Relatos Eróticos Primera Vez

Un Rico Masajito, tenía ganas de sentirme penetrada | Relatos Eróticos de Primera Vez

Publicado por Blanca el 05/04/2016

Un rico masajito!!!

A partir de que vi. Primero a mi hermano masturbarse y semanas después tuve la suerte de ver también a mi hermana con su novio en plena acción, era inevitable que yo fuera victima de mis mas apasionados deseos de sentirme penetrada y me fui dando cuenta de con quien era con quien lo podría yo hacer, y quien mas si no mi mejor amigo, siempre que el venia, nos poníamos a platicar mucho, jugábamos juegos de salón, practicábamos como bailar en las fiestas y sobre todo, salíamos mucho a correr y cuando regresábamos de correr o cuando íbamos a la playa teníamos la costumbre de darnos un rico masaje, ya sea para relajarnos o para ponernos bronceador cuando estábamos en la playa, he de decir que el siempre ha dado muy buenos masajes, pero a partir de que me fije la meta de cojérmelo, cambie los masajes que yo le daba por unos suculentos mafajes!! Ja, ja, ja, ja!!!! Muchas veces alcance a ver como se empalmaba a mas no poder, muchas veces cuando se paraba de un masaje podía yo darme totalmente cuenta de su erección, y pues el caso es que un día que mis papas salieron de viaje, mis hermanos y yo planeamos una salida a la playa, pero el sábado en la noche me hablo mi amigo y me dijo que no podría ir con nosotros, pues tenia que asistir a un desayuno con su familia, yo vi la oportunidad y le dije que no se preocupara, que yo tampoco iría a la playa, pues tenia algunos apuntes que pasar en limpio, pero que si quería, cuando regresara del desayuno que pasara por mi casa y ya veríamos que hacíamos para no desperdiciar todo el Domingo, el acepto y quedamos de vernos.

No exagero que la anticipación no me dejo dormirme temprano, yo ya lo había decidido, mañana haría yo todo lo que se necesitase para coger rico y sin limitaciones hasta quedar total y satisfactoriamente saciada de sexo! Fue tanta le emoción en mi camita que me dedie hasta lograr tres deliciosos orgasmos imaginando lo que haría el siguiente día.

La mañana llego y mis hermanaos se fueron con nuestros amigos y yo fingí sentirme mal, cuando mi hermana me pregunto que tenia, le dije que parecía que me bajaría y que me sentía mal, ella sufría mucho de eso y entendió por que no quería yo ir, cuando se fueron, me dedique a arreglarme, me recorte un poco los vellos de mi puchita, con mucho cuidado le di una bella forma de triangulito, me rasure cuidadosamente las orillas, en el mero centro de mi triangulito recorte un poco mas los vellitos para que se pudiera ver mejor mi rajita y mi clítoris, me bañe y me perfume discretamente, pero por todo el cuerpo. Como a eso de las 11 fue que el llego, toco el timbre y yo espere unos momentos hasta que toco nuevamente y desde el pasillo de las recamaras grite que ya venia yo a abrir, baje las escaleras y llegue al portón de la reja, el me miro de arriba abajo y me pregunto – Que paso? Entonces si vamos a ir a la playa? – pues yo me había puesto un bikini brasileño y traía una playerita de red que prácticamente dejaba ver todo mi cuerpo, yo le conteste que ya había acabado los apuntes y que aunque no había podido ir a la playa, quería asolearme aunque solo fuera en la terraza. El me dijo que le parecía perfecto, que estaba de acuerdo y me pregunto que si le podía prestar algún short de mis hermanos, ellos siempre se andaban prestando sus ropas, es mas yo ya no sabia que cosa era de quien, y le dije que el pasara a cambiarse en la recamara de ellos, cuando regreso ya venia sin playera y en un short surfer, sacamos unas toallas a la terraza y trajimos unas cervezas frías para hacernos unas micheladas, el se estaba sentando y yo tome la iniciativa de ponerle primero el bronceador, le pregunte te doy un masajito con el bronceador? Y el me contesto que el primero me lo daría a mi, a lo que yo le respondí que no, que yo quería que el me lo diera a mi al final, pues no quería ya levantarme después del masaje, el accedió y se recostó boca abajo, yo empecé a ponerle el bronceador en su espalda, comencé desde su cuello y sus hombros hacia abajo, pero esta vez lo hice con mucha lentitud, mas bien acariciando su espalda, note que varias veces su piel se puso chinita, intercalaba yo las caricias de mis manos con un masaje algo mas fuerte en sus músculos para luego volver a acariciar muy superficialmente su piel, se me ocurrió rozarle muy suavemente su piel con mis uñas y se volvía a poner chinito y se estremecía constantemente, cuando le estaba por empezar a poner el bronceador en las piernas le dije – Por que no te cambias ese short por uno mas corto? – el me pregunto – Por que? – y le dije que para que le pudiera poner bien el bronceador en los muslos, pues ese short era de corte largo y le llegaba algo arriba de la rodilla y le quedaba algo ajustado, el como que dudo, se me quedo viendo directamente a los ojos por varios segundos y sin decir nada, entonces me dijo que estaba bien, que si yo así lo quería, que le me complacería, se enderezo y se puso de pie de frente a mi y sin dejarme de ver directamente a los ojos, no pude evitar bajar la mirada a su entrepierna, en el short se podía apreciar perfectamente como la tenia totalmente parada a todo lo que daba, el se quedo sin moverse y sin dejar de verme, de pronto me di cuenta de que el se estaba dando cuenta de que estaba embobada viéndole su erección y reaccione viéndolo nuevamente a la cara, el me pregunto – ya vez lo que me haces con tus masajes? – yo nerviosamente le conteste que se fuera a cambiar y que regresara para que acabara de ponerle su bronceador, el se dio la vuelta y se fue a las recamaras, yo me tome mi michelada de un solo trago, cuando regreso traía un short de los que se usaban para jugar fútbol, este si estaba cortito y bastante holgado de las mangas, se volvió a acostar boca abajo, yo empecé de nuevo a ponerle bronceador en su espalda baja y seguí con mi forma de calentarlo.

