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Hermoso placer de sexo para tres | Relatos Eróticos de Intercambios

Publicado por Claudia el 06/02/2018

Le dije a mi esposo que esa noche nos reuniríamos a cenar con un amigo y que le tenía preparada una gran sorpresa!. Mi esposo y yo nos consideramos una pareja normal, y tenemos algunas fantasías que deseamos llevarlas a la realidad, y todas estas ricas experiencia compartirla con mi esposo y con otros que tengamos deseos.
Ramiro, asi se llama este lindo macho se ha convertido en mi amante oficial con quien me comparte mi esposo, y cuando nos reunimos, me la paso genial hasta la madrugada gozando del sexo con ambos..!

Hace ya algún tiempo que ha venido creándose en mi mente una fantasía, la de compartir a mi esposo con mi amante..!

Así que en determinada ocasión que presentí que se podrían dar las condiciones adecuadas, me puse de acuerdo con él, para darle la gran sorpresa a mi esposo y al mismo tiempo cumplir mi mas ámplio deseo .

Le dije a mi esposo que esa noche nos reuniríamos con mi macho y que les tenía preparada una gran sorpresa!. Nos duchamos, nos arreglamos y llegada la hora del encuentro nos dirigimos a su casa. Nos recibió efusivamente con un abrazo, y a mí con un beso muy sensual como de costumbre, mientras platicábamos mi amante se puso detrás de mí, rodeando con sus brazos mi cintura, comenzó a besar con delicadeza mi cuello mientras con mi marido degustabamos un exquisito vino él acariciaba mis piernas por debajo de mi pequeño vestido, ocasionándome escalofríos que recorrieron mi espalda. Me voltee hacia él y nuestros labios húmedos se encontraron, nuestras lenguas expresaron el deseo que nuestros cuerpos sentían, sus manos buscaron la tibieza de mi piel, acariciando mis muslos y rozando mi tanguita negra de encaje mientras yo besaba su boca. Comencé a desabrochar su camisa, tenía ansias de sentir su piel! Él comenzó a bajar el cierre de mi vestido mientras me besaba cada vez con más pasión, acariciando y besando mis ya desnudos pechos. Esto me calienta sobremanera!, Yo estaba que ardía!. Llamé a mi esposo, que nos observaba con gran lujuria, y le pedí que se acercara.

Comencé a besarlo, mientras le acariciaba por debajo de su camisa. Él correspondía a mis besos mientras acariciaba mis nalgas, adornadas por la diminuta tanga, ahora a la vista de mis dos hombres, Ramiro comenzó a desnudarse por completo, mientras yo ayudaba a mi esposo a hacer lo propio. Sentía una vibración por toda mi piel al sentir dos pares de manos acariciándome y dos bocas besándome.

Sentí cómo mi consentido macho me tomó por la cintura, y me dirigió al ámplio sofá, donde me sentó y puso su verga en la comisura de mis labios, invitación que no podía rechazar, abri mi boca y sintiendo cómo entraba semejante manjar..! Con mis manos comencé a acariciar los testículos de mi amante. Mi esposo se acercó con su verga ya bien parada para que también se la chupara.! Qué escenaaaa..! yo sentada y ellos parados enfrente de mí, saboreando, lamiendo y succionando ese par de vergas, me ponía más caliente aun sentirlos juntos en mi boca! Quería sentirlos ya dentro de mí. Pero esta noche, esta noche… sería diferente.

Mientras yo seguía prendida de la verga de Ramiro, mi esposo me metía la lengua en el ano deliciosamente. Mi cuerpo reaccionaba y se movía por sí mismo como queriendo que la lengua ingresara cada vez más! Cuando mi esposo me quiso quitar la tanga, lo detuve y para su gran sorpresa, le hice saber que esa noche todo sería diferente! Esta noche les dije ningún pene entrara en mí..!

Les pedí a Rami y a mi esposo que hicieran un 69. Mi esposo, un poco sacado de onda, se acostó en el sofá. Y sin contemplación alguna, mi amante se puso sobre él metiendo su pene hasta la garganta de mi esposo!. Qué excitación tuve..! Me mojé todavía más y comencé a tocarme! Ambos continuaban chupándose uno a otro sus vergas, saboreándose, metiéndoselas todo en sus bocas. Yo los observaba y me ponía a mil ver que ellos mismos estaban proporcionándose placer mutuo!

En determinado momento, dejaron de hacerse sexo oral. Se incorporaron y besé a mi esposo en la boca de manera muy cachonda, jugando con nuestras lenguas y saboreando el semen de la verga de mi macho!

