Relatos porno de Fetichismo
Relatos eróticos de Fetichismo
El fetichista
Si alguien me hubiera contado alguna vez, que algo como lo que me ocurrió, puede ocurrirle a alguien, no lo hubiera creÃdo.
No hacÃa demasiado tiempo que me habÃa separado, aún no tenÃa conciencia de mi nuevo estado. Preparaba aquél dÃa en casa toda la documentación pertinente para la legalización de mi nueva situación civil, poco podÃa imaginar lo que me iba ocurrir aquella misma mañana.
Ocupado en recopilar todos los ...
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Relatos eróticos de Fetichismo
La momia
Por fin habÃa llegado aquella noche tan esperada, y es que no era fácil coincidir en un momento tranquilo y adecuado para dedicarlo completamente a mi. HabÃa cenado bastante y esperé un rato mirando la televisión, deberÃan ser casi las doce cuando me puse manos a la obra. Siempre he tenido unas tendencias sexuales un tanto extrañas, al menos poco practicadas y conocidas por la mayorÃa de la gente. Todo el mundo asocia el fetichismo ...
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Relatos eróticos de Fetichismo
Querido latex
Hacia bastante tiempo que los habÃa visto por internet pero nunca me habÃa decidido a comprarme uno. Se trataba de trajes de látex, habÃa visto infinidad de fotos de chicas imponentes enfundadas en trajes ceñidÃsimos a su cuerpo, siempre me habÃa preguntado que se debe sentir y ese pensamiento me excitaba muchÃsimo. Un dÃa, navegando por las paginas guarras que suelo recorrer encontré un link hacia una tienda de prendas de látex, la ...
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Relatos eróticos de Fetichismo
Los pies de Emma
Todo empezó cuando era joven, en el instituto. Desde siempre me he sentido atraido por los pies de las mujeres, tienen algo erótico, sensual, y el estar a los pies de una mujer, besándolos, lamiéndolos, chupando los dedos, és una fantasia que me pone a cien. El fetichismo del pie está muy extendido, pero no entiendo que muchas mujeres sean reticentes a que un hombre disfrute con sus pies. Yo he tenido la suerte de tener una novia que me ...
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Relatos eróticos de Fetichismo
Placer prohibido
Tengo 30 años y estoy casado desde hace un par de años, durante ese tiempo vivimos solos en un departamento, ambos trabajamos por lo que en cuanto nos enteramos que esperábamos familia empezamos a analizar la situación. Ya que ambos trabajábamos debÃamos recurrir a una nana que viera a nuestra hija. Allà empezó el problema, con las historias de nanas regalonas que andan circulando por ahÃ, nos volvimos algo paranoicos. Afortunadamente ...
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