Baje un poco el resorte de su short y sentí como el se tensó, yo creo que pensó que se lo bajaría, pero no me atreví, le di masaje un poco la parte alta de sus nalgas y me di cuenta de que traía puesto solamente el short, no llevaba calzón, y entonces pase a masajearle las piernas, puse mas aceite bronceador en mis manos y procedí a masajear la parte posterior de sus muslos, en ese momento solo di masaje normal por unos momentos para quitar un poco la tensión y alargar mas la experiencia tan cachonda por la que estábamos pasando, yo sabia que el entendía a lo que llegaría todo esto y estaba aceptándolo, pase a la otra pierna e hice lo mismo y cuando el menos se lo esperaba deslice mis dedos para masajear la parte interna de sus muslos, el dio un respingo inmediatamente y gimió en una forma para mi deliciosa, y se rió!! Yo le pedí que se calmara y me dejara consentirlo a lo que el solo contesto que me acordara que el me haría lo mismo después, así que aceptado esto seguí acariciando y masajeando la parte interior de sus muslos, el se movió un poco y metió su mano momentáneamente en su short, yo sabia que la erección que debía tener en ese momento lo haría sentir incomodo estando acostado boca abajo, hizo su movimiento para acomodarse y se volvió a recostar, al seguí masajeando sus muslos pude ver que la cabeza de su verga comenzaba a asomarse por entre sus piernas, y seguía creciendo, mis ojos no se podían separar de lo que estaba viendo, de la puntita se podía ver como ya salían gotitas transparentes y deliciosamente viscosas, yo en este momento no podía mas de los nervios y se que se me notaba ya como mis manos temblaban al acariciar sus piernas, estaba yo por pasar a masajearle las pantorrillas, pero no podía dejar de tratar de alcanzar a robarle una gotita de su liquido y probarlo, con muchísimo cuidado acerque mis masajes hacia donde ya estaba bien salida del short su verga y como accidentalmente roce muy suavemente la cabeza para quedar embarrada del liquido, el dio un respingo y volvió a gemir y yo rápidamente me lleve el dedo a la boca y paladee el delicioso jugo de su verga, el, enderezándose me dijo que ahora era mi turno así que obedientemente me acosté boca abajo sobre la misma toalla y pude sentir en mi pierna como se mojo al quedar sobre la mancha de liquido que el había dejado en la toalla, rápidamente el se unto aceite en las manos y ya masajeaba magistralmente mis hombros, poco a poco se dirigió al centro de mi espalda y sin preguntarme siquiera desabrocho el top de mi traje de baño, me comenzó a masajear deliciosamente toda la espalda y los hombros, pocos segundos después me hizo lo mismo que yo le hacia a el minutos antes, rozaba apenas con las yemas de sus dedos mi piel y yo me sentía morir de placer, mi piel se me enchinaba casi al punto de doler de lo chinita que me ponía, los pezones los sentía yo de piedra, sin querer, al estar yo disfrutando de sus caricias me di cuenta que estaba levantando mi colita, como pidiendo que también le diera atención a esa zona, el seguramente se dio cuenta, pero estaba decidido a atormentarme mas, puso mas aceite en sus manos y me lo unto mas ampliamente