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Mi esposa en Bar Swinger, una experiencia de sexo inolvidable | Relatos Eróticos de Voyerismo

Publicado por Mi esposa en Bar Swinger el 09/06/2016

Mi esposa en un Bar Swinger

Allí estaba Ingrys, totalmente desnuda recibiendo su premio y rodeada de todos esos machos. Casi no lo podía creer, era algo subreal. Siempre e disfrutado del su cuerpo, pero hoy, habia un morbo especial con esos tacones que hacian ver su culo bien respingado, sus tetas conservan un aspecto muy juvenil y su concha resurada que trataba de esconder manteniendo en lo posible sus piernas crusadas era un espectaculo impresionante. Ella trataba de desenvolverse con naturalidad, pero la verdad es que casi no podia mantenerse en pie de la verguenza. Uno de los chicos la tomo de la mano de dio una vueltecita al tiempo que los hombres del lugar gritaban y aplaudian. Alguien encamino hasta donde yo estaba. La abrace y agacho la mirada como si estuviera apenada, la bese en la mejilla y le dije; eres una perra y me respondió con voz entrecortada; sí tu perra.

Todo comenso un una visita a un Bar Swinger, era noche de vouyer, no sabíamos a que se refería y de repente se acerca una de las chicas que atendían el bar, mami hoy todas las chicas se deben quitar la ropa y si quieres puedes quedarte en ropa interior. Ingrys y yo nos miramos y recorrios con la vista todo el local y efectivamente todas las chicas estaban en ropa interior e inclusive en baby doll. La chica pudo notar que era la primera ves en un club de esta naturaleza. Si quieren vallan al recibidor y soliciten la llave de un locker que pueden usar para guardar sus prendas. Así lo hicimos. Ingrys estaba roja como un tomate pero muy elegantemente se quitó el vestido quedando en un diminuto bikini y unos sostenes que completaban el conjunto. Realmente estaba hermosa lucia unos lindas pulseras y zarcillos que se iluminaban con las luces del bar. Sentía como las miradas de unos chicos se clavaban en mi mujer. No estaba seguro de que sentir, Ingrys apenas podía mantener su cabeza en alto pues aún no podía desinhibirse.

En la mesa disfrutábamos de unos tequilas, la misma chica se acercó a mi esposa y le dijo algo al oído, Ingrys me miro, pero la chica replicó no te preocupes que le va a encantar. Me dijo que ya regresaba y se retiró con esta nueva e interesante amiga. De repente veo a Ingrys bailando con un jovencito bien parecido, llame a la chica que nos atendía y le pregunte que estaba pasando y ella me explico que el chico pagó por bailar con ella y que al final de la noche recibiríamos una comisión.

Al regresar a la mesa le pregunte si le había gustado, ella se sonrojó y asintiendo con la cabeza, y luego me pregunto y a ti te gusto.

No sabía que contestar pero opte por ser honesto. La verdad es que me excite mucho.

Nuevamente la chica del negocio se acercó a nosotros y me comento que los hombres de una de las mesas estaban ofreciendo 1000 dólares a las chicas que participen en un concurso que consistía en perder progresivamente sus prendas. Le dije a Ingrys que me gustaría ver a esos tipos babearse por verte desnuda. Le pregunte si le gustaría participar y me dijo que le excitaba la idea de sentirse deseada por todos esos hombres que iba a intentar con la condición que si sentía insegura yo subiría al escenario y la bajaría. Yo estaba demasiado excitado por lo que acepte, en el fondo quería ver hasta donde ella era capas de llegar. Ya podía notarse un poco mas inhibida, no se si fueron los tequilas, el ambiente o comenzaba a gustarle sentirse deseada por todos aquellos tíos pero su cara era la de una perrita en celo.

Cinco chicas participaron, el juego comenzó, las chicas bailaban y al terminar la música debían de sentarse en las piernas de cuatro afortunados que sortearon del público. La primera en quedar totalmente desnuda permanecería así el resto de la velada. La música comenzó y todas las chicas bailaban todas eran hermosas pero mis ojos estaban clavados en mi esposa. En la primera ronda Ingrys logro sentarse en un tipo de treinta y tantos que aun cuando debían mantenerlas sus manos tras de la silla no perdió tiempo en intentar besar sus bellas tetas. Todavía recuerdo cuando Ingrys perdió su brasier. Un chico subió al escenario y se lo quito, ella cubrio sus senos con las manos, los espectadores le decían cosas como !mamita que buenas estas, déjanos ver esas teticas!.

Mi miembro apenas lo podía aguantar, respire profundo, la música comenzó y por cosas del destino Ingrys quedo sin silla. Debía quitarse su diminuto bikini, pero la realidad es que parecía que no podía hacerlo. Me miro mientras todos esos hombres aplaudían y gritaban a coro “que se lo quite”. Rápidamente subí al escenario pero no fui el único, conmigo subieron dos chicos mas que dispuestos a cobrar aquella prenda. La tome por una mano mientras los chicos muy delicadamente retiraban el bikini dejando a la vista de todos esa espectacular conchita toda rasurada que luego tapo con su mano. Ingrys no podía subir su mirada, con una mano cubría sus senos y con la otra su espectacular concha, no imagino lo que sentía al saberse deseada por aquellos hombres que no perdían tiempo para decirles babosadas !que ricura, no te tapes mi amor que estas buenísima!. Me acerque a su oído y le dije, dales lo que quieren, me miro con cara de perrita, le di una vueltecita y coloco sus manos en la cintura. El público pareció enloquecer, el maestro de ceremonia pidió silencio para anunciar que efectivamente Ingrys había sido la ganadora y le entregaron un ramo de flores. Un hombre maduro como de 45 a 50 años le entrego los mil dolores acordados y a la vez que aprovecho para darle unas nalgaditas.

Allí estaba Ingrys, desnuda y en mis brazos, algunos babosos se nos acercara para felicitar a mi esposa, pero la realidad es que la seguían morboseandola, de repente me apretó la mano su cara enrojeció más de lo normal, era evidente que estaba teniendo un orgasmo. La senté en mis piernas y aprovechando la oscuridad del salón comencé a masajear su conchita. Se retorcía con mucho disimulo pero no falto quien se diera cuenta de lo que ocurría. Ingrys enloquecía y pedía que se lo metiera. Un par de chicos se nos aproximaron, pero eso parecía excitarla más. Como pudimos nos controlamos. La tome dela mano y la lleve a la pista de baile, uno de los chicos me llamo para decirme !oye, que perra tan rica trajiste hermano!, al tiempo que otro me la pedía para bailar con ella. Realmente Ingrys era el centro de atracción, el caballero que le entrego el ramo de flores se acerco a mi y ofreció 100 dólares por bailar con ella. Ingrys estaba como embriagada de deseo y lujuria, pero rechazó la propuesta porque tenia miedo de no controlar sus orgasmos.

Yo tampoco podía aguantar más, tome Ingrys de la mano y la saque al reservado, llame a la chica para pagar la cuenta y nos dijeron que no debíamos nada y que estábamos invitados para la próxima semana. Busque su vestido en el locker pero la saque desnuda del bar, eran como las tres de la madrugada las calles estaban solas, en el carro comenzó a masturbaba sin parar. Recorrimos la ciudad hasta llegar al hotel donde follamos hasta quedar agotados.

La próxima semana.........., la verdad es que no es si nos atrevamos a ir nuevamente, pero mientras tanto, no dejo de pensar en esa noche y masturbarme como loco. Quien sabe después les cuento...

 

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