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MI VIAJES POR SUDAMERICA 2 | Relatos Eróticos de Zoofilia

Publicado por CAMILA el 05/06/2014

Hola amigos, continúo con las memorias de mi placentero viaje.
Sandra, Roxana, Manuel y Ricardo
Durante el viaje hacia Colombia en bus, no charlamos mucho entre nosotros. Varios llevaban una resaca por la fiesta de anoche a excepción de Ricardo y Yo.
En mí se desperto el deseo sexual y aún recordaba lo lindo que me cogio el enano. Ricardo me chista y me hace señas que nos dirijamos hacia atras del bus donde habia unos asientos desocupados para ir a charlar. Nos ubicamos nuevamente en estos asientos, Ricardo comienza diciendo que Sandra le conto sobre el enano y yo; luego me pregunto si siempre buscaba cosas distintas por lo que habia hecho esa elección. Le respondí que no, que si él ubiera durado mas y no se ubiera dormido seguramente me ubiera cogido.
Inmediatamente me insinuó para que lo hiciera con él, asi que lo frene y le aclaré que la fiesta fué anoche, todos nos sacamos las ganas y que no acostumbro hacerlo con el primero que me lo proponga (la verdad soy selectiva, no me gustan los sucios y sin presencia; pero principalmente veo que sepan tratar a las mujeres. El enano tenia presencia y estaba muy prolijo).
La verdad, a pesar de ser selectiva, no quería que nadie sospechara de mis inclinaciones, mas que nada por andar ahora con gente que quizas en un futuro me pueda cruzar nuevamente y me complique la vida.
El viaje fué largo y agotador, en lo poco que dormí solo pensé en sexo, en mi perro, en su pene. Mi ano estaba suplicando nuevamente un trozo de carne, ya que el enano no pudo satisfacer un punto: el hecho de sentirme con el orto totalmente abierto.
Llegamos a la ciudad de Cúcuta y de inmediato nos dirigimos a un hospedaje. Eran como las 10 de la noche y quedaban pocos negocios abiertos, nos duchamos rápido y salimos a buscar algo de comer. La cena nos dio energía nuevamente y volvieron las ganas de hacer cosas. Caminamos un buen rato por la ciudad hasta que encontramos un local bailable, nunca fuí buena bailarina así que era mi oportunidad de aprender algo de salsa, merengue, etc.
Cervezas de por medio disfrutamos el baile, a mí los roces me exitaban, y a eso le sumaba las miradas de muchos de los presentes.
El bar cerro como a las 3 de la madrugada y nos permitieron terminar nuestros tragos ahí dentro. En un momento se acerco personal de seguridad del local a pedir que por favor nos retiraramos, era un hermoso ejemplar, como de 2 metros de altura, de gran porte y una prominente panza, calculo que superaba ampliamente los 40 años. Me cautivo al instante y en cuanto dejo de hablar le propuse que compartieramos una cerveza mas junto al grupo. Charlamos un buen rato y como la conversacion incluso antes de que él llegara estaba ligada a lo sexual, todos estabamos con ganas de seguir la fiesta de la noche anterior. Manuel propuso ir al hospedaje y cuanto estabamos saliendo del local, él me tomo de la mano y me sugirio quedarnos solos en el local. Acepté y mis amigos continuaron sin mí.
Cerro su puerta con llave y me llevo a la zona de descanso del local, me sento sobre unos hermosos sillones, se arrodillo frente de mi y comenzó a desvestirme suavemente, me acariciaba todo el cuerpo, luego levanto mis piernas y comenzó a besarlas subiendo cada vez mas. Me giro y comenzó a besar mis nalgas, las apretaba fuertemente, continuó subiendo por toda mi espalda, beso mi nuca, mis hombros, era tan sensual y cariñoso que me tenia totalmente a su merced. Me giró nuevamente, paso su lengua por todo mi cuello y bajo a atender mis pechos que ya estaban duros e inchados por la exitación.
Me dío una tremenda mamada mientras con una mano los sobaba y con la otra me tomaba del trasero. Ahí llegó mi primer orgasmo.
Se incorporó para comenzar a desvestirse, de inmediato lo frené y me encargué yo del tema, lo hice rápido y de inmediato me instalé con mi boca sobre su pija, era de las que tanto deseaba, larga, gruesa y a la medida que se la chupaba se ponia mas dura. Tenia un hermoso bate para mi trasero. A pesar de su tamaño, me esforce mucho para hacerle una buena mamada hasta que le estrugé la verga sacandole todos sus jugos.