en mi espalda, y al hacer esto ya me acariciaba también los costados, al subir sus manos, las pasaba sádicamente cerca de mis senos que sobresalían un poco por los costados de mi cuerpo, cada pasada se acercaba mas y mas a ellos, yo hice lo mismo que el, me acomode un poco y los separe por debajo de mi cuerpo, para que sobresalieran un poco mas, llego el momento en que al subir sus manos por los costados de mi cuerpo, los acariciaba hermosamente provocándome espasmos de placer, mi puchita ya escurría grandes cantidades de mis jugos y se contraía y extendía anunciando un muy próximo orgasmo, estaba yo a un segundo de voltearme y pedirle que me hiciera lo que se le diera la gana, cuando el se me adelanto y me dijo así – ahora si me toca, te voy a hacer sufrir como tu a mi!!! – y pasó a masajearme las piernas, y ya quería todo, pero el me ofrecía seguir sufriendo estos placeres, así que acepte y me deje manosear un poco mas, pero yo estaba conciente de que en cualquier momento mi pucha explotaría en un ardiente orgasmo salvaje, directamente masajeo desde las corvas de mis rodillas hacia arriba hasta mis nalgas, colocando las manos en forma tal que sus pulgares recorrían el interior de mis muslos, al principio discretamente, pero a cada viaje de sus manos se internaban mas y mas entre mis piernas, hasta que llego el momento que al subir por mis nalgas, se deslizaban ya por debajo de mi tanga, en la tercera o cuarta vez que esto paso, yo levante provocativamente mi trasero y el dijo – Si ¡! Así me gusta, muevelo rico!! – y para la siguiente vez que paso hacia arriba sus manos, sus pulgares ya rozaron mi pucha!! Sentí que el orgasmo llegaría en el próximo segundo, y no pude evitar empezar a gemir y pujar, levante mas mi culito y al volver a acercarse sus dedos me moví y abrí mis piernas quedando separadas y casi hincada, el no pudo hacer otra cosa que internar uno se sus pulgares en mi pucha y el otro en mi culito, los dos se deslizaron suavecito dentro de mi detonando el orgasmo mas rico de mi vida, mi cola se movía sola en ricos espasmos, mi pucha y mi culito, apretaban y aflojaban con voluntad propia los pulgares de el, de mi boca salía una especie de gemido lamento continuo, todo mi cuerpo estaba tenso y con la piel chinita, hasta los cabellos de la nuca los sentía yo parados, tenia yo mi cara apoyada de lado sobre la toalla y note que hasta la había yo babeado al estar gimiendo, es mas no estaba gimiendo, mas bien bramaba yo!!!, el movía y movía suculentamente sus dedos y yo seguía en una interminable cadena de orgasmos, sentí llegar cuatro o cinco orgasmos y ya podía oír el húmedo chacoteo de sus dedos invadiendo mis partes mas ardientes, sentía correr mis jugos por sobre mi piel, comencé a sentir como que me desmayaría de placer, todavía me llego un ultimo orgasmo cuando me desplomaba sobre la toalla y quede en verdad inconsciente por unos segundos, no se cuantos, pero si perdí el sentido de mi pon unos momentos, cuando volví en mi, estaba yo hablando no se que cosa, como cuando habla uno dormida, pero ya estaba yo boca arriba, totalmente desnuda y con la boca de el mamándome deliciosamente mi puchita.

