Relatos Eróticos Zoofilia

Mi prima, su perro, mi amigo y yo | Relatos Eróticos de Zoofilia

Publicado por Anónimo el 30/11/-0001

La historia que les voy a contar sucedió hace un par de años, es decir
cuando yo tenía diecisiete años. Desde siempre supe lo que era el sexo
y me enteré de todas aquellas cosas que sucedían en esos actos de salvajismo
animal. Siempre fui muy presumida, aunque no tengo un físico muy llamativo,
siempre me gusto calentar a los hombres y a veces a las mujeres también.
Tengo pechos pequeños, pero un trasero delicado, en la medida justa. Piernas
firmes y musculosas, y una espalda atractiva. Me gusta vestirme bien, no de
manera muy provocativa pero con estilo diferente, y eso es a veces lo que
llama la atención en los hombres.
Un día que fui a hacer unos trabajos con unos compañeros, nos
quedamos charlando hasta muy tarde de sexo y esas cosas. Mis compañeras eran
medias tímidas y no hacían muchos comentarios, pero yo que ya no era más
virgen decía todo lo que opinaba. Mis compañeros estaban muy sorprendidos, y
calientes seguramente, al escuchar lo que yo decía y se interesaban cada vez
más. Invité a uno de ellos a ir conmigo a la casa de mi prima, en donde me
quedaba dormir ese día porque íbamos a ver unas películas y a comer unas
pizzas. El aceptó gustoso.
Cuando llegamos a la casa de Irene, así se llama mi prima, los presenté y
ella me miro complacida. Ambas tenemos los mismos gustos en hombres y este
resultaba ser un chico muy lindo, con un físico importante y una carita de
niño muy bonita. Lo invité a que se sentara en el sofá mientras nosotros
preparábamos la comida, le dije que pusiera algo de música si gustaba. El
lo hizo sin dudar, eligió un tema bastante movido así que Irene y yo
bailábamos de vez en cuando en la cocina. Cuando el estaba entretenido
mirando los discos, le propuse a Irene que jugáramos con él, ella me
entendió enseguida y sin dudar me dijo que estaba completamente de acuerdo,
ambas reímos cual cómplices.
Empezamos a tomar unas cervezas, cuando las pizzas estuvieron listas, vimos
la peli y como nos entreteníamos más charlando, la apagamos y elegimos la
música. Cuando la cerveza se terminó tomamos unos tragos con vodka, lo que
nos embriagó un poco a los tres. El tema de conversación, en un momento como
ese era obviamente el sexo, mi prima nos propuso ver una película porno que
su hermano guardaba por ahí, ambos aceptamos sin vueltas.
Cuando la puso nos acomodamos en la alfombra para verla, era de zoofilia y
de gays, entre otras cosas. Todos estábamos muy calientes, al menos yo lo
estaba, mi prima y yo comenzamos a besarnos, no era la primera vez que lo
hacíamos, mi amigo no sabía que hacer. Se podía ver que su pantalón estaba
algo elevado, a causa de su pene erecto.
Terminamos de ver la peli, y comenzamos a bailar muy sensualmente, como
habíamos tomado y hacía calor, nos sacamos la ropa, y nos quedamos en
corpiño y bragas. Mi amigo hizo lo mismo, ah! Se llama Lucas. La cosa estaba
más que clara, así que mi prima y yo atacamos al hombrecillo. Le bajamos el
bóxer, y resultó tener una polla enorme, toda erecta.
Irene comenzó a pajearlo y yo me encargué de besarlo, le mordía el cuello y
las orejas él no lo podía creer aún. Cuando terminé, mi prima ya estaba de
rodillas comiéndole su pene y masajeando sus huevos. Eso me calentó mucho y
lo primero que hice fue sentarme en el piso para tocarle la vagina que ya
estaba toda mojada. Sin dar muchas vueltas le metí tres dedos, ella no
paraba de chuparle la pija a Lucas que estaba como loco.
Él se estaba por correr, Irene ya había tenido su primer orgasmo, y se
corrió en mi mano, y él en su boca. Ella le limpio todo con su lengua y se
comió toda su leche. Yo me chupé los dedos y me senté. Irene me miró y
comenzó a comerme la raja, que estaba sin atención, abrió mis labios con sus
