Relatos porno de Filial
Relatos eróticos de Filial
La mamá de mi novio
Me encontraba en cama, chupándole el pene a mi novio, me encanta hacerlo estar en medio de sus piernas bien abiertas y jugar con sus testÃculos, de vez en cuando con mi lengua lamerle su ano, pero lo que más me gusta es comerme su semen, aunque de vez en cuando dejo que los chorros de semen me llenen la cara por que a él le gusta observarme asà y cuando estoy con toda la cara llena de semen, limpiármela con mis dedos y claro comiéndome ...
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Relatos eróticos de Filial
Iniciandome en el sexo con mi hermana
Nuestro tÃo realizó un par de llamadas desde su teléfono. Mientras tanto yo me dirigà hacÃa mi ropa..
TÃo: -Un segundo......No, no. No te vistas aún ... estÃrate al lado de tu hermana mientras esperamos a los invitados-.
Dejé mi ropa interior en el suelo y me acosté al lado de mi hermana que permanecÃa desnuda. Mientras mi tÃo consultaba su teléfono, yo me quedé distraÃdo observando la boca de mi hermana. Esta la tenÃa ...
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Relatos eróticos de Filial
Sandra
Carta I
Querida Danielle:Me dio mucho gusto leer tu relato, ya que me sentà totalmente identificadacon tu experiencia. Soy una mujer de 38 años a la que también disgusta muchotodo lo que es pornografÃa y por casualidad leà tu historia y como a mi meha pasado algo parecido me atrevà a escribirte. Me llamo Sandy, soy argentina, profesora universitaria de matemáticas y estoy casada hace 16 años. Me casé virgen y no he tenido ...
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Relatos eróticos de Filial
Patricia
Asà las cosas pasó a contarles el dÃa en que mi prima Patricia aceptó ser mi amante.
Patricia es una mujer bonita, simpática, poseedora de un cuerpo tentador mide unos 165 centÃmetros, buenas nalgas, unas tetas preciosas grandes para su tamaño, pero increÃblemente tentadoras, piel clara y con sus 30 años, está como quiere. Es madre soltera y después de tener serias discusiones con su hermano ella a puesto distancia entre ambos y vive ...
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Relatos eróticos de Filial
Jugando a los medicos
No habÃamos ido a la casa del pueblo desde que murió la abuelita, echábamos de menos a nuestros amigos del pueblo, pero mamá no nos dejaba ir solos llevábamos más de dos años sin ir, solÃamos cartearnos todas las semanas con nuestros amigos para no perder el contacto, aquella semana recibimos una buena noticia, se casaba el hermano mayor de Laura, mi mejor amiga del pueblo, nos habÃan invitado a la boda a todos, mis padres no podÃan ...
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