Sentía el paraíso, su lengua recorría los labios de mi vagina recogiendo mis jugos, los cuales el se devoraba ávidamente, pasaba muy cerca de mi clítoris produciéndome riquísimos toques eléctricos en mi columna vertebral, mi pelvis se elevaba pidiendo que esa lengua llegara hasta lo mas hondo de mi ser y el me seguía atormentando dándome placer medido, yo quería que me hiciera suya salvajemente, que hiciera su mas fuerte intento por poseerme y el prefería hacerme llegar a la locura, llena de desesperación le pedí que al menos me dejara mamarle a el también mientras me comía mi conchita, y gracias a dios el accedió, se dio la vuelta poniendo sus rodillas a los lados de mi cabeza y volviendo a meter su cabeza entre mis piernas, su lengua volvió a hacerme retorcer de placer, el también ya estaba desnudo, su hermosísima verga colgaba frente a mi cara, dura como un tronco, roja, con la cabezota morada y su largo cuerpo lleno de deliciosas e hinchadas venas azules, de la punta escurría ya una bella gota transparente y cayo sobre mi rostro, pronto la recogí con mi dedo y la saboree, levante un poco mi cabeza y bese con pasión su glande, estaba caliente, acolchonadito de la puntita, y dejo mis labios mojados con su viscoso liquido, lo volví a besar, esta vez mas tiernamente, y lo empecé a tallar por mis labios, dejando que marcara un rastro de liquido en ellos, así seguí y lo talle en toda mi cara, quería quedar marcada por sus líquidos, marcada por el olor de su verga, el ahora ya metía deliciosamente su lengua en mi cochito y sorbía mis jugos, yo levante y separe mis piernas para ofrecerle toda la facilidad posible para que hiciera de mi cosita lo que mas le diera placer, entonces ataque y me metí la cabeza de su verga en la boca, me lleno completamente la boca, el dejo salir un delicioso gemido en agradecimiento por el placer de mi boca que calientemente lo cobijaba y soltó un pequeño chorro de liquido transparente dentro de mi lengua, que presurosamente distribuí con mi lengua sobre toda su cabecita, la sensación de mi lengua resbalando por los bordes de su glande lo hacia soltar mas y mas gotitas transparentes, unas las untaba en su verga y otras inevitablemente eran paladeadas y tragadas por mi, cuando inesperadamente sentí su lengua picar mi culito, no pude contenerme y solté un gritito de placer y el se apresuro a mojar en mi pucha uno de sus dedos y ya bien empapado lo hundió en mi culito, un instante después ya eran dos y me hacia ver estrellas, no se como lo estaba haciendo, pero metió dos dedos en mi culito y un tercer dedo en mi puchita y comenzó a meterlos y sacarlos lentamente mientras sus labios se apoderaron de mi clítoris, lo chupo como queriéndolo hacer crecer a jaloncitos, esto me volvió loca de placer, yo también chupe fuertemente la cabeza de su verga y el gimió muy rico y sentí nuevamente sus líquidos pero mas abundantes dentro de mi boca, desde la posición en la que yo me encontraba podía ver sus testículos colgando frente a mis ojos y los veía contraerse y hacer medios giros, se movían solitos, extendí una de mis manos y los acaricie como rascándolos con las puntas de mis uñas, el al sentir esta nueva caricia gimió y me dijo – No pares, no dejes de hacerme eso!!! – y se metió a lamerme la concha con toda la pasión que yo pedía unos instantes antes, esto me hizo ver que ya tenia yo otro delicioso orgasmo en puerta, le pase una de mis pantorrillas por la nuca y lo aprisione contra mi pucha y comencé a tallársela contra su cara, mientras agarraba su verga y me la metía lo mas posible en mi boca, tratando de chuparla, lamerla, apretarla y mi mano chaqueteaba la parte que quedaba fuera de mi boca, sentí como si tuviera un corazón dentro de la cabeza de su verga, que cada instante latía mas fuertemente, el separo su boca de mi pucha y grito – Me voy a venir ¡!!!! – a lo que yo solo respondí chupándole mas fuerte la cabecita, me agarre de sus nalgas con las dos manos y movía yo mi cabeza tratando de meter y sacar su verga de mi boca mientras lo succionaba lo mas fuertemente posible, en el instante en que sentía yo que perdía el control de mi cuerpo por la llegada de mi orgasmo el empezó a surtirme abundantemente de un espeso cargamento de leche caliente, era deliciosa, mucho mas