Relatos Eróticos Lesbicos

NOCHE MARAVILLOSA | Relatos Eróticos de Lesbicos

Publicado por Lesbico el 23/04/2015

Hace frio en la calle, entramos en un pub, tomamos los primeros tragos, te calientan la garganta y la temperatura del cuerpo, ya no sientes frío. Hay algo en ti que siempre me corta un poco, pero pasando mi timidez inicial y habiéndome soltado un poco te doy miradas furtivas a tu escote y a tus piernas, inocentemente creo que no te das cuenta porque trato de ser disimulada, pero claramente no es así. Lo que tengo claro es que no te molesta, sería más raro, que mostrando tanta piel no te estuviera mirando.

Progresivamente después de reírnos y conversar de muchos temas sin darnos cuenta estamos cerquita, siento el olor a tu perfume, nos tocamos las manos, nuestras piernas ya están juntas , bajo la mirada y veo que tu vestido se ha subido por el hecho de estar sentada, por un impulso pongo mi mano por encima de tu rodilla y la acaricio un poco, tu no la retiras, me miras fijamente, yo te miro tu boca deseándola y nos damos el primer beso de la noche, un beso suave sintiendo la textura de nuestros labios, atrapando tu labio superior entre los míos mientras tú lo haces con mi labio inferior, nos separamos por unos 10 segundos sólo para mirarnos con intensidad, para prepararnos para lo que se viene, ahí ya los besos empiezan con más intensidad, colocamos nuestros rostros hacia los lados para que los besos sean más profundos, me calienta sentir esa humedad que noto cuando tu lengua se encuentra con la mía, se acarician lentamente, se disfrutan, se recorren la una a la otra hasta que mis labios se apoderan de tu lengua, quiero disfrutarla, que mis labios queden mojados por ella, chupártela toda, mi mano en tu pierna ha empezado a trabajar y te acaricia de arriba a abajo, se va moviendo hacia el interior de tus muslos, esa parte es sensible, suave, te vas calentando por mi mano y por mis besos, con tus manos me acaricias la cara, el cabello, paso en un momento a besar tu oreja a lamerla lentamente, abres los ojos y ves que la mujer de la otra mesa nos está viendo, tu le sostienes la mirada y ella no la desvía, el tipo que habla con ella ni parece percatarse, yo bajo a tu cuello, me lo como todito a besos bien calientes, mientras disfrutas de ello, disfrutas que la mujer de la otra mesa vea como nos estamos calentando, no puedo dejar de besarte y voy bajando los bordes del vestido que recubren tus hombros, quedan al descubierto, te sientes sexy, te los beso, son suaves, interno más mi mano en la parte baja del vestido, ahí me doy cuenta que no tienes ropa interior, ya te percibo húmeda, me separo un poco de ti y veo tu escote de nuevo, como te he bajado el vestido prácticamente sólo estas cubierta de los pezones hacia abajo, se te ven grandes, redondos, provocativos, empiezo a estimularte tu clítoris, mi dedo de la mitad hace círculos en el, aprietas las piernas haciendo que mi dedo friccione más tu clítoris, nos volvemos a besar apasionadamente , me muerdes los labios alternadamente y los atraes hacia ti, mientras miras a la mujer de la otra mesa, le muestras como me muerdes, siento un dolor rico, suave, cuando lo haces, estas más húmeda, empiezo a penetrarte con un dedo, te estremeces un poco....

- Te quiero comer
- Aquí no se puede, -me dices.

Meto mi mano libre bajo tus nalgas, prácticamente hago que te sientes en ella, las aprieto mientras entro y salgo de tu vagina con mi dedo…, te mueves con la ayuda de mi mano bajo tus nalgas, siento tu excitación y te penetro con otro dedo, mis dedos están calientes y mojados por tu cuerpo, ves que la mujer de la otra mesa mira bajo la mesa y caes en cuenta que es porque el vestido se te ha subido tanto que parte de tus nalgas están descubiertas, no haces nada por cubrirte, notas que la quieres calentar a ella también, ya es imposible disimular que te estoy penetrando con mis dedos porque el movimiento es absolutamente notorio, la otra mujer parece no aguantarse y empieza a besar inesperadamente a su pareja aunque te mira mientras lo haces...

- No aguanto más, te lo voy a hacer.

- Donde.

- En el segundo piso hay un baño en el que nadie entra.

Mientras hablamos me muerdes el cuello y las orejas...

- Y que me vas a hacer?
- Me voy a comer tus tetas.
- Y que más?
- Voy a hacer que te lo metas todo a la boca, mi coño, mi culo.
- Me vas a hacer comerme todo?
- Voy a hacer que te lo comas todo, para eso eres mi putita...

