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Mi amiga diana y su mayor enemiga | Relatos Eróticos de Lesbicos

Publicado por Anónimo el 30/11/-0001

Hola, me llamo Celeste, tengo 21 años y esto que les contaré pasó hace algunos días. Tengo una amiga, Diana, de mi misma edad, estudiamos en la misma preparatoria. Es blanca, cabello caoba lacio a la altura de sus hombros, ojos cafés de cuerpo delgado pero muy bien formado, senos medianos y atractivos, de trasero redondo y paradito y piernas muy bien formadas.

Había una chica nueva en nuestra clase con la que ella no se llevaba nada bien, se llama Paola, una chica morena, cabello largo lacio castaño, ojos miel y de cuerpo muy similar al de mi amiga, pero de senos un pocos mas grandes. En fin, un día Diana me platico que tenia diferencias con Paola, que cada vez un chico se interesaba en ella, esta nueva compañera hacia lo que fuese para que estos no se le acercaran, mas aparte otras cosas.


Pasaron días y yo notaba que cada vez que mi amiga se topaba con esta chica se ponía nerviosa, las manos le temblaban y esquivaba la mirada de ella, cosa que me parecio muy raro, ya que mi amiga nunca le reclamaba sus actitudes hacia con ella. Bueno, un día la licenciada de informática nos encargo un trabajo en equipo de personas, para suerte de Diana, le toco estar conmigo y con su enemiga Paola. Ese día, al terminas las clases nos pusimos de acuerdo que buscaríamos la información el sábado en la biblioteca de la preparatoria, ya que ese día esta muy sola la escuela, y seria mejor así para hacer nuestro trabajo tranquilamente... y sucedió lo de siempre. Diana no miraba a Paola para nada, se ponía nerviosa y casi no platicaba. Paola solo la miraba, con una mirada muy profunda y una leve sonrisa. Debo decir que mi relación con ella es buena, se portaba bien conmigo, y la verdad, si ellas 2 tenían problemas, era asunto de ellas, no mío. Bueno, pues el sábado siguiente llegamos Diana y yo a la escuela, y tal como lo imaginamos la escuela estaba vacía, solo uno que otro estudiante, nada mas. Yo iba vestida normal, pantalón de mezclilla y una blusa. En cambio Diana vestía de una forma, la verdad, muy atractiva. Llevaba una minifalda negra que apenas llegaba a medio muslo y una blusita azul cielo, de tirantes y un escote muy generoso, que permitía ver parte de sus senos. Diana parecía un poco impaciente por la tardanza de Paola, lo cual me extraño y le pregunte por que estaba así por la tardanza de nuestra compañera.


—No es cierto, es tu imaginación—. me contestó con una sonrisa.


Pasaron unos cuantos minutos mas cuando llego Paola. A ambas nos dejo impresionadas: traía puesto unos jeans negros súper ajustados y un top blanco, muy ajustado también, por lo que se podía apreciar muy bien lo escultural de su cuerpo. Diana parecía no estar ahí, observaba a esta chica como nunca la había visto. Hasta que le hable reacciono y las 3 nos dirigíamos a la biblioteca. Paola miraba a mi amiga con una mirada de fija y una sonrisa malévola. Pensé que iba a ver problema entre ellas, así que estaba preparada para lo que fuese. Hacia el camino a la biblioteca empezó Paola:


— Y que paso con tu pretendiente Diana? —preguntó— por que se alejo de ti?
— Es algo que a ti no te importa— contestó Diana con voz temblorosa
— Es una lastima, eres bonita y nadie se te acerca, por que será?— insistió Paola.
— No te importa Paola ok?— contesto mi amiga un poco mas seria.


Yo estaba un poco sacada de onda con esa situación, así que cuando estábamos a punto de entrar a al biblioteca les dije que se adelantaran, que había olvidado un libro en el carro y volvía pronto. Pensé que tal vez solas, sin mi, podrían arreglar sus diferencias, por lo que fui al baño de la escuela a esperar unos minutos. Ya ahí entre a uno de los sanitarios cerrando la puertita. Estaba a punto de salir cuando escuche que alguien venia entrando.

Me asomé apenas desde mi lugar y era Paola, un poco agitada, y enseguida de ella Diana, a la que note un poco alterada, sin percatarse ninguna de las 2 de mi presencia. Diana cerró la puerta del baño, y pensé que algo malo sucedería.


—Contéstame —Dijo Diana— Por qué me tratas así?, que te he hecho para merecer tales actitudes tuyas hacia mi?
—Cuales actitudes? — respondió Paola.
—Como cuales? que siempre alejes de mi a todo hombre que se me acerca. Por que lo haces?


Paola se volteo hacia Diana, mirándola fijamente


—Realmente quieres saber por qué—- le pregunto a mi amiga con una sonrisa.
—Si, quiero saber por qué


Tras esto, Paola se fue encima de mi amiga hasta recargarla contra la pared, ante la sorpresa de Diana.


