Relatos porno de Gays
Relatos eróticos de Gays
CafĂ© bar, BĂo, 2
Al dĂa siguiente de haber sido follado por BĂo, el dueño del cafĂ© bar que asĂ se llamaba, volvĂ para que me volviera a dar por el culo. Fui como me habĂa pedido, sin slip puesto, de paso a ver si recuperaba el slip de la noche pasada, o se quedaba BĂo, con Ă©l como si de un trofeo conquistado se tratara.
Como ya sabĂa que solĂa cerrar el bar a eso de las 12 de la noche, esperĂ© a que dieran las 10 de la noche para ir. Por ...
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CafĂ© bar, BĂo.
Me gusta el culito que tienes, cabrĂłn. Me encanta como lo mueves cuando juegas en la máquina recreativa, me calentaste bien pedazo de cabroncete. Quiero meterte la polla en Ă©l y verte menearlo mientras te doy por el culo y gimes para mĂ.
En este relato comentaré como fue la segunda vez que me abrieron el culo y me follaron, dejando el culo preñado de leche.
Fue en La Coruña, el dueño del cafĂ© bar, BĂo, que estaba ...
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Lo que me ocurriĂł a la salida del cine
cada vez que Ă©l lo intentaba, siempre pasaba gente por la acera donde estaba el comercio.
En este Ăşltimo el vestĂbulo era mucho más grande y largo, y la oscuridad nos ocultaba bastante. Como yo ya estaba tan pero que tan empalmado y caliente de tanto que me habĂa sobado, me fui dejando bajar los pantalones. Pero…
Ese dĂa habĂa bajado al centro de la ciudad en busca de marcha, necesitaba ser follado, vamos que ardĂa en ...
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La parada del autobĂşs.
Yo nervioso y excitado, dejĂ© que el viejo me fuese metiendo mano. Cuando el viejo consiguiĂł meterme el dedo en el culo y luego un segundo dedo yo ya estaba que me derretĂa de gusto. Me sujetaba a sus brazos recostándome sobre el banco de la marquesina y abriendo las piernas todo lo que podĂa, dejando que el viejo metiera sus dedos en mi culo. Cuando me di cuenta, el pantalĂłn y slip, ya los tenĂa sobre los tobillos y estaba jadeando ...
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Cita con un maduro en su casa.
El sábado de la semana anterior, me habĂa dado por el culo un hombre maduro; rondarĂa los 50 años o quizás algo menos; en los aseos pĂşblicos de la calle Fernández Latorre, despuĂ©s de aprovecharse que el hijo de puta del maricĂłn que me estaba sodomizando, me habĂa dejado tirado. Me habĂa dejado con los pantalones y slip sobre los tobillos, la camiseta sobre el suelo, el culo abierto y preñado de semen, la polla tiesa a más no ...
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