Me dices que suba y en un minuto estarás en el baño. Mientras subo ves a la mesa de al lado y ves como a aquella mujer la están tocando por debajo de la mesa mientras le besan el cuello, vosotras os miráis por unos segundos, hay algo de morbo y deseo en esa mirada, te arreglas el vestido muy reducido en su extensión después de todas las caricias, te paras para ir al baño y ella te mira las piernas, las tetas, sabe lo que va a pasar arriba.
Subes, encuentras la puerta entreabierta, empujas un poco y sientes como te empujo hacia adentro y cierro la puerta. Te miro de frente, te coloco contra la pared, paso la yema de mis dedos índice y de la mitad por tus labios, tu entreabres la boca, meto lentamente mi dedo índice, lo chupas primero, lo lames después mientras me miras a los ojos sin pestañear, es muy sexy, se me pone la rajita muy mojada, después que me lames vuelvo a bajar el borde que recubre tus hombros (como en la mesa), pero en este caso si te bajo el vestido hasta abajo de tus tetas. Quedan al descubierto, redondas, grandes. Obviamente no aguanto un segundo sin empezar a besártelas, empiezo a pasar mi lengua en círculos por tu pezón derecho, lo tienes duro, se te agranda, lo chupo, así como chupo buena parte de tu seno, lo que mi boca me permite, al terminar cada beso rozo con mis dientes tu pezón, lo muerdo suavecito, un dolorcito rico, paso a tu otro seno, mi lengua se deleita con tu piel suave, con mi mano te acaricio el seno que no te estoy besando.


- Te gustan mis tetas?
- Me encantan cariño, me ponen muy caliente cuando las acaricio y me las cómo.

Te llevo a la mitad del baño, me arrodillo, levanto el vestido por encima de tu cadera, prácticamente el vestido quedo reducido desde abajo de tus senos hasta tu cintura, no te lo quito por morbo, quiero dejártelo así como tus tacones, me hago en la mitad de tus piernas, me acerco a tu clítoris, lo beso suavecito con mis labios, lo hago despacio, con cariño, lo complemento con mi lengua, gimes suavecito, eso me estimula. Esa sensación de mis labios, de mi lengua caliente te pone muy perra, te meto mis dos dedos largos en tu vagina me mojas todo, entro y salgo así como mi lengua mueve tu clítoris a un lado y otro, te flaquean las piernas, como estamos en la mitad del baño no tienes donde apoyarte, pones tus manos sobre mi cabeza para que no se te doblen las piernas, alterno mi estímulo y ahora mi lengua se mete en tu vagina y mis dedos estimulan rápido tu clítoris, estas tan mojada pero no sabes si eres tú o es mi saliva, todo está confuso, sólo sabes que estás que te vienes, no ha golpeado nadie la puerta igual se nos olvido que alguien podría estar afuera, pongo mi lengua dura entro y salgo de tu vagina, tu sabor me excita, paro, de nuevo te chupo el clítoris y en el momento que vuelvo a penetrarte con mis dedos te vienes, se te doblan las rodillas, gimes como una gatita, te sostengo, respiras súper agitada, me pongo de pie, me quitas la camiseta, me bajas los jeans, la braga, me quitas todo de una, mis tetas están grandes, mis pezones duros, esperando por tu boca, te arrodillas ahora tú, me comes, me chupas, me lames, sientes como mis jugos se deslizan a través de tu paladar, de la parte interna de tus mejillas, te lo comes todo, lo sientes.

- Ves como me pones de cachonda?

Te detienes un momento, bajas a mis labios y de uno en uno te los metes a la boca, mientras mojas mi clítoris con tu saliva, te gusta ver frente a tu cara mi sexo mojado, tu lengua me la pasas desde abajo de coño lentamente hasta subir por la parte de mi esfínter, y llegando al ano, ahí te lo comes de nuevo y lo chupas, te agarras de mis muslos y de mis nalgas mientras me lo haces. Debo hacer que pares, hago que te pongas de pie. Te llevo contra el lavamanos, hago que te apoyes frente a él, yo me ubico detrás tuyo, hago que te dobles y así quedamos mirándonos frente al espejo, como ya te viniste facilito estas lista para venirte de nuevo, saco de mi bolso una braga-polla, me la colocó y te penetro de una, estas muy lubricada, miro como mi polla va entrando a tus nalgas suaves, gimes de nuevo, me tienes demasiado caliente, mientras te voy follando te recojo el pelo con mi mano como haciéndote una cola de caballo, me inclino te muerdo la nuca, ahí donde empiezan las vértebras, hago que te erices, te chupo el cuello, es muy excitante porque lo ves a través del espejo.


- Dame duro, muy duro.


Mis testículos de silicona golpean tu clítoris una y otra vez, estas muy cachonda, mi pene lo sientes hasta el fondo, tu vagina llena de mi, paso mis manos por delante te cojo las tetas, gimiendo me dices que quieres que me venga en tu boca, ahora te agarro del pelo y la cadera, miro como tus nalgas tiemblan, tus tetas suben y bajan, estás haciendo mucho ruido, te tapo la boca con mi mano, casi te tengo clavada contra el espejo, el lavamanos te aprieta el estómago, en ese momento te vienes con todo, es una explosión de energía tenaz, me muerdes los dedos, sólo así puedes controlarte en ese momento, pasan unos cuantos segundos en los que igual te sigo dando, quitas mi mano de tu boca, pasas tu mano por detrás, me alejas un poco.

- Quiero sentirte en mi boca.



Yo ya no aguanto mucho más y sólo te basta meter tus dedos en mi coño y masturbarme 10 o 15 segundos para que me venga, abres tu boca, sientes mi miel inundándote toda, bajando por tu garganta, caliente, rica, mi cuerpo se contrae, te lo tragas todo, quedo sin aire, exhausta, liviana.



 

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