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Mi pequeña prima, un viaje que acabó con mi primera vez | Relatos Eróticos de Primera Vez

Publicado por Mac el 09/11/2015

Todo comenzó en un verano hace unos años, por ese entonces yo tenía 19. Ese viernes, nos fuimos toda la familia de viaje al campo, tíos, primos, mis papás, hermanos y mi abuela. Era un día caluroso, y yo estaba en el apogeo de mi pubertad, todo me excitaba, por el simple hecho de tener forma femenina, ya me sentía atraído, pero eramos familia, así que solo reprimía esos deseos, y algunas veces, los dejaba salir en el baño mientras me masturbaba.
Esa misma tarde de viernes, fuimos todos a nadar a un río cercano a la casa, y mientras jugábamos y nadábamos, una de mis primas, a quien apodaré M, pasó cerca de mí nadando y entre las brazadas, me rozó el pene, el cual se me erectó de forma casi inmediata (a esa edad es casi un efecto reflejo). M tiene 1 año menos que yo, en ese entonces tenía 18. Ella se detuvo, ya que se dió cuenta de lo sucedido, me quedó mirando y me preguntó, ¿te dolió? A lo que respondí que solo fue un roce y que no se preocupara, aunque me pareció raro que me tocara ya que por su forma de nadar, no había como rozarme, menos ahí. En la tarde nos fuímos a la casa, nos sentamos a cenar, después salí al patio a sentarme en una banca a la luz de las estrellas, y ella me siguió y se sentó a mi lado, y me pregunto si me había quedado delicado, a lo que respondí con asombro que no, y entonces ella me dice, pensé que si, además lo tienes bastante grande (en ese entonces no superaba los 13 cm estando erecto! Aunque para una niña de 10 años eso debe ser enorme).
Comencé a sentirme algo incómodo y a la vez excitado con el tema, y le dije, y si me hubiera quedado delicado, que habrías hecho, y me dijo que podría acariciármelo, para disculparse. La converación quedó en eso, ya que nos llamaron a ducharnos y a acostarnos. Durante la noche, me quedé pensando en el tema, y la oferta que me hizo me pequeña primita. Al día siguiente, nos levantamos y ella se metió a mi habitación, la cual compartía con mis padres que habían salido de pesca con mis otros tíos, mi abuela estaba abajo y mis otros jugaban afuera, ella se acercó, y me dijo que si quería que me acariciara el pene, a lo que algo inseguro, accedí, comenzó a hacerlo por encima de mi ropa interior, y a mi se me empezó a parar, se sentía muy agradable, y comencé a tocarle su culito, que tenía paradito y durito, un muy buen culo para su edad, y también tocaba su vagina, ella habría sus piernas para facilitarme el trabajo. Después de unos diez minutos en eso, le pregunté si quería que me quitara la ropa interior, ella sin dudarlo me dijo que si, me baje el bóxer y le dije que podía usar su boca si quería, ella empezó a lamer mis testículos y la cabeza de mi pene, lo hacía con mucho gusto, me baboseaba, daba una lamida tras otra, yo la tomé del pelo, y empuje mi pene hasta lo mas profundo de su garganta, ella solo se dejaba, y yo disfrutaba de la primera mamada de mi vida. Mientras ella me daba la estaba chupando, yo la tomé y la puse de tal manera que quedó su vagina en mi boca, lo había visto en una porno, y comencé a lamer su vagina y su culito, que estaban deliciosos, no podía parar y estaba excitadísimo, por cada lamida, ella me la besaba con mas ganas, y me le indique como masturbarme con sus manos mientras la tenía en la boca. No duré mucho por el nivel de excitación y me vine en su boca, ella se lo tragó con algo de disgusto, pero no se quejó. Nos vestimos y le dije que si quería mas, que podíamos juntarnos al atardecer después de cenar.
Una vez cenamos, los mayores se pusieron a beber, y nosotros salimos a jugar a las escondidas, eramos muchos así que nos escondíamos en pares, el campo era grande, y el que buscaba tenía una linterna, y su par esperaba, en un momento, nos apartamos con mi prima y dijimos que me.acompañaría al baño, los otros ni atención nos dieron, por lo que nos escurrimos a un rincón bajo unos árboles, ella bajo mi pantalón y comenzó a mamármela de nuevo, lo hacía bastante bien, yo comencé a tocar su culito otra vez, pero esta vez, me mojé un dedo y lo metí lentamente, ella no se quejó y dijo que hasta le gustaba, después de unos minutos de mamada, la puse en frente de mi y le dije que se la metería por el culito, ella aceptó, pero me dijo que tuviera cuidado, la puse en posición de perrito y comencé a penetrarla, ella comenzó a quejarse de dolor, pero en silencio, la metí lentamente, solo hasta la mitad de mi pene, y sentía como su culito se iba abriendo, comencé con el mete y saca lentamente, ella gemía, una mezcla entre dolor y placer, luego me recosté en el pasto y ella se sentó sobre mi, mi pene le entró completo, y ella comenzó básicamente a cabalgar, gemía de placer, y me tocaba el pecho mientras yo la tomaba de su cintura, sentía su culito apretadito subir y bajar con mi pene dentro, ella me pedía que le diera mas y eso me volvía loco, estuvimos así unos tres minutos hasta que de una explosión acabe dentro de ella, sentí que me salió una gran cantidad de semen, y ella me dijo que sintió salir algo calentito de mi pene, luego se bajo, nos limpiamos con unos pañuelos que llevaba en el bolsillo, y regresamos a jugar. Ese fin de semana fue increíble, lo hicimos todos los días, y continuamos por unos años en cada junta familiar. También experimentamos con su virginidad, pero eso quedará para otra historia...

 

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