manos y me penetró con su lengua, yo me retorcía de placer. Mientras tanto
Lucas se tocaba su pene que comenzaba a endurecerse lentamente. Era la
primera vez que veía dos mujeres juntas, y además que estaba con ellas y
podía poseerlas a ambas.
Yo no daba más y quería que me penetraran, así que le ordené a Lucas que me
metiera su polla, sin dudarlo se inclino y de una sola vez me clavó hasta el
fondo, yo grité de placer y dolor. El, que algo sabía de estas cosas, sacó
su pene del todo, y sin darme tiempo a pensar lo clavó de nuevo fuertemente
así unas cuantas veces... yo estaba loca del placer.
Me montó así durante un tiempo, aumentando cada vez más el ritmo. Cuando
abrí los ojos vi a Irene que salía de la habitación, luego de unos minutos
volvió con su perro, un ovejero alemán muy grande, que tenía un pene enorme,
el cual ya estaba todo afuera porque había lamido los jugos de mi prima.
Ella se acostó en la alfombra y abrió sus piernas, el animal paso su lengua
por la raja durante unos minutos, en los cuales Lucas se corrió dentro mío,
yo me corrí y mi prima también. Todos acabamos al mismo tiempo.
Irene no había sido penetrada así que con Lucas acomodamos al perro sobre
ella que ya estaba en cuatro patas y apuntamos su pija al culo de ella,
antes de penetrarla Lucas le metió los dedos para dilatarla, cuando ya
estuvo lista el perro comenzó a sacudir sus caderas indicando que quería
montarla, nos alejamos un poco y vimos como ella agarró la pija del perro y
lo ayudó a embocarla en su agujero. Cuando vimos la cara de dolor y placer
que puso ,nos dimos cuenta de que el perro la había penetrado por completo,
había llenado su culo con su enorme pija. Ambos se sacudían fuertemente.
Lucas ante semejante espectáculo comenzó a masturbarse muy rápidamente, y
cuando vio la cara de placer que mi prima portaba, lo que significaba que el
perro la iba a llenar con su leche, el se apresuro y le metió la pija en la
boca, a lo que ella accedió, se tragó cada gota de ese manjar y a la vez
dejó que el animal la llenara con sus flujos, hasta que se los veía caer
entre sus piernas... yo me encargué de limpiarlos a ambos. Nos recostamos
los tres en la alfombra, muy cansados, pero no tanto como para no seguir.
Irene se levantó y fue a su habitación, al regresar trajo una bolsa llena de
juguetes que habíamos comprado juntas. Sacó un consolador negro muy enorme y
lo untó con un lubricante. Lucas y yo comenzamos a besarnos apasionadamente,
mi prima, aprovechando que mi amigo estaba sobre mí, le chupó el culo
durante unos minutos y comenzó a introducirle unos dedos,
Lucas se negó al principio, pero yo me encargué de que se olvidara, metiendo
su pija en mi raja que ya estaba chorreando flujos otra vez. Cuando vi que
se estremeció, traté de observar que había sucedido, Irene metió todo el
consolador dentro del culo de Lucas, y comenzó a bombear cada vez más fuerte
para recibir esa enorme pija en su ano virgen. Cada vez que se hacía para
atrás y volvía me envestía con mucha fuerza lo que me hacía gritar muy
fuerte. El animal no se quedó afuera y lamía el ano de mi prima y su raja
también. Todos nos corrimos, cada uno a su manera... el olor a sexo dentro
de la habitación era muy fuerte, estábamos muy sudados y felices. Cuando
terminamos, fumamos en la alfombra y nos masturbamos frente a
otra película porno que Irene puso. Nos bañamos juntos y afortunadamente
repetimos el acto en la ducha, Lucas montó a mi prima por el culo, mientras
que ella me metía dos consoladores, uno en cada agujero... fue una tarde muy
alocada la cual repetimos varias veces más. Lucas,
comentó su aventura a sus amigos, los cuales participaron en varias
ocasiones... desde ese día nos conocían como las primas que desvirgaban a
los jóvenes.

 

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