— No es obvio por que? — preguntó Paola rozando sus labios con los de mi amiga quien solo cerro suavemente sus ojos— me gustas Diana, me gustas demasiado, y no quiero que alguien te tenga, solo quiero tenerte yo.


Paola acerco sus labios a los de Diana y la beso tiernamente. Mi amiga, para mi sorpresa, no se resistió, al contrario parecía que era lo que estaba esperando, lo que estaba anhelando desde que la conoció. El beso se fue transformando a uno apasionado, donde sus lenguas se fundían y donde se podía ver el gran deseo que existía entre ambas. Las manos de Paola acariciaba los costados del cuerpo de mi amiga, hasta que le levanto su blusita, dejando al aire los senos de mi amiga ya que no traía sujetador.


Las manos de Paola masajeaban esos senos que realmente se veían hermosos, se los retorcía y jalaba mientras podía escuchar a mi amiga gemir de gusto y a la vez, sus manos recorrían la espalda de su "enemiga" hasta bajar a las nalgas las cuales apretaba y acariciaba con tal deseo. Yo estaba paralizada ante lo que estaba viendo: ¡mi mejor amiga estaba a punto de tener intimidad con otra chica! Tras besarse varios segundos con tal pasión y salvajía, Paola bajo su lengua por el cuello de mi amiga lentamente hasta llegar a los senos. Con sus manos se apodero de ellos mientras comenzaba a morder y lamer los pezones con gran deseo


— Si, si, me gusta — susurraba Diana— no te detengas.
—Te gusta? — preguntó Paola.
— Si mucho, que rico se siente tu lengua ahí, que rico me los estas endureciendo.


Paola se entretuvo unos segundos en los senos de mi amiga, los cueles se veían durísimos ante las mordidas y lamadas que estaban recibiendo. Diana no dejaba de gemir suavemente con una sonrisa hermosa en su rostro. Después, Paola se fue bajando hasta hincarse frente a mi amiga. Con las manos, Paola le acariciaba los muslos a mi amiga, levantándole su microfalda.


—Que hermosas piernas tienes Diana, me enloquecen.
—Te gustan Paola?
—Siii. Su suavidad, su firmeza, todo.


No se por qué, pero esas palabras comenzaban a excitarme, sentía un calor en todo mi cuerpo, a tal grado que empezaba a tocarme mis senos, masajeándolos suavemente. Hacia mucho que nada ni nadie me excitaba tanto como lo que estaba viendo.


—Voltéate por favor— le suplico Paola mi amiga.


Diana obedecio sonriente y se volteo, mientras que Paola le bajaba la mini y la pantaleta, quedando frente su rostro el magnifico y hermoso trasero de mi amiga, quien se había recargado sobre la pared, por lo que su trasero estaba parado.


—Oh dios mío! —exclamó Paola— que hermosas nalgas, que ricas.


Mi amiga sonreía al escuchar lo excitada que estaba su "enemiga", quien ahora le besaba, lamía y mordía las nalgas, mientras con las manos le acariciaba los muslos. Diana suspiraba ante tales muestras de deseo, con una mano se pellizcaba sus pezones, aun húmedos por la saliva de quien le estaba dando tremendo placer. Paola bajo un poco mas su cabeza, para encontrar con su boca la depilada y húmeda vagina de mi amiga, y una vez que la encontró, comenzó a comérsela. La lengua de Paola hacia muy bien trabajo, tanto en el clítoris como dentro de la vagina de mi amiga, quien empezaba e gemir fuerte, su cuerpo se estremecía y se retorcía cada vez mas, mientras Paola se sostenía en sus muslos con las manos.


— Ah, ah sii— gemía Diana con gran placer— cómeme, no pares por favor, que bien se siente tu lengua, que rico!!


Paola hacia caso: si lengua se movía con gran destreza dentro y fuera de la vagina de mi amiga. Yo ya estaba súper excitada. Con una manos me masajeaba los senos, mientras la otra la metí dentro de mi pantalón y sentía mi vagina húmeda y caliente, masturbándome. Diana estaba súper excitada, sus gemidos me hacían estremecer. Mi amiga estaba al borde del placer y Paola lo sabia muy bien.

—Quiero lamarte ese lindo ano que tienes— dijo Paola.
—Si! — exclamo Diana— cómemelo, quiero sentir tu húmeda y caliente lengua ahí. Dame mas placer por favor.


Paola no se hizo de rogar y abriéndole las nalgas a mi amiga, comenzó a lamarle su ano, con movimientos suaves y circulares, mientras con las manos le estrujaba las nalgas. Diana empezó a gemir de nuevo, sus piernas temblaban ante tal placer y su cuerpo se retorcía formando un arco en su espalda, mientras se recargaba en la pared con las manos. La lengua de Paola subía y bajaba por entre las nalgas de Diana, tapizándole con su saliva el culo, haciendo movimientos con su rostro. Yo comenzaba a masturbarme mas fuerte, eso que estaba viendo era lo mas erótico y excitante que había visto. Paola parecía saborear lo que hacia. Por varios minutos le lamió el culo a mi amiga, quien no dejaba de gemir con gran placer.


