás de la cochera, vimos por la ventana, que mi marido Fernando y Paula bailaban muy juntos, Ramiro y yo nos miramos y él me dijo que guardáramos silencio y los observáramos y así lo hicimos, veíamos como los dos seguían bailando pegados, ella tenía sus brazos alrededor del cuello de él que la tenía tomada de la cintura, los dos tenían los ojos cerrados disfrutando el baile, su marido y yo, nos mirábamos y sonreíamos, me sentía atraída y caliente por la situación vimos como mi marido bajo sus manos y la tomó de la cola y se la acariciaba, le iba subiendo el vestido cada vez más, hasta que ellos quedaron al descubierto, el ambiente se estaba poniendo cachondo entre ellos y entre nosotros también, Rami me decía al oído lo mucho que le gustaba y otras de alto contenido sexual, Paula separo su cara y lo miro a mi esposo y se comenzaron a besar, los dos comenzaron a mover el cuerpo con sensualidad como si se estuvieran cogiendo parados, mi esposo la soltó y movió las manos para el frente y veíamos como le soltaba los botones y dejaba sus pechos al aire, como en ese momento ella estaba de espaldas a nosotros, vi que él se agacho y le puso la boca en sus pechos, pensé que de seguro se los mamaba, ella tenía la cabeza levantada disfrutando de esa mamada, mientras veíamos eso, Rami, se puso detrás de mí, sentí sus manos agarrándome de la cintura yo voltee a verlo y nuestras bocas se juntaron y comenzamos a besarnos los dos, pego su cuerpo al mío y sentí su verga en mi trasero yo pegue bien mi cuerpo al de él y movía mi cola contra su miembro, cuando separamos las bocas y volteamos a verlos, ella ya tenía el vestido en sus tobillos sin sostén y totalmente desnuda, mi esposo bien pegado a sus pechos mamándoselos tenía una mano entre sus piernas y le acariciaba sus labios vaginales, ella tenía las piernas bien abiertas, mientras nosotros seguíamos observando y yo cada vez mas caliente y excitada al ver a mi esposo con otra mujer.

Ramiro me fue levantado el vestido dejando mis glúteos al descubierto abrí yo también las piernas, él se agacho por detrás y comenzó a besar mi ano, yo me levante el vestido quitándomelo sin sostén, mostrando mis pezones erectos bien duros, él me bajaba la tanguita negra de broderí que traía puesta, mientras me acariciaba con su boca yo no despegaba los ojos de ellos ya para entonces se habían detenido y se arrimaron al sofá, él se sentó y ella poniéndose de rodillas entre sus piernas le frotaba su buena verga y se la comenzó a mamar, mientras seguía sintiendo las caricias de Rami en mi, metió una mano en mi raja y me comenzó a acariciar, sentía su lengua que abría mi ano y se metía en mi recto.

Mientras Paula seguía mamando la verga de mi marido, ver eso me ponía muy morbosa, me excitaba ver la pija de mi esposo dentro de su boca y con las caricias de Rami, no pude aguantar más y solté un par de intensos orgasmos, lo tomé de la mano y lo lleve hasta el otro dormitorio deje la puerta abierta y lo acoste, separe las piernas lo más que pude y le dije, "métemela, cógeme dame esa verga" mientras se la chupaba y lamia desde los testículos hasta el glande, cuando sentí que la tenía bien dura, me puse de pie, abrí bien mis piernas y lo monte, coloqué la punta de su pene en la entrada de mi vagina, sabia que costaría así que me fui sentando poco a poco moviendo mi vagina, su miembro se fue abriendo espacio en mi estrecha vagina, sentía que me partía en dos, pero seguí bajando, había llegado a la mitad mas o menos y empecé el movimiento de subir y bajar lentamente mientras escuchaba los gemidos sonoros de Paula, volteé mi cabeza para ver que hacían y vi que mi marido se había arrodillado entre sus piernas dándole una cogida espectacular en el sillón, eso me calentó aun más y dejé caer el peso de mi cuerpo para meterme más el miembro de mi ahora amante, pegué un grito de satisfacción al sentirla totalmente adentro, mis movimiento cada vez eran más rápidos, hasta que sentí que me venía otro orgasmo esta vez más fuerte, grité y me retorcí como una poseída por el deseo de gozar con esta verga, nunca había sentido algo tan fuerte, cuando me viene un orgasmo solo gimo muy fuerte, esta vez pegué un grito que se debe haber escuchado en toda la casa, quedé rendida sobre el pecho del macho al que me entrego mi esposo para disfrutar.


