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Mis amigas me volvieron su puta perra | Relatos Eróticos de Sadomasoquismo

Publicado por Anónimo el 10/01/2017

Hola,hoy les contaré la el como me convertí en la perra de mis amigas, o cómo doran que les diga mis amas

Era un sábado muy tranquilo para mí, como siempre me despertaba a las 5:30 AM para ir al baño, y ver algo de porno como acostumbraba hacer, pero justo cuando iba a entrar una página, una compañera con la nunca hablo me había mandado un mensaje diciendo que haría una fiesta ya que pronto se iría de la ciudad, yo desde luego acepte pero por algún motivo extraño decidí cerrar la página, eh ir a su perfil para ver sus fotos y comenzar a masturbarme, al acabar me sentí el mayor orgasmo de mi vida, al grado de que mi pene aún seguía erecto por lo que me seguí masturbando, luego de eso por las 6:42 PM había llegado a su casa, toque la puerta y al instante ella abrí era una chica un poco chaparra piel un poco blanca con un pantalón livais muy pegado que resaltaba su tracero y sus piernas, llevaba también una camisa blanca, aún que ella no tenía pechos grandes pero serían medianos según yo y su nombre es Montaño, justamente al entrar encontré a una chica morena, alta de pelo negro igual que el de Montaño, con un pantalón livais igual de apretado, y con un tracero igual de grande, y unos pechos que que resaltaban un poco de su camisa gris, en lo que la ví Montaño instantáneamente cerró la puerta, y la chica morena me tomo del brazo para que la siguiera a la planta de arriba, mientras Montaño nos esperaba en la puerta de una de las habitaciones, al entrar en esta la morena me tiró al piso mientras escuchaba como cerraban la puerta y colocaban el seguro, al querer levantarme la chica morena me golpeó en la entrepierna hacia que callera sobando mis partes, mientras ellas reian para luego dar su primera orden.

Muy bien putita, ahora desviste para nosotras o quieres otra patada.

Me dijo Montaño mientras colocaba su pie en mi entrepierna sobándola causando una erección en esta, por lo que obedecí y comencé a quitarme mi suéter para seguir con mi camisa, dejando a la vista de las dos lo grodo que estaba, causando que ellas se rieran de mí mientras baja mi pantalón junto a mi ropa interior, así dejando a la vista mi erecto y adolorido miembro, el cual causó más risas de parte de ellas, a su vez que la chica morena me tumbo al piso mientras con su pie me masturbaba causando que yo comenzará a pedirle más, cosa que hizo pero antes de que me corriera ella se detuvo y se dirigió al baño de la habitación, mientras Montaño salía de este completamente desnuda y con tacones llevando una fusta en su mano y un dildo doble en la otra, mientras la chica morena entraba en el baño.

Veo que Andrea hizo un gran trabajo con tu pequeño pene, es hora de que yo lo termine ella empezó.

Dijo ella colocando su pie en mi pene, mientras incertaba el dildo doble en su vagina, y así procediendo a golpearme con la fusta en la punta del pene, mientras yo sentía una mezcla entre placer y dolor, ella incrementaba la fuerza de los golpes cada vez más hasta que Andrea salió del baño con un corset negro y unos tacones del mismo color, pero sin que lo esperara Montaño me coloco su taco en la cara mostrándome la mancha que había dejado sobre este al venirme, por simple instinto de sumisión limpie con mi lengua su tacón, acto seguido me levantaron y ataron a unas cuerdas que colgaban del techo, dejando mis mano y piernas extendidas mientras ellas me miraban desde la cama que enfrente estaba, a lo cual ambas me miraban divertidas pensando que más hacerme como romper más mi dignidad, en eso Montaño se levantó y de abajo de la cama saco un frasco con vaselina de la cual tomo en sus dedos y se acercó a mí tracero para comenzar a untarlo, sentía como iba introducciendo sus dedos uno por uno hasta que de un momento a otro, senti como empezaba a introducir aquel juguete de plástico en mi ano, mientras reía y gemía de placer por el juguete mientras yo por algún motivo extraño pedía más.

No te basta con que te penetren, bueno entonces que te parece esto

Dijo Andrea mientras se retiraba los tacones para comenzar a pasar mi pequeño pene de 9cm, a su vez que ella se burla por mi tamaño, en eso Montaño comenzó a hacer sus penetraciónes más rápidas y fuertes indicando que estaba por correrce, y también causando que estuviera más cerca de correrme pero se detuvo antes de eso junto con Andrea a lo cual ambas cambiaron de lugar, ahora Andrea estaba por penetrarme mientras que Montaño comenzó a desatarme y así poder colocarme en la orilla de la cama para que André me penetrara más rápido, y para que Montaño colocará mi boca en si ano para comenzar a lamerlo, mientras ambas gemían por placer escucha sus insultos hacia mi hasta que Montaño coloco su mano en mi cabeza empujándome más a su ano, mientras sentía como las penetraciones de Andrea aumentaban a cada momento,hasta que ambas se detuvieron Montaño quedando con su tracero levantado con las piernas dobladas, y Andrea recostada encima de mí mientras yo sentía mi pene erecto aplastado por mi cuerpo, en eso André se levantó y busco abajo de la cama un collar de perro que me coloco junto a una liga alrededor de mi pene, acto seguido me tomo del brazo y me saco del cuarto llevándome al segundo piso aún desnudos los dos, ella abrió la puerta del sótano tirándome al piso y comenzando a masturbarme mientras yo gemía de placer mientras ella me sonreía con malísia, no paso mucho para que mi pene estuviera estallando de placer, Andrea al notarlo decidió retirarme la liga con su pie recién mi corrida a lo cual coloco su pie en mi cara, por lo que procedí a limpiarlo con mi lengua, en eso Montaño llegó y ambas me dijeron algo que aceptaría, con tal de volver a complacerlas.

Ahora serás nuestra perra, y más te vale obedecer.

Yo casi al instante les dije que sería su perro para toda mi vida, a lo cual ellas sonrieron mientras se colocaban encima de mi comenzando a orinar en mi boca mientras se besaban, al terminar colocaron un anillo de castidad y ataron un vibrador a mi pene, haciendo que no pudiera correrme hasta que ellas quisieran, acto seguido se fueron del sótano dejándome con ganas de que ellas volvieran, para seguir con mi dominación, de ahora en adelante, soy la perra de ellas

 

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