espesa que el liquido transparente y mucho mas rica que la lechita de mi hermano, esta estaba calientita, y el sabor era mucho mas fuerte, trataba yo de saborearla, pero tenia que tragar o me ahogaría, mientras trataba yo de disfrutar de lo que había en mi boca, me volvía a venir en la boca de el, algo me estaba pasando, nunca había yo tenido orgasmos tan fuertes ni tan seguidos, volvía yo a sentir que era una cadenita de varios orgasmos los que iba yo a tener, seguí tragándome su leche y cuando ya eran mas pequeños los chorros que me aventaba, los dejaba en mi boca para saborearlos, el también sorbía y se tomaba todo lo que salía de mi, lo oí decir que estaba delicioso mi jugo, que se la pasaría lamiéndome toda una vida, una vez que dejamos de movernos, el se volteo y me beso en la boca con tanta pasión, que si no hubiera sido por todos los orgasmos que había ya tenido en esos momentos también me habría venido con ese beso, en el cual pude saborear el sabor de mi pucha y mis jugos y los revolví con la leche que aun tenia yo en mi boca, así que el también pudo saborear su semen de mi boca, fue algo muy excitante saborear esa sopa hecha a base de su semen, mis jugos y nuestras salivas, pero mientras me besaba, se acomodo sobre mi y con una deliciosa calma fue apoyando la cabeza de la verga en la entrada, que empapada e inflamada se fue abriendo para tratar de dejar pasar a su hinchada majestad, que gracias a tantos jugos, leche y salivas se fue resbalando lenta pero deliciosamente en mi, pude sentir el borde de la cabeza cuando entro, fui sintiendo como me estiraba internamente, como poco a poco me fui llenando de verga, me sentí deliciosamente empalada, era yo una brocheta de placer, parecía que nunca dejaría de entrar, seguía entrando en mi, notaba claramente como me empujaba por dentro, me sentía deliciosamente llena, satisfecha, totalmente complacida, y sentí como me toco el fondo, estaba yo completa y comenzó a moverse hacia delante y hacia atrás, después de dos o tres embates me di cuenta que cuando entraba, sus huevos pegaban contra mi culito, y trate de abrir mas mis nalgas para sentirlos pegándome, pero ese movimiento el lo interpreto como que yo quería que entrara mas a fondo y me la recargo mas fuerte haciéndome gritar de placer en cada golpe de su verga en mi interior, empecé a tratar de aflojarme cuando el entraba y apretarlo cuando se retiraba, eso lo volvió loco, se retorcía de placer, y yo lo hacia mas fuertemente y el gritaba ¡! A mi me producía un placer increíble apretarlo cuando salía, y empecé también a mover mi cuerpo para aprovechar cuando el venia hacia adentro yo tallaba mi clítoris contra sus vellitos, les juro que el placer que eso me hace sentir me ha hecho llegar a orinarme de placer, en ese día no me orine, pero estuve a punto varias veces, así estuvimos varios minutos y nos dimos la vuelta y yo quede sobre de el, fue una deliciosa cabalgata, así me sentía yo mucho mas llena de verga, me llegaba mas a fondo y yo podía dirigirlo hacia donde yo quería, pronto con mis movimientos y las cosas que nos decíamos el me aviso que estaba por venirse, me moví mas rico, lo trate de apretar un poco mas y cuando estuvo por eyacular, me quite y con mi boca recibí su descarga, fue menos leche pero igual de sabrosa, me trague hasta la ultima gota y cuando acabe de limpiarlo con la lengua me puso de perrito y me dijo que quería cogerme de “perrito” me agache y de un solo empujón se me fue hasta adentro sacándome gemidos que no podía yo controlar, estábamos empapados en sudor, semen, jugos vaginales y saliva, esta posición me estimulaba muy fuertemente por lo que empecé a tener orgasmos, era imposible, no podía yo ya recordar cuantos orgasmos había tenido en ese día, me venia uno tras otro hasta que finalmente el me dijo que se venia, lo saco y me los echo sobre mis nalgas. Al pararme los talle por todo mi cuerpo y el me pregunto que que hacia yo, y le conteste que quería tenerlo por todo mi cuerpo, que de ahora en adelante me tendría que dar un tratamiento así cada que pudiéramos, el me beso y me dijo que cuantas veces quisiera yo, el estaría dentro de mi!!

 

Relatos Porno
Los relatos eróticos más leídos

 

ENVÍA TU RELATO ERÓTICO

 

Más relatos eróticos

Relatos eroticos