Luego de un rato tome su pija para apuntarla otra vez a mis labios vaginales, la sentí bien gorda no la abarcaba con mi mano al ponerla en la entrada me la fue metiendo con suavidad, mientras abría totalmente mis piernas y lo recibía sobre mí, estaba muy mojada, al entrar poco a poco, iba sintiendo mucho placer, cuando la tuve toda adentro él se comenzó a mover, la metía y la sacaba, yo así como estaba podía darme dedo y me frotaba el clítoris con fuerza, me había olvidado por completo de mi marido y de su ahora amante, disfrutaba de la verga de este macho dentro mío, el seguía cogiéndome, deseaba seguir sintiendo ese mástil adentro, sentí mi cuerpo temblar y sabía que pronto me vendría en un intenso y placentero orgasmo.
Mi esposo desde la puerta, miraba como en forma rápida movía mis caderas y piernas, mientras pegaba mi pubis al suyo en un cadencioso movimiento de ambos entregados al amor, mientras, con mis brazos en su cuello, lo besaba apasionadamente, se que eso a mi esposo, le excita al extremo su morbo y logro así verme coger con otro y también el mio.

Cuando me vengo, me gusta que mi marido se quede quieto para yo disfrutar la venida con gusto, pero con Rami no sé porque quería que no parara al moverse y mi cola se movía al compás, cuando me venía y con los movimientos de él, ese orgasmo era intenso, me venía sin parar, luego de ese hermoso orgasmo pude abrir los ojos y los otros ya no estaban en la sala se habían ido al dormitorio, Ramiro seguía cogiéndome cuando sentí su verga palpitar sabiendo que se iba a venir, me la saque de mi vagina y le dije que me la diera entre mis pechos, él se la comenzó a jalar, y cuando se venía la puso entre medio y sentí como mojaba mis pezones con su leche caliente.

Me la volvió a meter en la raja ya para entonces no sabía cuántos orgasmos había tenido, estaba loca por la lujuria sexual que estaba viviendo con la verga de mi macho que me tallaba las paredes vaginales, me preguntó si quería hacerlo por atrás, yo me negué no aguantaría esa buena y gruesa vergota pero lo que hice me puse de rodillas y se la mame hasta que se vino dentro de mi boca.

Cuando nos calmamos de este buen palo que nos habíamos echado, salimos del dormitorio y así ambos desnudos nos fuimos al al principal y ahí estaban los dos, ella de perrito al borde de la cama y mi marido detrás de ella garchandola, allí vimos que la tenía toda adentro con el ano bien abierto porque ella grito. "Así amor, no pares abrírmelo todo, cógete este culo ansioso de verga” luego de un rato y pegando un largo gemido, mi marido le dio toda su leche adentro, cuando se calmaron su esposo y yo entramos al cuarto, ellos no se sorprendieron y al rato los cuatro nos reíamos recordándo como se habían dado las cosas.

Luego nos acostamos en la cama con ellos, como yo tenía la tentación de saber si la verga de Rami me cabria en mi ano, me puse de rodillas le dije a mi marido que me la metiera por atrás, él lo hizo con suavidad, cuando la tuve toda adentro comenzó a moverse hasta que me lleno el de leche y antes de arrepentirme le dije a Rami que me la metiera toda, me dolía al principio pero como mi culo se había dilatado con la verga de mi marido,me tomó de las caderas y me la pudo clavar completa, por favor, que placer sentirla toda..!! mientras mi esposo me miraba como mi ano se dilataba para dejar entrar la verga de mi amante y verme como la gozaba..

Luego él y Paula se fueron al otro dormitorio, mientras yo, me entregaba a un ardiente y pasional sesenta y nueve con mi nuevo macho así seguimos cogiendo los cuatro esa noche con las parejas cambiadas hasta la mañana siguiente, cuando despertamos nos juntamos los cuatro a desayunar.

Así sucedió nuestro primer encuentro con esta pareja, ninguno de los cuatro nos lo hemos cuestionado porque lo hemos disfrutado y lo vamos a repetir mas seguido, le comente a mi esposo que quiero también atreverme a algo mas, como ser disfrutar con una mujer, me excita pensar estar sola con ella, besándonos mutuamente...y mi esposo esta de acuerdo .

 

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