Una vez finalizada la faena, me recostó sobre el sillon y me comenzó a comer la concha y el trasero, llego mi segundo orgasmo. Pero la fiesta continuaba, como se dío cuenta de que acabé, puso mis piernas sobre sus hombros, se colocó el preservativo y me comenzó a clavar la concha, a pesar de su acabada su verga seguia bien dura. Lo deje un rato mas y luego, sin vueltas le dije que la quería por atras. Me di vuelta colocandome a cuatro patas, me la ensarto nuevamente por la vagina y con sus dedos comenzó a colocarme un gel íntimo que vino junto a los forros en la entrada de mi trasero. Yo deliraba de placer así que no se cuantos dedos utilizó para dilatar mi oyo, ya que solo acento la cabeza de su verga y empujo introduciendosé su bate sin inconvenientes en mi trasero.
Poco a poco fué metiendo mas y mas hasta que comencé a sentir como sus bolas de toro chocaban mi concha dandome más placer. Él comenzó a ensartarme con mucha fuerza, colocó sus manos en mis hombros para darme mas fuerte, empezó a bufar como una bestía, yo le pedía mas hasta que acabó, le pedí que aguantara un poco mas así que lo recosté y me sente sobre cañon cabalgando con fuerza. Solo me bastó un par de minutos y tuve mi tercer orgasmo. Me tiré sobre él sin sacar su verga de mi trasero. Descansamos un buen rato y me invito a la ducha. Nos fuimos al baño privado del local, lavé cada centimetro de su cuerpo y le regalé una pequeña mamada de yapa; y el hizo lo mismo con el mío, aprovechando para besarme nuevamente. Me calente de nuevo pero noté que su bate no se mantería como antes, se notaba que estaba cansado ya que insistí con la mamada pero no lograba ponerlo bien duro. Así que salimos de la ducha, yo nuevamente mojada y mi ano a disposición. Nos dirigimos por el pasillo nuevamente al local a buscar nuestras ropas cuando de repente veo por una puerta del fondo del local un bello Doberman, con sus músculos bien marcados, su pecho ancho… no pude resistirme y me dirigí a él. Por la calentura que tenia no me importaba nada, lo ví y lo quise. Cuando abro la puerta el se acerca y me comienza a oler la concha, el guardia que venia tras de mí me dijo se ve que nos escucho, mira como tiene la pija. Era cierto, tenia gran parte de su pedazo afuera.
No dude y le respondí que no podía dejarlo con las ganas ya que el nos cuido mientras jugabamos. le comencé a acariciar el pene, le gusto, así que de inmediato lo lleve al salón, el guardia miraba sin poder creer lo que hacia. El perro me seguia tirando lengüetazos a mi cola, lo cual me exitaba, apenas llegamos me puse debajo de el y se la chupe con cuidado. Luego comenzó a hacer movimientos copulativos así que me puse a cuatro para que me montara. Teníamos el tamaño justo para ambos ya que en la segunda estocada me la clavo por la vagina, me la dio con tanta fuerza que gritaba de placer, mis pareces comenzaron a ceder ante el paso de su tremenda bola probocandome cada vez más. Una vez bien adentro me sacudio un poco mas y comenzó a venirse dentro mio. Esa sensación de sentir la leche dentro mio hizo que yo tambien acabara. Se quedó un instante en esa posicion y giro quedando pegados. El guardia no podia creer lo que vió. Como yo estaba apoyada en el sofá le indique que se sentara frente mio, tome su verga y se la chupe nuemvante con un poco fe furia, lo acerqué mas y envólví (hasta donde pude) su verga con mis pechos pajeandolo de esta manera mientras me comia su punta haciendo que se venga en mi boca. Nos quedamos así como 20 minutos hasta que el perro comenzó a tirar para desabotonarnos. Una vez hecho esto nos duchamos nuevamente, nos cambiamos y retirarmos a plena luz del sol ya que eran las 8 de la mañana.
Fue una noche fantastica. Por fin pude satisfacer mis deceos. Una gran cogida que me duro por el resto del viaje. Besos a todos y les recomiendo vivir estas aventuras. No se van a arrepentir.

 

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