Relatos Eróticos Sexo con maduras

La profesora de Recuerdos Humanos | Relatos Eróticos de Sexo con maduras

Publicado por Anónima el 22/12/2020

Bueno, yo tengo una profesora de Recursos humanos que está bien buena y me trata bastante bien ya que soy un buen alumno, buenas notas, buen comportamiento y eso.
La cuestión es que mí novia siempre me cela con ella apesar que nunca la había visto de otra forma más que como una profesora más, nosé si fue por los celos de mí novia o de verdad me gusta mí profe que de a poco me empezó a atraer más y más al punto se masturbarme pensando en ella.

Un día mientas entregaba unos exámenes ella acaricio mí mano, eso me éxito bastante y entendí, o eso creo, lo que intento decirme.
El tema es que mí novia reprobó el examen y tenía que sacar al menos 9 en el próximo trabajo para aprobar. Entonces supe que hacer.
Cuando llegó la hora de irse me quedé a solas con la profesora, me acerque y le pregunté si podía ayudar a mí novia a aprobar de alguna forma.

Ella sonrió, como imaginando la escena, me miró y me dijo: - Nose, que propones.
Eso me paralizó, no sabía si estaba entendiendo mal o si de verdad estaba pasando, pero si interpretaba mal me iba a comer una suspensión.
Me acerque bastante a ella y le dije: - haría lo que fuera. Ahí quedó todo

Al día siguiente me pidió que la acompañará a buscar el proyector a la biblioteca, obvio la cara de celos de mí novia no paso desapercibida.


Cuando entramos ella me empujó a la pared y me beso. Obvio yo estaba totalmente inmóvil de la tención y los nervios, se separó y me dijo que si quería ayudar a mí novia debía ir a su casa el fin de semana. Volvimos al aula y yo intentaba disimular mí palidez.

Esa noche me masturbe muy fuerte, nunca lo había disfrutado tanto.

Habíamos quedado por Whatsapp en su casa, nuestro cha solo fue la dirección y la hora. Cuando llegue ella abrió con una sonrisa y una especie de lencería negra pero transparente, sin nada abajo. Sus pechos con sus pezones bien parados me volvieron loco🤤 estaba recién depilada y lista, como si lo hubiera hecho por mí, su alumno favorito.

Me dijo que me sentará en un sillón blanco que daba a una televisión bastante grande de su living.

Al rato volvio con dos vasos con gancia, una bebida de acá Argentina, tomamos eso mientras hablábamos y poco a poco me fue manoseando y yo a ella. No podía esperar para chupar esos pezones y esa conchita que por tanto tiempo me había imaginado.

Empezó a chuparme el pene muy suave, me volvía loco esa sensación ya que a mí novia nunca le gustó hacer eso y solo lo intento una vez.
Se notaba que sabía lo que hacía¿ Con cuántos alumnos habrá estado? Nosé no me importaba. Lo único que quería era agarrar ese pelo negro y largo para hacerla tragar mí Verga, cuando estaba apunto de acabar dejo lo que hacía para ponerse con las piernas abiertas en el sillón y decirme - vení, quiero que seas mí alumnito bueno, eso me calentó más, me arrodille y empecé a chuparle el colo, sabía y olía tan buen que ahora mismo se me antoja de nuevo ella se masajeaba los pechos mientas gemía y me media más.

Yo y no aguante mas, la puse en cuanto y sin preocuparme por el condón que traía en mí mochila la empecé a follar tan duro como podía. Ni siquiera con mí novia había sentido algo así, era el paraíso podía sentir como apretaba su concha y mí verga estaba por explotar de semen,pero intenté seguir y así lo hice hasta que me cansé,me senté y ella me monto sin pensarlo,en una segundo, y empezó a moverse de forma circular, nunca había sentido algo así fue la primera vez que lo hacía con alguien experimentado y la primera vez que era infiel.
Ella gemía bien rico mientras saltaba y me decia que me iba a recomendar, yo no entendía nada,( eso es para otro relato) pero igual seguía agarrando su pelo como a ella parecía gustarle, en fin estuvimos toda esa tarde descansado y follando, descansando y follando juro, que en mí vida me había sentido tan agotado, cuando me di cuanta era ya de noche y tuve que volver corriendo a casa mientras le daba explicación a mí novia por mensajes de porque no había atendido las llamadas. Nos vemos en el próximo relato adios