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Amor inesperado | Relatos Eróticos de Orgias

Publicado por Fantasito el 07/09/2020

Volvemos, somos Pablo y Moni. Mi mujer tiene una prima hermosa, delgada pero bien formada, rubia, ojos preciosos y con una característica: le gusta demasiado la carne de hombre. Con ella hacemos trío dos o tres veces por semana. Tengo un negocio y uno de mis proveedores es de Santa Fe. Roberto, de treinta y tantos años. Propuse a mis dos mujeres: - Y si le hablamos a Roberto y vamos a cojer con él? - Ninguna tardó más de un segundo, un SI!! rotundo y estaba decidido. Le hablé a nuestro amigo y aceptó de inmediato, incluso dijo: :- Para qué?. - Para todo uso dije - - Tu mujer también? - Lógico -
- Bueno, tengo una amigovia que le gusta la joda, ya la llamo. -
LLegamos a su departamento y no hubo preliminares, ya todo estaba dicho, nos desnudamos y a mis mujeres les agradó lo que vieron, una buen cuerpo, buen semblante, una sonrisa simpática piernas y pecho peludos y colgando un badajo digno de una gran campana.
Mis mujer se lanzó a besarlo, acariciarlo y frotarse contra su cuerpo, su lengua si dejaba su boca era para besar, lamer y chupar su pecho, sus tetillas, volver a la boca y así.Yo me conformaba con que Marta y Mariela, la santafecina me mamaran la verga con ganas. Moni se arrodilló, mamaba y mamaba la verga de Roberto con una ganas terribles. En un momento no pudo aguantar más, se tendió panza arriba en la cama levantó y abrió sus piernas en forma increíble, quería el garrote de Roberto hasta el fondo, - Vení mi amor. - pidió, La verga de mi amigo se enterró hasta las bolas, la boca de Moni, pedía, rogaba, exigía: - Cojeme fuerte! - - Llename la concha de leche!! - - Rómpeme el culo - -Ojalá pudieras preñarme! - Quiero ser tu puta_ No tardó ni tres minutos en acabar. La cosa siguió con la pija de roberto enterrada, Alcancé a ver que los jugos de mi mujer chorreaban a la cama, mojaban el vientre de mi amigo. A loa pocos minutos volvió a acabar, este orgasmo fue increíblemente intenso y muy prolongado, sus gemidos, sus sollozos, sus espasmos duraban una eternidad, no se cuanto tiempo. En un momento sus convulsiones levantaron su cuerpo y el cuerpo de Roberto. Por fin cesaron y el macho sacó su verga pero Moni, girando rápidamente exigió, rompeme el culo ya. Le verga de Roberto todavía estaba dura y brillosa, Marta y Mariela le abrieron las nalgas y Roberto sin detenerse la penetró, firme pero pausado. El gemido de Moni fue emocionante. Roberto de un segundo empujón fue hasta el fondo, sus bolas fregaban la puerta del culo de mi querida esposa. En un momento se la sacó y un desesperado - NO!!! - salió de su boca. Ahora la penetración fur directa y violenta. Comenzó un juego de sacarla hasta la mitad y enterrarla con violencia, Moni deliraba de placer, comenzó a girar sus caderas con lo que dilataba más su agujero y gozaba mucho más. VOlvió a acabar, esta vez por el culo, Roberto siguió con su tarea y a los pocos minutos Moni estalló en otro orgasmo memorable, allí, sí, Roberto eyaculó intensamente.
Cuando se la sacó, en contra del pedido de Monio, la ayudé a levantarse de estar hincada contra la cama. Roberto se fue a lavar el garrote y Moni, apretándose las nalgas fue también al baño a largar todo lo que tenía adentro, semen y heces. Marta, Mariela y yo mirábamos desde la puerta del baño.
Cuando terminó se puso a lavarse en el bidet, así quedó con su cara cerca de las nalgas peludas de Roberto, se estiró y comenzó a besar, lamer u chuipar esa nalgas peludas, mientras susurraba - Gracias, mi amor. -
La noche sigue, pero ahorfa me voy a almorzar.

 

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