Relatos Eróticos Primera Vez

La primera vez con mi novia | Relatos Eróticos de Primera Vez

Publicado por Anónimo el 30/11/-0001

Mi nombre es Juan, y la verdad es que escribo esto porque cada vez que lo recuerdo me pongo cachondo y quiero compartirlo con los demás para que ellos también puedan disfrutar un poco.
No soy nada del otro mundo, ni tengo un cuerpo atlético, mas bien bastante normal, voy al gimnasio todos los días pero a mi novia tampoco le gustan los cuerpos esculturales, soy más bien tirando a bajito, sólo mido 1`76, el pelo lo llevo siempre cortito y peinado a lo pincho y los ojos los tengo verdes.
Hace poco más de un año empecé a salir con una chica, era la mejor amiga de la novia de un amigo. La verdad es que la primera vez que la vi no me fije mucho en ella, pero debajo de su actitud infantil, su pelo suelto y sus gafas había una chica realmente atractiva. A veces salía con nosotros y poco a poco nos fuimos haciendo amigos y un día me atreví a pedirle que saliera conmigo.
A los pocos días me contó que a sus 19 años yo era su primer novio. Cogimos confianza muy pronto yo le conté que a pesar de que nunca e habían faltado las chicas yo todavía era virgen.
Al principio la cosa no pasaba de inocentes besos, pero un día empezaron las caricias, yo me lance y mientras nos besábamos los dos solos en mi casa por encima de la camiseta empecé a sobarle las tetas, ella empezó a respirar entrecortadamente y cuando yo retiraba la mano ella me la volvía a colocar, parece que a la tía le gustaba aquello.
Pasaron los días y en toda la semana no nos vimos, sólo hablábamos algún día por internet, entonces empezó a decirme que aquello la había puesto cachonda y que le había gustado mucho. Ese fin de semana ella se quedaba sola en su casa y yo fui allí a pasar todo el día, en el salón de su casa empezamos a besarnos y yo volví a sobarle sus tetas, pero fui mas lejos y empecé a tocarle su coñito, estaba muy húmedo y mis dedos lo ponían todavía mas húmedo. Ella disfrutaba y yo me estaba poniendo cachondo, así que le quite los pantalones y empecé a hacerle un dedo, mi polla estaba a punto de reventar sujeta por los pantalones y los calzoncillos, pero aquel día no paso de ahí.
Así fuimos poco a poco pero ella a mi nunca me hacía nada, lo que hacía que después de eso yo fuera a mi casa y me hiciera una inmensa paja pensando en lo que le había hecho. Un día estando en mi habitación con mi mano en su coño haciéndole un dedo me dijo que no me atrevía a comérselo y yo baje y hundí mi cabeza entre sus piernas, mientras yo chupaba ella agarraba mi cabeza y la apretaba mas fuerte, mi lengua jugaba por su coño y yo cada vez estaba mas cachondo, cuando la muy guarra se había corrido en mi cara me dijo que quería ver como me hacia una paja, y yo lo hice, baje mis pantalones y mis calzoncillos y empecé a meneármela.
Los juegos siguieron, pero ella nunca tocaba mi polla, a pesar de que yo se lo pedía, decía que no sabia que no. Un día mis padres se habían ido y yo estaba sólo puesto que mis hermanos no viven en casa, ella y yo estábamos en mi habitación hablando y riendo y de repente ella me dijo que me quedara quieto, se bajo los pantalones y las bragas y empezó a tocarse el coño, me dijo que le quitara la camiseta y el sujetador pero que no podía tocarla y yo la desnudé, ella estaba sentada en mi cama con sus piernas abiertas y masturbándose mientras se tocaba sus tetas, metía y sacaba sus dedos y yo cada vez estaba mas cachondo ella siguió masturbándose hasta correrse, y entonces se bajo de la cama, se arrodilló delante de mi silla y me bajo los pantalones y los calzoncillos, entonces comenzó a chuparme la polla, lamía mi polla desde el tronco hasta el capullo y luego jugaba con mi capullo y su lengua, se la metia en la boca y me hacia gozar, cuando le dije que si seguía iba a conseguir que me corriera paró y me dijo que me tumbara en la cama. Lo hice y ella se sentó sobre mi cara, me dijo que no hiciera nada y empezó a masturbarse otra vez, con su coño en mi cara, mi polla estaba enorme, creo que no he vuelto a tener una erección como esa, de repente saco el dedo y me lo paso por los labios cuando fui a metermelo en la boca ella se lo llevo a la suya y se lo chupo como si de mi polla se tratara, bajo su cabeza y volvió a chuparme la polla, entonces la agarre y comencé a chuparle el coño, el 69 era perfecto hasta que ella se volvio a correr en mi cara, entonces paró y de un salto se coloco sobre mi polla y empezó a metersela, me dijo que le dolia pero la mezcla de dolor y placer era impresionante, se la clavo hasta el fondo y empezo a montarme, yo no podía decir nada, estaba en la gloria y sentía que me iba a correr, no me había puesto el condón y ya no había marcha atrás, estaba corriendome en el coño virgen de mi novia, entonces ella salió, me la chupo hasta dejarla limpia y se quedo dormida encima de mi.
Desde aquel día practicamos el sexo siempre que podemos pero ninguna me gusto tanto como la primera, la que parecía una chica decente se ha convertido en una viciosa que me pone muy cachondo, porque cada vez que me ve me toca la polla y me la come siempre que puede.

 

Relatos Porno
Los relatos eróticos más leídos

 

ENVÍA TU RELATO ERÓTICO

 

Más relatos eróticos

Relatos eroticos