—Ahhh, ahh, siii— gemía mi amiga— que bien se siente, que rico que bien.


Paola sabia perfectamente lo que hacia. Luego de unos segundos más, Paola se paro y se quito el top que traía, dejando al descubierto sus hermosos senos y sus muy excitados pezones. Diana, un poco exhausta, se hinco frente a Paola y le bajo los jeans, dándose cuenta que no traía pantaleta y viendo su rica y jugosa vagina.


—Es tu turno mi amor— dijo Paola con voz baja y una gran sonrisa— te toca darme placer.
—Claro que te lo daré— dijo sonriente Diana.


Parándose ambas, se dirigieron a los lavamanos. Paola se sentó sobre ellos con las piernas abiertas. Diana se acerco y la beso apasionadamente, sus lenguas se masajeaban con deseo, con desesperación. Diana comenzó a bajar su rostro, llegando a los pechos de su "enemiga". Se los mordía, lamía y estiraba con deseo, provocando que se estremeciera y lanzara gemidos de placer y poco dolor.


—Ay si!! — exclamaba Paola— así, fuerte, muérdemelos así, me encanta.


Los pezones de Paola se endurecían entre los dientes de mi amiga quien gozaba, al igual que yo, con los gemidos de Paola. Luego Diana fue bajando mas, pasando su lengua por el ombligo y vientre de Paola, llegando hasta esa vagina que deseaba sentir placer. Diana empezó a chuparle y lamarle la vagina a Paola, mientras con las manos le separaba las piernas, quedando así esa vagina a toda disposición de la boca y lengua de mi amiga. Paola gemía y se estremecía, con sus manos se acariciaba su cuerpo sintiendo la lengua de su amor en su punto mas placentero. La lengua de mi amiga también se movía muy bien, como si lo hubiera hecho antes, sabía como darle placer a Paola, sabia lo que hacia.


—Ay mi amor, que rico comes mi vagina— exclamaba y gemía Paola— que rico lo estas haciendo, hazme venir, hazme venir!!


Diana se prendió mas, y comenzó y lamerle mas fuerte la vagina a Paola, mientras ahora con un dedo la penetraba hasta lo mas profundo. El cuerpo de Paola se convulsionaba y se estremecía, acariciándose los senos, que parecían explotar. La lengua de Diana hacia todo tipo de movimientos sobre el clítoris de Paola, lo que le provocaba tremendo placer a esta, quien seguía gimiendo cada vez con mas placer. Yo estaba ya muy excitada, me senté sobre un retrete y comencé a masturbarme y penetrarme con los dedos.


Deseaba llegar estar así con otra chica por primera vez, sentir lo que veía, lo que escuchaba. Diana se retiro y jalo consigo a Paola al piso, y empezaron a darse de nuevo placer mutuamente con el 69, Diana encima de Paola.


Ambas comían las vaginas con tremendo deseo, haciendo movimientos bruscos con sus cabezas. Podía escuchar claramente los gemidos de ambas y los sonidos que hacían con sus labios en las vagina. Era algo sumamente erótico. Paola aprovechaba para estrujar y azotar con sus manos las nalgas de mi amiga, mientras esta con sus manos le apretaba los muslos. Duraron así varios segundos más, lo suficiente para que las 3 nos viniéramos de placer.


Después, Diana y Paola se pararon se besaban mientras se decían cosas muy picantes y sensuales, acariciándose sus hermosos cuerpos. Luego, comenzaron a vestirse rápidamente.


—Te gusto lo que hicimos? — preguntó sonriente Paola
—Claro que si, me encanto— contesto Diana dándole un tierno beso en los labios. — me encantó y espero no sea la ultima vez.
—Claro que no será la ultima vez.
—Oh no — exclamó Diana
—Que pasa?
—Nos olvidamos de Celeste, vamos a buscarla!!!


Ambas salieron a buscarme apresuradamente, sin saber que estaba ahí y que me habían excitado como nunca antas algo ni alguien lo había hecho. Me quede ahí, unos minutos mas, pensando solamente en Diana, en su voz, en su cuerpo, imaginando que tal vez algún día pueda estar con ella, así como estuvo Paola. Han pasado 2 semanas de esto. Por alguna razón lo de Diana y Paola no funcionó. De hecho, Paola se fue a estudiar a Estados Unidos y Diana sigue aquí. Además hoy en la noche vendrá porque tenemos que hacer una trabajo que nos encargo el licenciado de contabilidad, estaremos solas ya que mis padres y mi hermana están de viaje, así que podría pasar algo entre Diana y yo, ya que últimamente hemos estado mas unidas.

 

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