Mis dos chicos, se quedaron esperando mi siguiente instrucción yo al fin mandaba alli. Le indiqué a mi esposo que se acostara en el sofá, dejando su culo disponible para que Ramiro lo penetrara..! este trajo un lubricante, que gustosamente unte en el ano de mi esposo y otro poco en la verga invasora. Yo misma tomé a mi amante guiando su verga al ano de mi esposo. Ví cómo apretó su esfínter reaccionando a la invasión, pero siguió empujando con fuerza, mientras yo acariciaba a mi esposo para que se relajara, fué cuando escuché un gemido placentero de él, y pude ver cómo la verga de Ramiro desaparecía por completo en el culo de mi marido..! Me metí entre el sofá y el cuerpo de mi esposo, chupando su pene bien erecto con gran pasión succionándolo con fuerza, podía sentir en mi boca el ritmo de la penetración que llevaba . Era como si mi amante nos cogiera a ambos, a mi esposo por el culo y a mí por la boca! Se sentía delicioso!

Después de unos minutos, me separé de la verga de mi esposo, y busqué los labios de mi macho, jugando nuestras lenguas mientras él lo sodomizaba..! Era algo tan rico y excitante ver y sentir! Me recosté al lado de ellos, disfrutando de esa maravillosa vista mientras una de mis manos jugaba en mi vulva y acariciaba mi clítoris. Con la otra mano acariciaba mis pechos mientras gemía de placer! Usaba mis manos,para llegar a dos intensos orgasmos, imaginando que era mi amante llenándome de placer con esa verga.

Después de unos minutos así, pude ver cómo mi esposo ya estaba mucho más relajado y mientras Ramiro lo sostenía firmemente de la cintura al penetrarlo con fuerza, mi esposo empujaba sus gluteos hacia arriba para lograr una penetración mucho más profunda que tanto deseaba.

Luego de varios minutos en determinado momento, sacó su verga del culo de mi esposo, luego que le acabara adentro, juntos me pidieron que los esperára en el dormitorio.

Ambos, se metieron a la ducha mientras yo los esperaba en la cama. Primero salió mi esposo y se acostó a mi lado. Inmediatamente busqué su pene introduciéndolo todo en mi boca, lamiéndolo y succionándolo mientras mi esposo gemía del placer. Le fascina que le haga sexo oral! Ramiro se puso atrás de mí, y con ansias locas comenzó a lamer mi vulva! estaba en el paraíso! Era una delicia!
Después, ambos se pusieron a mis costados y empezaron a besarme y acariciarme. Sentía sus manos traviesas recorriendo mi cuerpo, sentía la humedad de sus labios sobre mi piel, excitándome cada vez más..!

En eso, Ramiro se metió la verga de mi esposo a su boca, y mi esposo hizo lo mismo chupando el pene de mi amante, formando ambos un rico 69 conmigo al medio, era delicioso yo estaba muy caliente, disfrutando del contacto de la tibieza de sus cuerpos y esa visión que me estaban dando….

En un momento determinado, Ramiro dijo que también quería probar el sentir un pene en su culo. Así que mi esposo se recostó boca arriba, mientras él y yo compartíamos su verga en nuestras bocas. Le unté con lubricante a uno la verga y al otro su culo. Ramiro solo, se sentó sobre el pene de mi esposo, y con calma se fue acomodando hasta lograr la penetrarse total él mismo! mmmm.. eso me puso a mil!!! Lo bese con ansias y pasión, mientras mi esposo lo masturbaba! mi amante suspiraba, mientras subia y bajaba de la verga, en un momento nos indicó que estaba por terminar! Vimos como sacó un poco de esperma sobre el abdomen de mi esposo, quien no perdía oportunidad de masturbar esa verga. Bajamos un poco el ritmo, así estuvimos por un rato. Se sacó la verga de mi esposo de su agrandado ano. Mi marido y yo buscamos su pene, lo besamos, lo recorrimos con nuestras lenguas compartiendo cada centímetro desde la base hasta la cabeza, él lo disfrutaba y gemía!

Me di cuenta que Ramiro no tardaba mucho en explotar, así que le dejé a mi esposo el privilegio de sentir cómo explotaba todo ese placer vivido en esta velada en su boca. Y mientras yo besaba y acariciaba a mi amante pude sentir como sus músculos abdominales se contraían, vi que la boca de mi esposo se metía más profundo la verga de mi amante. Pude sentir cómo eyaculaba llenando la boca con su blanco esperma. Me tomó con fuerza besándome con gran pasión! Mi esposo seguía recibiendo en su boca toda la carga que la verga le entregaba, finalmente mi esposo se tragó toda la leche que deseaba y se separó de Ramiro, me sonrió y los tres nos recostamos agotados, yo muy pajeada y contenta, con nuevas fantasías en nuestras cabezas. Quién sabe, quizá esta aventura sea el preámbulo de grandes, exquisitos y excitantes momentos por venir, comenzamos a charlar de nuestras fantasías, mientras yo sentía cómo mi entrepierna se mojaba al imaginar lo que en otra ocasión viviríamos...!

 

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