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Mi marido, mi prima y yo | Relatos Eróticos de Orgias

Publicado por Anónimo el 30/11/-0001

Me llamo Solange, tengo 33 años y mi marido Michel de 34. Llevamos trece años juntos y a pesar de llevarnos muy bien en la cama, mi fantasía no me dejaba tranquila. Siempre que estaba con él, me imaginaba que éste se montaba arriba de una mujer conocida y mi orgasmo era fenomenal, era una mezcla de excitación y celos que me encantaban.

Un día, nos reunimos todos los familiares más jóvenes en casa de un primo. El alcohol hizo que mis instintos reaccionaran y comencé a humedecer mis bragas con solo imaginar a mi marido haciendo el amor con una de mis primas, la más cachonda por decirlo poco era Ana, ella era una solterona de 40 años con dos hijos, que irradiaba calentura. Después de bailar y beber bastante, me di cuenta que mi prima estaba bastante borracha, por lo que aproveché de invitarla a acompañarme al baño (es lo más normal ir al baño de a dos), primero fui yo la que hizo pis, cuando le tocó a ella y yo estaba en lo mejor imaginándome su conchita rosada y muy peluda, cuando como por encanto tocan a la puerta y reconocí a mi esposo que me decía, ábreme que me meo!. En ese segundo se me pasaron por la mente todo lo que en años había deseado, pero que me moría de los celos llevarlo a cabo aunque me ponía a 100. No encontré nada mejor que hacerlo entrar, mi prima obviamente me dijo: no, que haces! (a pesar de estar pasada de copas, no perdía los estribos, bueno hasta ese minuto).

Michel entró igualmente y esperó apoyado en la puerta, cosa que aproveché para acercarme a él y desabrocharle el pantalón metiendo la mano hasta el fondo, tocando su verga ya durísima; mí prima hizo como que no veía nada, pero el escuchar los quejidos de gusto de mi esposo, no resistió y volteó a ver qué pasaba... mi morbo estaba a full, cuando vi la cara que puso mi prima al verme chupándosela a mi esposo con tantas ganas, la miré y sin que mi marido lo notara, le hice un gesto con la mano para que se acercara, no dudó ni un instante y se acercó con la boca abierta, como deseando tenerla dentro suyo, le acerqué la cabeza al pene de Michel, y sin pensarlo se lo devoró, mi marido por su puesto que al notar dos bocas en su miembro abrió los ojos e hizo un gesto como de retroceso, pero sonrió cuando le hice con la cabeza que aceptaba la situación; así es que como todo estaba dado, acerqué mi boca a la de Ana (así se llama mi prima) y sin mas ni más, comencé a besarla apasionadamente; se dejó hacer y creo que comenzó a disfrutar tanto como mi marido y yo.

Acariciábamos su pene con nuestra lengua, luego éste antes de venirse levantó a mi prima y la llevó a la orilla del sanitario, éste se sentó, dejando a Ana con sus enormes tetas frente a él, comenzando a desabrocharle la blusa y dejando expuestos sus enormes senos, los que mi marido comenzó a acariciar, lamer y chupar con ansias a la vez que murmuraba lo ricos que estaban y el tiempo que había deseado hacerlo, mientras mi excitación crecía al ver cómo se cumplía lo que en mis fantasías había soñado. Michel no dejaba de lamer y chupar los senos de mi prima y yo para no ser menos me puse detrás de ella y se los tomé, sentí una sensación exquisita, así es que yo misma se los ponía en la boca a mi marido para que los estrujara con sus labios, mientras él mismo aprovechaba de bajar el cierre de Ana y tocarle su clítoris, ella se retorcía del placer que mi marido le daba, mientras yo de lo caliente que estaba me animaba a voltear a mi prima y chuparle con ansias sus pechos... que rico! nunca lo había hecho y no quería dejar esa práctica nunca más por que encantaba... no di mas y quería ver ensartada a mi prima con la verga de mi marido que estallaba, así es que acomodando a mi prima, la apoyé en el sanitario y le bajé de un todo las bragas y el pantalón, dejando expuesta de frente a mi esposo la concha de mi prima que estaba mas peluda y mojada que la mía.

Michel sin perder tiempo se agacho y comenzó a darle una chupada que no recuerdo lo haya hecho conmigo nunca, le succionaba con fuerza su clítoris, mientras metía tres de sus dedos en la vagina, por mi parte yo aprovechaba de lamer la boca de mi marido para saborear los fluidos de Ana, cuando Ana acabó en un tremendo orgasmo, aproveché para meter dentro de su boca unos de mis senos para que me los lamiera, cosa que hizo muy bien, por que lo hacía suavecito. Luego de tomarse todos los fluidos de mi prima, mi esposo la puso en cuatro y se lo incrustó despacio por su concha sin antes pasársela por todo el culo, ésta se retorció, parece que le estaba taladrando con mucha fuerza, por que se quejaba que le dolía, pero esto mas nos excitaba.

Después de unos cuantos taladrazos, se me ocurrió sentarme en el excusado y ponerle enfrente de la cara mi concha a mi querida prima, de lo caliente que estaba, comenzó a chupármela como posesa, mientras mi marido la enculaba, después de inundarle el culo de leche, se acercó a la boca de Ana y ambos comenzaron a chuparme la concha como nunca nadie lo había hecho, se pasaban mis jugos de una boca a otra y de vez en cuando mi marido me besaba sin dejar de tocarle los pechos a mi prima... estuvimos así cambiando de posición varios minutos hasta que estando yo chupándole la concha peluda a mi prima, mientras que Michel la enculaba por la boca, acabamos en unísono momento como bestias calientes.

Nos levantamos, nos besamos entre los tres y prometimos repetirlo lo antes posible, pero con otro miembro más, sólo que yo dejé en claro que no habría problema siempre y cuando fuera con un hombre, pues mi siguiente fantasía es estar con dos vergas dentro de mí.

 

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