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Sexo con mi mejor amiga Leire, no fue una fantasía de mi imaginación | Relatos Eróticos de Lesbicos

Publicado por Laura el 05/03/2017

Hola, me llamo Laura y tengo 22 años. Actualmente vivo en Mallorca aunque soy de Valencia. Soy morena de pelo largo y ojos oscuros. Mido 1 m 70 y peso 65 kilos.

Cuando tenía 16 años, descubrí que me gustaba mis amigas. Al principio fue un trauma para mí, no sabía cómo explicar a mis amigas lo que sentía hacia ellas. Me gustaban físicamente como a cualquier chica le podía gustar un chico.

A continuación les voy a relatar mi primera experiencia sexual con otra chica, en concreto con mi amiga Leire.

Leire y yo quedamos el viernes por la noche para tomar unas cervezas, quedamos en el mismo pub de siempre, en el Atlantis.

Llevábamos ya unas cuantas cervezas cuando de repente sonó esta canción favorita, en ese momento nos fuimos hacia la pista y nos pusimos a bailar como locas. De repente nos empezaron a rodear otros chicos y chicas del pub, muchos eran caras conocidas de verlos allí otros días.

Una de las chicas del corro dio un paso al frente y empezó a bailar con nosotras, como si no hubiera un mañana. Era una rubia espectacular, con unas tetas increíbles y un culo respingón bien marcado gracias a esos pantalones vaqueros que llevaba.

Enseguida entendí que esa chica era lesbiana, al minuto de estar bailando con nosotras dos empezó a frotarse con mi amiga Leire. En ese momento me puse muy cachonda, y empezó a volar mi imaginación. Imaginaba a mi amiga y esa rubia metidas en una bañera llena de agua dándose placer mediante sexo oral, lamiéndose los coños mutuamente. Fue tal mi excitación que dejé de bailar casi de manera inconciente, hasta que vino otra chica por detrás mio, me cogió y me animó a seguir bailando, en ese momento bajé de la luna y volví a reactivar ese ritmo salvaje de la música. Estuvimos bailando un rato más y después nos retiramos a la barra del bar para tomar otra cerveza.

Leire y yo estábamos habíamos quitado la vergüenza de nuestras almas debido a las cervezas que habíamos bebido. Vamos a tomar la última y nos vamos para casa, mañana tengo que madrugar, esas fueron las palabras de Leire mientras se bebía media jarra de cerveza de una. Yo asentí con la cabeza.

Estuvimos conversando un rato y salió el tema de la rubia, le dije que vaya tela con la rubia, que se había estado restregando sobre ella, a lo que Leire me contestó: - Te voy a contar un secreto, la experiencia me ha encantado, me ha gustado que esa chica me haya estado tocando mientras bailábamos. Debí poner una cara poco habitual en mi, por la reacción que tuvo Leire. Se acercó a mis labios y me besó.

Al principio no le dí mucha importancia, pensé que estaba borracha de más y que mañana ni se acordaría del beso con lengua que me dio. Acabamos las cervezas y fuimos al guardarropas a por los abrigos.

Salimos del pub y cogimos un taxi, el pub está a unos 10 minutos en coche de nuestras casas (vivimos relativamente cerca la una de la otra). Durante esos 10 minutos ninguna de las dos dijo una sola palabra. Algo extraño había en el ambiente, que ni tan siquiera el taxista nos dio conversación.

Al salir del taxi Leire me propuso dormir en su casa, no le gustaba estar sola y su hermana se había ido de fin de semana con sus amigos. Yo estaba realmente cansada, y sabía que si me iba a su casa no iba a descansar igual, así que le dije que prefería irme a la mia. Leire insistió insistió hasta que logró sacarme un “vale”.

Subiendo por las escaleras ya me estaba proponiendo tomar la última cerveza antes de acostarnos, así que aún no había entrado por la puerta cuando Leire ya tenía en su mano un par de cervezas, unas rodajas de limón y algo de tequila. Yo me temía lo peor, no vamos a dormir nada , me dije a mi misma.

Nos tomamos dos cervezas con tequila cada una, la cosa empezaba a apuntar a borrachera de las de mañana estaré resacosa perdida. Me levanté al baño, me senté en la taza del wáter y cerré los ojos, estaba muerta de cansancio y con una borrachera ya importante. No se el tiempo que pasó, pero al abrir los ojos, tenía a Leire enfrente mío totalmente desnuda.

Mis ojos no se podían abrir más, estaba impactada, estaba viendo a la chica que me gustaba totalmente desnuda. Le cogí una mano, luego la otra, ella me hablaba pero no me estaba enterando de nada, y no era por que fuera borracha, si no porque estaba completamente centrada en su cuerpo. Dio un pasito más al frente, su coño se quedó a escasos centímetros de mi boca. Tenía el coño bastante peludo, se notaba que no se lo había recortado en bastante tiempo, no le podía ver su rajita debido a toda esa manta de pelos que tenía. Subí la mirada hacia arriba, y vi sus tetas, no muy grandes pero con unos pezones preciosos picudos. Solté sus manos y empecé a tocarle sus piernas, eran suaveces caricias que hicieron que ella arrimara más el coño a mi boca, ya podía sentir sus pelos en mis labios, abrí mi boca, saqué la lengua y empecé urgar en su coño para lograr encontrar su rajita.

Era increíble, le estaba comiendo el coño a mi amiga Leire, nunca lo hubiera imaginado, pero estaba pasando. Me levantó del wáter y me llevó a la bañera, una bañera redonda enorme, donde íbamos a pasar un agradable rato sin mediar palabra.

Ahora era ella la que me estaba acariciando a mi, yo me dejaba llevar, empezó a masturbarme con sus dedos, estaba repleta de placer, el agua estaba a una temperatura muy agradable, no fui consciente de en que momento se llenó la bañera de agua, pero ahí estaba yo, gimiendo de placer con los dedos de mi amiga Leire.

Me puso a cuatro patas, y empezó a lamerme el culo, dios mio, nunca me había lamido el culo, por dios, que placer, mientras me lamía una y otra vez me seguía masturbando con sus dedos. Me dio la vuelta y me dijo: quiero que depiles mi coño, quiero tener un coño como el tuyo, sin pelos. Yo le dije que vale, que el domingo por la tarde lo depilaríamos, pero hoy no era el momento. Me abrió de nuevo las piernas y continuó acariciándome hasta que quedé dormida.

Me desperté sobre las 12 del mediodía, estábamos las dos desnudas en la bañera, no había sido un sueño, había sido realidad, habíamos tenido sexo mi amiga Leire y yo por primera vez.

 

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