Relatos Eróticos Orgias
Los amigos de mi esposo. | Relatos Eróticos de Orgias
Publicado por Cinzia St el 03/10/2023
Hay una área del jardín que la destinamos para hacer un huerto, es pequeño, pero lo tenemos que tener con malla sombra y enrejado por que bajan cacomixtles y ratones de campo para darse sus festines. Todos los días le dedico algunas horas a mantenerlo limpio, cuidarlo y regarlo. la verdad es que es muy relajante; lo único malo, es el sol y el calor, normalmente, me pongo sombrero y algo de manga larga para no estarme quemando con el sol.
Ese día en particular, moría de calor desde el momento en que me levante, la verdad es que me puse lo primero y mas cómodo, que encontré, ni siquiera era un vestido, era un camisón que me queda muy corto.
Como los días son demasiado calurosos, las plantas se me están quemando, y tenia que darles mas atención que el resto del año; se me fue el tiempo, estaba demasiado entretenida, que no me di cuenta que mi esposo ya había regresado a casa, ni siquiera mi teléfono traía conmigo, así que si me llamo ni me entere.
Efectivamente, me estuvo llamando para avisarme que iba a casa con unos compañeros, pero yo ni entrada.
Escuche ruidos en la casa, decidí ir a ver que era, yo en el papel de granjera erótica, muy sensual, con mi sombrero y unos guantes, entro a la casa y lo primero que me encuentro es a los amigos de mi esposo, a decir verdad me asuste mucho, por que no reconocí a ninguno de ellos, además de sorprendida, estaba muy encandilada, así que entrar a lo menos soleado, no veía muy bien.
Todos muy serios me saludaron, supongo que vieron mi cara de miedo, y uno de ellos llamo a mi esposo que estaba en la cocina, el alma me volvió al cuerpo, mi esposo esta aquí.
Si había notado la mirada de sus amigos, pero el susto era mayor, pero una ves que entendí lo que pasaba, descubrí, que estaba semi desnuda, sí, todo se me veía, el camisón lo suficientemente transparente para ver que no tenia sostén, un hilo dental, que apenas me tapa la conchita, unos tenis, mis guantes y mi sombrero. No sabia si era demasiado tarde para correr y esconderme, pero el hecho de notar las miradas de sus amigos, hizo que se me elevara la temperatura.
Mi esposo desde la puerta de la cocina, con una cara de gusto, me decía, te estuve llamando, imagine que siquiera verías los mensajes, con un tono de regaño. A leguas se notaba que lo estaba disfrutando.
Ok, perdón estaba muy ocupada y no me di cuenta de nada, si me disculpan me voy a cambiar; todos al unísono, casi gritan, NO!
Hace mucho calor y se ve muy cómoda!!!
La verdad es que me sentía muy bien, y me gusto estar así entre tantos hombres. No les era posible esconder sus erecciones; pues aproveche para portarme mas puta, tome la decisión de permitirles darme una tarde de sexo, después de todo mi esposo estaba mas que excitado al ver como sus amigos me veían y me trataban.
Continua.