Relatos Eróticos Primera Vez

Mi primer viaje | Relatos Eróticos de Primera Vez

Publicado por Anónimo el 30/11/-0001

Soy una joven de 25 años, que el año pasado me fui en verano a Canarias, en concreto a Las Palmas de Gran Canaria. Allí conocía a algunos amigos, pues chateábamos y eso. Me quedé dos semanitas pero lo mejor de todo, no fue ni el clima, ni su gente, ni sus paisajes maravillosos... fue mi última noche, mi despedida.

Aquella noche ya había conocido a mucha gente nueva y me invitaron a salir a la discoteca. Hubo mucho alcohol y muchos tíos buenos. Yo mido 1.65, soy morena de pelo, blanquita de piel, tengo una 110 de pecho y unas buenas caderas para que os hagáis una idea. Yo por mi carácter mis amigos me respetaban y sabían que no era de esas de una noche así que nunca vinieron a por mí. Cuando bailábamos se me acercó un desconocido y me guiñó un ojo. Yo seguí bailando y el me miraba, era muy guapo eso sí. Un morenazo que te cagas. Al cabo de un rato se me acercó y me susurró algo al oído que me hizo poner los pelos de punta al oír su voz y sentir su bello en mi oreja y el se dio cuenta. Nos miramos y nos pusimos a bailar. El me sujetó por la cintura y bailamos y hablamos. Se fue al baño y vino. Así como 4 o 5 veces y cada vez que iba y venía le notaba algo raro, algo diferente, ya que o bien se olvidaba de lo de antes o me lo volvía a repetir, el alcohol pensé.

Yo disfrutaba con él, y mi cuerpo como que quería más. El se me volvió a acercar y me pidió permiso para besarme, tras reírme de él, le dije que si, y el suavemente me besuqueo el cuello, las mejillas, la nariz, la barbilla, pero el muy cabrón no me lo daba en los labios. Al final si, sentí como mis piernas se derretían y aflojaban pero algo entre mis piernas se calentaba. Otra vez al baño, joder que coñazo. Cuando volvió me besó de una forma diferente y muy pasional me encantó más que sus primeros besos. Me dijo de irnos y no me lo pensé dos veces. Mi última noche dije.

En su coche me besó miles de veces y yo no estaba muy segura de querer seguir, pero mi cuerpo me decía que fuese. Y claro fui. Llegamos a su casa y joder otra vez al baño. Me mosquee pensando que fueran drogas, pero no. Salió, me besó y empezó a acariciar mi cuerpo, primero los hombros, la espalda mi cintura, y me apretó muy fuerte el culo hasta sentir su fuerte pito contra mi vientre, joder pensé. Me dejó, me dio la vuelta y me acarició el abdomen, los brazos y poco a poco se dirigió a mis duras tetas que estallaban en su punta. Me volvió a dar la vuelta y me comió a besos. Le quité su blusa sin saber como y la verdad que no era mucha cosa pero me hacia tan feliz. Me desabrochó la camisa y me dejó en sostén. Metió su boca en mis pechos y los relamió de forma suave y fuerte a la vez sin tocar los pezones. Me corría de gusto era increíble. Me dio la vuelta y se dispuso a seguir metiéndome mano. Me quitó el cinto, me dijo que me quitase el pantalón, y que el iba a buscar algo. Yo no tardé nada pero el menos.

Me arrancó las braguitas y empezó a apretarme el culo a dos manos mientras yo gemía de placer, luego mientras con sus dos manos me retorcía el culo otras dos manos me agarraron las tetas y me pusieron su boca en mi oreja. Mierda otro tío pensé al girarme veía doble eran gemelos. Ya me extrañaba a mí. No podía ser. Pero en ese momento quien decía que no. Yo era la primera vez que estaba con dos tíos a la vez pero disfrutaba como una cerda, ya sin pensarlo le cogí la polla al de delante, mientras el de detrás me metía los dedos en mi coño que ya pedía hacía tiempo que lo sofocasen. Los pajeé a uno y a otro mientras uno me chupaba las tetas y el otro se decidió a comerme el chocho. Que pasada, a la vez me pusieron de rodillas y me pusieron sus pollas cerca de la cara, ¿chupar una polla yo?, pensé. Glub glub, las dos juntas no se lo pensaron. Pensé que me ahogaría pero quería más. Que me follasen la boca, que me tocasen. Que duras y grandes. Uno se quito, me acostó, me abrió de piernas y empezó a lamerme y a meterme uno, dos y hasta tres dedos y yo me corrí, que pasada. El otro mientras, me la metía en la boca y no dejaba que la sacase. De pronto sentí como algo muy caliente me entró de golpe. Nunca había sentido nada igual. Empezó a follarme y a chuparme las tetas como un loco, como si fuese un bebé y un profesional del porno a la vez. El de la polla se fue, el que me follaba me dio la vuelta y me puso sobre el, el caballito, me dolió una pasada me llego hasta el estomago, pero uf quería más.

Su hermano se me puso detrás y me sobo las tetas y me acarició el culo. Empezó a meterme el dedo en el culo a lo que dije que no. Me puso una cremita, vaselina supuse, y su dedo entró muy suave, llenándome de dolor y de un terrible placer a la vez. El de abajo me cogió por el cuello y me tumbó hacia el, mientras el otro jugaba con sus dedos en mi cada vez mas abierto ano. Métela ya, le grité pero no me dejó terminar la frase pues ya lo estaba haciendo. Sentir sus dos rabos dentro de mí fue algo inexplicable, sentía como se tocaban entre ellas dentro de mí, y yo me moría pero no podía parar me follaron 3 veces cada uno porque se fueron cambiando de postura y cada vez pasaban por mis tetonas a meter sus pollas en medio y mientras se la chupaba se corrían los hijos de puta.

Fue increíble, inolvidable. No puede existir otra forma mejor de perder la virginidad

 

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